El polémico arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, que acumula una larga lista de declaraciones homófobas al tiempo que oculta investigaciones sobre curas acusados de pederastia, no ha desaprovechado la oportunidad de opinar sobre la recién aprobada ‘ley Trans’ sobre la libre autodeterminación de género, y ha alertado, en la eucaristía de este domingo en la catedral granadina, que detrás de los casos de cambios de sexo “hay una historia de suicidios vinculados a eso que se oculta”. Martínez también ha cargado contra la ley de eutanasia y ha añadido que ambas normativas son “inicuas, en cierto sentido criminales” y representan “una ofensa a la razón humana”, bajo el argumento de que “la realidad es la realidad”, según la opinión que transmitió este domingo a sus fieles recogidas por Europa Press. En 2007, el arzobispo de Granada fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 5 de Granada al pago de una multa de 3.750 euros por un delito de coacciones y una falta de injurias contra un sacerdote.
“Quien ha nacido hombre será siempre hombre; quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan, le hagan las operaciones que le hagan”. Bajo esta reflexión de lo que considera “la realidad”, ha vinculado suicidio y tratamientos de cambios de sexo sin ningún dato objetivo que corrobore sus declaraciones. Tan solo ha añadido que, respecto a esta supuesta evidencia de los supuestos suicidios vinculados a personas sometidas a tratamientos hormonales de cambio de sexo, se comprobó “en una época en que en los Estados Unidos esa práctica se hizo con niños recién nacidos, durante diez años y luego se prohibió. Se prohibió ha remachado porque muchos de esos niños terminaban o en instituciones mentales o en el suicidio”.
El prelado, condenado por coacciones e injurias a un sacerdote en 2007, asegura que “quien ha nacido hombre será siempre hombre; quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan”
La interminable lista de agravios homófobos del arzobispo de Granada suma declaraciones como estas contra las feministas: “Detrás de la ideología de género hay una patología. Hay una cortedad y una torpeza de la inteligencia”. Bajo el mismo púlpito que le otorga la Iglesia, en esta misma homilía de 2017 contra el feminismo, Martínez aseguró: “Cristo ha venido para enseñarnos a distinguir una patata de una rosa y un hombre de una mujer. Y para descubrirnos que las patatas son muy feas pero se comen, y las rosas son muy bonitas, pero si te comes una rosa, te llenas la boca de sangre y, además, destruyes la belleza de la rosa”. Remató su reflexión con esto: “Y que un hombre se siente una mujer… A veces, nos cegamos tanto”.
Reclama la rebelión de la Iglesia
En la eucaristía de este domingo 4 de julio, el arzobispo de Granada arengó a la Iglesia que él representa para que se rebele contra estas leyes aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. “La iglesia no puede callar”, según Martínez porque las leyes de eutanasia y la conocida como ley Trans “suponen una falta de respeto inmensa a un pueblo que está todavía saliendo de una pandemia, se aprueban aprovechando determinadas circunstancias para que ese pueblo no pueda reaccionar, ni manifestarse, ni expresar su sentir, independientemente de que sea una mayoría o una minoría”.
Del mismo modo, Martínez ha comparado estas leyes aprobadas por el Gobierno de Sánchez con el exterminio nazi. “Estamos en el camino hacia una tercera dictadura, de un modo o de otro, porque se imponen leyes que van contra el bien común. Que la ley Trans, por ejemplo, convierte el sentimiento en categoría jurídica. No es la primera vez que pasa. En los años 30 y 40 del siglo pasado, el sentimiento de superioridad de la raza aria dio lugar a millones de muertos cuando se convirtió en ley”, dijo el prelado.
