Ubicado sobre el valle de Binibona, Ca‘n Beneït es un refugio íntimo donde el tiempo parece detenerse. Un lugar de serenidad donde evadirse del resto del mundo, envuelto por la majestuosidad de la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde sus 70 hectáreas de privacidad absoluta, las vistas se abren al horizonte y la tranquilidad te invade, se convierte en un lujo en sí mismo. En este rinconcito tan especial, el silencio solo se rompe con el susurro del viento o el tañido ocasional de las campanas.
Las diez encantadoras habitaciones y suites, integradas en antiguos establos y talleres restaurados, ofrecen una estancia personal y acogedora, todas ellas singulares, cada una con su peculiaridad.
Cada rincón de Ca‘n Beneït invita a sentirse en casa, a abrazar la calma y a disfrutar de la autenticidad de un entorno preservado, con historia y legado.
HISTORIA Y LEGADO
Los orígenes de Ca‘n Beneït se pierden en el tiempo, entre las piedras centenarias de su almazara histórica, donde aún hoy se elabora un exquisito aceite de oliva virgen extra. La finca alberga también la primera y única iglesia de Binibona, un espacio con más de 200 años que respira la historia de quienes han habitado este lugar.
A lo largo de los siglos, Ca‘n Beneït ha sido refugio y hogar. Hoy, sigue recibiendo a huéspedes de todo el mundo que buscan desconectar, reencontrarse y vivir la esencia de Mallorca con una mirada pausada, selecta y natural.
El arte de vivir bien
“La sencillez es el logro final. Después de haber tocado una gran cantidad de notas y más notas, es la simplicidad la que emerge como la recompensa suprema del arte” F. Chopin
La experiencia en Ca‘n Beneït se construye en los detalles. Desde el despertar con vistas a la Sierra, la torre de desayuno dulce y salado amenizado por el canto de los pájaros, el placer de una comida elaborada con productos de proximidad, hasta la limonada casera y unas trufas como bienvenida en una de sus diez íntimas suites, todo está pensado para acompañar el ritmo natural de cada huésped y de una estancia de ensueño.
LA VILLA
A escasos metros de este refugio encantador, en la pintoresca aldea de Binibona, una villa privada se abre camino, prolongando la experiencia íntima y serena de Ca’n Beneït. Creada para quienes desean la privacidad de un hogar… sin perder conexión. Un rincón para dejarse llevar… cuando todo invita a simplemente estar. “Esta villa representa una extensión natural de nuestra esencia”, comenta Toni Durán, propietario de Ca’n Beneït. “Un espacio donde se respira la autenticidad y la calma de Mallorca, pensado para quienes desean disfrutar del entorno con total libertad y privacidad. Estamos muy contentos de abrir las puertas de este nuevo refugio, que refleja nuestro compromiso con la hospitalidad, la tradición y el bienestar”.
A través de sus 500 m² de serenidad, este escondite acoge hasta seis personas, con tres habitaciones dobles, tres baños completos, cocina equipada y un jardín con piscina privada. Un lugar donde cada detalle acompaña sin hacer ruido, y el bienestar se convierte en un valor tangible.
La villa ofrece otra forma de vivir Ca’n Beneït, permaneciendo con sus gestos sencillos que cuidan y acompañan sutilmente… como el desayuno a la carta en Mirabona, la limpieza diaria, las experiencias diseñadas para nutrir cuerpo y alma, como clases de yoga, tratamientos, spa y sauna, catas de vino, paseos por el bosque y rutas en bicicleta… Todo permanece, solo que desde la intimidad de un espacio propio. Con entrada independiente, la villa protege un secreto aparte. Un espacio reservado, sereno… que sólo se revela a quien lo siente suyo.
La finca es un ecosistema vivo donde la naturaleza se expresa con generosidad. Olivos milenarios, almendros y encinas conviven con un huerto exuberante que abastece la cocina del restaurante Mirabona con productos de temporada. Los limoneros, naranjos, cerezos y chirimoyos perfuman el aire con sus fragancias, mientras que un jardín de plantas aromáticas -romero, manzanilla, hierbabuena, lemongrass- da vida a infusiones y esencias naturales.
El restaurante Mirabona es una celebración de los sabores de la isla, con una cocina honesta y respetuosa con la tradición mallorquina. Nuestro chef reinterpreta recetas autóctonas con un enfoque contemporáneo, manteniendo siempre la esencia de los ingredientes de temporada y la riqueza del entorno.