El Estado pagó 3 millones de euros de dinero público por el silencio de una amante del rey Juan Carlos

25 de Julio de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Juan Carlos I 04

Distintas fuentes afirman que el número de amantes o de«rolletes» de Juan Carlos I podría situarse en varios miles. El problema estácuando esos amoríos han sido tapados con dinero público, porque ahí ya seconvierte la vida privada en un asunto de Estado, sobre todo cuando éste pone adisposición del rey recursos públicos para silenciar a las «amigasentrañables». Que el monarca utilice su dinero, conseguido de tal o cualmanera, para pagar ese silencio, podría ser lógico, mucha gente lo hace. Peroel dinero público es de todos los ciudadanos y ciudadanas de este país ydebería estar destinado para lo que de verdad es una cuestión de Estado: elbienestar del pueblo.

Este es el caso de una de las aventuras más largas del reyJuan Carlos, que se inició en el verano de 1979 y se alargó hasta la década delos 90 del siglo pasado. Distintas fuentes afirman que, hasta el año 1985, laentonces «amiga entrañable» del rey recibió una asignación mensual que no bajóde 1 millón de pesetas (6.000 euros), dinero que fue pagado con los fondosreservados adjudicados a Presidencia de Gobierno. Así lo denunció y publicó elcoronel Amadeo Martínez Inglés. A partir del año 1985, esa asignación o«salario» procedentes de esos fondos reservados mensual subió a 2 millones depesetas (12.000 euros). «Era un incremento espectacular, pero perfectamenteasumible por el pozo sin fondo de los dineros sin justificar que los Gobiernosde turno de la democracia española han venido dedicando, desde 1975, afruslerías tales como los GAL, los confidentes, la compra de dossiers, lacorrupción de tránsfugas políticos, las querindongas de altos cargos, lacompra de voluntades exteriores útiles al Estado», afirma el coronel.

Fue en 1994 cuando la «amiga entrañable» del rey Juan Carlosrecibió el mensaje de que la relación se había terminado y, evidentemente, laasignación mensual se acababa. La reacción de la ya ex amante del monarca fue fulgurantey amagó con hacer públicos unos vídeos que grabó durante sus encuentros íntimossi no se le pagaba una elevada cantidad de dinero. «Ante esta nítida amenaza alos cimientos mismos de la estructura de la monarquía juancarlista, el CESID,de acuerdo con el hombre de confianza de La Zarzuela y testaferro real, ManuelPrado y Colón de Carvajal, decide intervenir. Varios agentes especialesadscritos a su Grupo Operativo allanan en su ausencia el domicilio de ladespechada mujer con dos objetivos precisos y bien diferenciados: hacerse conlas peligrosas cintas de vídeo en cuestión y dejar a propósito abundanteshuellas del asalto como claro mensaje intimidatorio. Pero la operación, almenos aparentemente, fracasará en ambos frentes. Las cintas oficialmente noaparecen por ningún lado (según algunas fuentes muy reservadas del propio CESIDy de la Inteligencia del Estado Mayor del Ejército sí fueron encontradas y convenientemente«procesadas» por el comando, lo que supondría, caso de ser cierta lainformación, una nueva fuente de incertidumbre para la Casa Real española) y laantigua amiga del monarca no se arredra en absoluto con la aparatosa invasión desu intimidad. Todo lo contrario. Aunque la presión del aparato del Estadoempieza ya a hacer mella en sus emolumentos y también en sus contratosartísticos, que desaparecen como por ensalmo, y en sus amigos, que huyen deella como de la peste, lanza un ultimátum al rey utilizando uno de los canalesreservados de relación que todavía mantiene abiertos. O se pacta con ella unamuy sustancial contraprestación económica por su silencio o los ya famososvídeos (en esos momentos ya en boca de tertulias y mentideros de la prensa rosadel país) serán distribuidos a los medios de comunicación en la forma que ellaestime conveniente», afirma Martínez Inglés.

El amago de publicar esa documentación gráfica se tomó muyen serio en la Zarzuela y fue nuevamente Manuel Prado y Colón de Carvajal quiensacó las castañas del fuego al rey Juan Carlos ultimando con la ex amante unpacto de no agresión por el que «a cambio de guardar los acusadores vídeos enuna caja fuerte controlada por ambos (doble llave y doble combinación) que lemontarán en su domicilio y a la que Prado podrá acceder cuando le parezca oportuno,en presencia de la dama, recibirá mensualmente la astronómica cantidad dedinero antes citada. Además, ella se compromete a no hablar jamás en el futurode cualquier pasaje de su vida privada que pueda involucrar a su majestad elrey».

Todo esto funciona hasta que se produce el cambio degobierno en 1996. El nuevo presidente, José María Aznar, al enterarse que seestá gastando dinero de los fondos reservados de Presidencia ordenó laparalización inmediata de los pagos. La reacción de la ex amante del rey Juan Carlosfue la que se esperaba en Zarzuela: nuevas amenazas de hacer públicos losvídeos y reclama mucho dinero a cambio de entregar todo el material.

«Aunque las garantías para el Estado son mínimas y no hayconstancia del número exacto de cintas existentes, de las posibles copias quehan podido fabricarse a partir de ellas, así como de su posible exportación aotros países, la explosión mediática a nivel mundial que puede provocar labomba que representan las cintas de vídeo es de tal magnitud que fuerza, unavez más, la rendición del Gobierno español. A su presidente, furioso, no lequeda otra opción que mirar para otro lado, transigir con un asunto que si sele va de las manos puede arruinar su primera legislatura en el poder y accedera que sea  ahora el Ministerio delInterior (ya que él,  desde Presidencia,no quiere saber nada del asunto), y en varios plazos, el que le entregue a laavariciosa ex amiga del monarca, como finiquito». La cantidad reclamada: 100millones de pesetas (600.000 euros).

Si realizamos las cuentas de cuánto dinero público recibióesta ex amante del rey Juan Carlos por su silencio desde el año 1979 estaríamosen una cantidad cercana a los 500 millones de pesetas (3 millones de euros). Además,el problema no quedó del todo solucionado porque, según indica el coronelMartínez Inglés, los servicios de inteligencia creen que aún existen cuatroposibles núcleos de material sensible relacionado con esa relación del rey JuanCarlos.

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