El falso obispo que tutela a las monjas clarisas en rebeldía asegura que su fundación ultra recibe fondos públicos del Estado

17 de Mayo de 2024
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Pablo de Rojas Sánchez-Franco, el falso obispo que ha tomado bajo tutela a las monjas clarisas de Belorado, aseguró en el programa de Ana Rosa Quintana que su fundación, Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, una organización ultrarreaccionaria, franquista y negacionista de las vacunas, recibe ayudas del Gobierno.

“No recibo un salario, pero nuestra fundación y nuestra asociación, que son varias, reciben por vías del Estado, también por miembros de la asociación, de los mismos numerarios, y somos totalmente autosuficientes”, aseguró cuando la presentadora la preguntó por la forma de financiación de su congregación. Pía Unión es una asociación no reconocida por la Iglesia. De hecho, en el Vaticano la consideran una secta herética.

Las declaraciones del polémico falso obispo han movilizado al Gobierno, según ha podido saber Diario16. Pedro Sánchez, muy sensible últimamente con el auge de los grupos reaccionarios y de extrema derecha, ha dado la orden de revisar papeles y registros cuanto antes, puesto que sería un grave escándalo para este país que semejante personaje, con su grupo ultrarreligioso que admira a los sacerdotes del 36 que empuñaron las armas contra la Segunda República, esté recibiendo dinero público. En los últimos días en el Ejecutivo, siempre presionado por sus socios de la izquierda, se ha llegado a la conclusión de que urge una investigación a fondo por este asunto que ha levantado una gran polvareda mediática y cierta alarma social. Es algo sabido que el presidente del Gobierno ha decidido iniciar su propia cruzada contra el fascismo posmoderno, en todas sus facetas, política, mediática, judicial y social, y este tipo de siniestras organizaciones no deberían recibir ni un solo céntimo de los impuestos pagados religiosamente, nunca mejor dicho, por los contribuyentes españoles.

Sánchez-Franco, autodenominado como Duque Imperial, obispo excomulgado en el año 2019 bajo cuya tutela estarían ahora las religiosas, cuestiona la autoridad del papa Francisco y sorprende a todos con unas polémicas palabras sobre el holocausto judío.  "La palabra holocausto no se puede tipificar para ese exterminio, es lo que se dijo y un servidor es partícipe de lo que dijo: ¿Que hubo muertos y muchos? Sí ¿Campos de concentración? También".

Las monjas Clarisas del Monasterio de Belorado se muestran en desacuerdo con la Iglesia Católica a raíz de un conflicto por la venta de un convento: ellas querían venderlo para comprar un monasterio, pero el arzobispado ha impedido la venta, lo que ha provocado que las religiosas se aparten de Roma. Al parecer, se habría frustrado su plan porque la Iglesia sospecharía que tras este plan estaría Pablo de Rojas, el obispo excomulgado. De hecho, las clarisas habrían anunciado ahora su intención de apartarse de la Iglesia y estar al lado del obispo.

Por su parte, Rojas niega que quiera fundar su propia Iglesia. Asegura que su objetivo es continuar con lo que se le ha legado, cuestionando a todos los papas desde Pío XII. De hecho, suele llamarles por su nombre de pila, no como Sumo Pontífice, lo que motivó la pregunta de Ana Rosa Quintana: “¿Y usted qué alias tiene? Usted está ofendiendo a 1.600 millones de personas que pertenecen a la Iglesia Católica y que tienen a su Santidad en el Papa”, replicó la presentadora.

Cuando Ana Rosa preguntó al entrevistado qué le parece el papa actual, Rojas respondió: “¿Bergoglio? No voy a entrar, es un hereje evidentemente pero no voy a hace un análisis moral de él, no me compete y no es el momento”. Sus palabras sobre el papa no son las únicas declaraciones polémicas de Rojas y es que afirma no añorar el franquismo porque no lo conoció, aunque sí se declara “un gran admirador de la doctrina social que él [el dictador] impuso en España y todo lo que prosperó España después de la guerra civil provocada por los mismos que nos están gobernando: los socialistas y los comunistas”.

Además, el entrevistado dejó claro que no tiene personal a su servicio sino que se trata de “numerarios auxiliares”. En total, son siete sacerdotes sin contar a los religiosos, y añade: “Numerarios que pueden ser casados o con votos privados son más, alrededor de 200, no usan hábito ni utilizan distintivo religioso”.

En cuanto a la operación inmobiliaria origen de la polémica con la Iglesia de las monjas clarisas, asegura que él no es el benefactor que les dio los 1,2 millones de euros que les faltaban por pagar. ¿Qué va a pasar a partir de ahora con las 16 hermanas en rebeldía? Según Rojas, “han renegado ya” y van a realizar sus “votos solemnes”.

Además, reitera que no están recluidas y que todas han tomado esta decisión de una manera libre: “He comprobado que tienen una buena psicología (...) Las religiosas no han dado este paso por nada de urbanismo, lo han dado por amor y por la fe”.

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