La
campaña Desarma Madrid, que supone la reactivación del movimiento antimilitarista a nivel local, ha supuesto
un éxito casi inmediato al lograr que el
Ayuntamiento de Madrid liderado por Manuela Carmena se
desvincule públicamente de la feria de armamento HOMSEC 2017.
Ferias de armamento en Madrid
Los próximos días
14, 15 y 16 de marzo está previsto que el recinto ferial IFEMA acoja la sexta edición del
Salón Internacional de Tecnologías de Seguridad Nacional, conocida como
HOMSEC. El movimiento antimilitarista ha logrado implicar a otros colectivos como el sindicato
CGT y a organizaciones como
Greenpeace o Ecologistas en Acción, así hasta
80 colectivos que se han sumado a la campaña. A las 48 horas de
publicarse el comunicado de la campaña
Desarma Madrid el Ayuntamiento retiró el apoyo institucional a HOMSEC, por lo que ahora los esfuerzos se van a centrar en que haga lo mismo
Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. En su comunicado,
Desarma Madrid denuncia que “
HOMSEC es la mayor feria de armamento y tecnologías de seguridad que se organiza en el Estado Español.
España es un gran exportador de armas, el 6º del Mundo. Esto no es casualidad y se logra, entre otras cosas, gracias a ferias como esta”.
HOMSEC es la mayor feria de armamento y tecnologías de seguridad que se organiza en el Estado Español
Campañas antimilitaristas
En el mismo comunicado de Desarma Madrid se aclara que “
HOMSEC servirá de punto de encuentro entre comerciantes de armas y agentes que se benefician del negocio de la guerra, como
empresas de seguridad privada militar y empresas de video-vigilancia”. Hay que resaltar que
Desarma Madrid es una de las campañas que impulsa desde hace años el
movimiento antimilitarista.Otra de las
campañas decanas de este movimiento es la
Objeción Fiscal a los Gastos Militares, de carácter estatal y que durante años
ha financiado todo tipo de proyectos sociales a
nivel mundial. Después del 15M el movimiento antimilitarista en Madrid fue uno de los impulsores de la
Plataforma por la Desobediencia Civil y, más recientemente,
ha participado en las acciones de la
Caravana a Grecia.La
campaña de insumisión, impulsada en los años 90 por el movimiento antimilitarista, supuso una de las campañas más exitosas relacionadas con la desobediencia civil desde los tiempos de
Gandhi o Martin Luther King. Arrastró a
todas las organizaciones de izquierda, incluso a la refractaria
izquierda abertzale, a
posiciones en contra del servicio militar obligatorio. El éxito fue
sorprendente e inesperado para todos los analistas de la época, ya que era
un lugar común en las organizaciones de izquierda que era necesario
recibir formación militar, en aras de un
hipotético conflicto armado revolucionario.
Un movimiento después de la insumisiónDespués de la
insumisión el
movimiento antimilitarista continuó con su tarea
ya en solitario, ya que las organizaciones de izquierda sumaron de manera oportunista a
una campaña que nunca controlaron y enmarcada en unos valores e ideas que, en realidad,
nunca creyeron. Así se explican las peculiares argumentaciones de los colectivos nacionalistas de insumisos, que plantearon una
“insumisión al ejército español”.
Un entonces desconocido Pablo Iglesias participó en 2005 en un encuentro del Movimiento Objeción de Conciencia
Un
punto de inflexión del movimiento antimilitarista al intentar reinventarse después de la insumisión fue el
encuentro de verano del antiguo
Movimiento Objeción de Conciencia (MOC), que organizó en la
ecoaldea de Lakabe en el año 2005. En él participaron activistas como un entonces
desconocido Pablo Iglesias (en aquellos momentos un prematuramente retirado
activista antiglobalización) y periodistas como
Magda Bandera (La Marea) o Alberto Arce.