Se manifiesta rugiendo o amenazando con una moto sierra a quien ose enfrentarse a él y sus ideas trasnochadas. Me refiero a Milei.
El león salvaje, elocuente y amenazante, se presenta rugiendo o con una moto sierra frente a cualquiera que desafíe su ley. Como individuo, posee un carácter indomable e incontrolable y una lengua desbocada, habiendo causado un accidente grave e intolerable.
Sin embargo, como presidente electo de Argentina, elegido democráticamente, merece todo nuestro respeto. Representa a una República hermana con relaciones diplomáticas amistosas.
En su viaje al Reino de España ha provocado la incidencia más grave que jamás se haya producido y es absolutamente lamentable. Este león de papel, que ha sentido y sacado sus garras, necesita de una plataforma que aplauda su lenguaje montaraz.
Clarifiquemos las cosas. ¿Por qué ha venido? La invitación viene del partido político Vox, que ansía provocar y encender al Estado para generar un golpe al estilo de nuestra guerra civil, algo que añora desde cualquier punto de vista.
Su perspectiva es primitiva y violenta, siempre invitando a aquellos que comparten su violencia incendiaria para provocar un fuego infernal. Milei aceptó de inmediato, ansioso por ajustar cuentas con el presidente español y presentarse en Europa como el único capaz de liderar todas las derechas contra la izquierda diabólica y asesina, presente en los socialismos que tanto se jactan de justicia social y de defender a los trabajadores.
Esto quiere que se oiga, por eso levanta la voz hablando con alaridos. Proclama que todos desean una entrevista con él. Y habla como un verdadero ególatra. Se considera a sí mismo como el número dos en el mundo. Tal vez pueda unir a todos para derrocar a la izquierda. Se declara un culto a su persona, es un narcisista.
Entretanto, ¿qué piensan los argentinos y españoles comunes? Marirrodríga lo resume impecablemente en EP: “en estos días, españoles y argentinos comunes son como vecinos que caminan haciendo sus cosas, uno levanta la vista y el otro extiende la mano, ambos diciendo lo mismo: "Yo qué sé" y "¿Qué sé yo?", respectivamente. Luego, se sonríen como siempre, se saludan y continúan su camino”.
Hay muchos argentinos aquí y muchos españoles allá. Nadie romperá esos lazos porque son fraternales y amistosos, mucho menos por estos espectáculos políticos.
A Milei realmente le encanta ser el centro de atención y recibir aplausos enfervorizados de sus partidarios. No duda en realizar cualquier actuación necesaria para sus intereses. Se habla mucho de sus montajes, que son energuménicos y están llenos de rabia.
Sus insultos al Papa, su compatriota y también Jefe de Estado, son de antología. Sin embargo, es importante considerar las razones detrás de sus acciones. ¿Qué le motiva a hacerlos? Le ha etiquetado como impulsor del comunismo por defender los impuestos, considerados imprescindibles para la justicia distributiva. De ahí pasa a calificarlo de “nefasto” y “diabólico”. Incluso llega a decir que “el maligno ocupa el trono de la Casa de Dios en la tierra”.
Realiza estas acusaciones contra alguien que es su compatriota, que posee un gran prestigio ético a nivel internacional y que, además, es Jefe de Estado. ¿Ha cruzado todos los límites con esto? La falta de respeto es evidente en él.
Se vanagloria de ser el segundo mejor del mundo; quizás proclamarse el primero le resulte demasiado presuntuoso. En retórica, parece un maestro, aunque de los peores. Creo que, en realidad, lo que esconde es un profundo complejo de inferioridad. Será el paso del tiempo el que lo confirme. Tal vez con ello se le bajen los humos, que los tiene demasiado inflados.
No le vendría mal recibir un poco de educación y emplear algo de diplomacia y cortesía. Esto no puede ser nunca malo. Así le subiría un poco el prestigio y el reconocimiento, que los tiene por los suelos.
Entonces, ¿qué se debe hacer? Es necesario reducir la tensión después de la retirada de la embajadora de España en Buenos Aires. Esta medida es drástica, pero no había otra opción. Es el primer paso hacia la ruptura de relaciones diplomáticas. ¿Qué ocurrirá en su próximo viaje a España? Si no modera su comportamiento y sigue actuando de la misma manera tan desfavorable, creo que el destino ya está decidido. Y así se llevará a cabo el último paso previsto. Habrá momentos más oportunos para resolver la situación. Mientras tanto, todo podría quedar en suspenso. Demos paso a la hipótesis.