La sociedad actual tiene el mayor problema en los millonarios y las grandes corporaciones multinacionales. En total, según los datos de la OCDE, las pérdidas fiscales debido a la evasión fiscal ascienden a alrededor del 8% del PIB mundial. Esto representa una cantidad significativa de recursos que podrían haber sido utilizados para financiar servicios públicos esenciales y programas de desarrollo. En concreto, 8,4 billones de dólares al año.
Los países más afectados por la evasión fiscal incluyen economías grandes como Estados Unidos, Rusia, Alemania y China, que son responsables del 55% de las pérdidas fiscales globales. Estos países sufren enormes pérdidas debido a la evasión de impuestos tanto por parte de individuos como de empresas.
En España, por ejemplo, la evasión fiscal supone más de 9.500 millones de euros anuales, de los cuales más de 48.500 millones son evadidos por las grandes corporaciones que desvían parte de sus beneficios hacia paraísos fiscales y territorios de baja tributación.
Impacto en Países en Desarrollo
Los países en desarrollo son especialmente vulnerables a la evasión fiscal. La evasión de impuestos puede representar un porcentaje significativo del PIB en estos países, afectando su capacidad para financiar programas sociales y proyectos de desarrollo. Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, la evasión fiscal representa alrededor del 6,7% del PIB.
Paraísos Fiscales
Los paraísos fiscales juegan un papel crucial en la evasión fiscal. Territorios como Islas Bermudas, Luxemburgo, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Países Bajos o Singapur ofrecen beneficios fiscales y regulaciones laxas que permiten a individuos y empresas ocultar su riqueza y evadir impuestos.
La falta de transparencia y la confidencialidad en la gestión de la información financiera facilitan la ocultación de activos y la evasión de impuestos. Además, muchas de estas jurisdicciones tienen regulaciones fiscales flexibles que permiten a las empresas y personas utilizar diversas estrategias para minimizar sus obligaciones fiscales en sus países de origen.