El odio de Vox ya ha calado en España: «Se les vuelve a subir a las pateras, se les deja fuera de nuestras aguas jurisdiccionales y que remen a sus países»

24 de Octubre de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Vox Migracion

Uno de los puntos más fuertes de la propaganda fascista y de los partidos de ultraderecha es el odio hacia los inmigrantes. El problema está es que las generaciones de jóvenes de segunda o tercera generación compran ese mensaje de odio hacia los que llegan nuevos. Esto se ve en Francia, donde Marine Le Pen ha atacado duramente a la inmigración pero obtiene sus mayores resultados en los barrios más humildes y con más población migrante de París o de Marsella.

En España está ocurriendo lo mismo pero con más velocidad que en el país vecino. Las consecuencias de las políticas del PP para gestionar la crisis que provocaron que el número de millonarios se incrementara un 300% mientras aumentaban las colas del hambre, han llevado a los españoles a una situación en que los mensajes contra los inmigrantes calen muy fácilmente.

Un ejemplo de ello lo tenemos en la reacción del dirigente de Vox Ignacio Garriga en Twitter. El político catalán compartía en la red social un artículo de OkDiario sobre una protesta de migrantes marroquíes por la calidad de la comida que recibían de Caritas.

«No les gusta nuestra comida, no aceptan nuestros valores, no respetan nuestra convivencia ni obedecen nuestras leyes. Aquí nadie tiene por qué estar a disgusto», afirmaba Garriga con un discurso absolutamente xenófobo y cargado de odio que  va en la línea de Vox.

Sin embargo, donde se aprecia que ha calado el mensaje racista es en las respuestas a ese tuit, cargadas de crueldad y xeonofobia. Ya no se trata de que sean «cuatro fachas» diciendo burradas. Lo que se lee ahí se puede escuchar en cualquier esquina de España por personas que, incluso, presumen de ser de izquierdas.

«Que vayan a las mezquitas, tal vez la comida que allí reparten sea de su gusto», afirmaba uno. Otro usuario, cuya foto de perfil está adornada con la bandera de España con el pollo franquista, era mucho más cruel: «Se les vuelve a subir a las pateras, se les deja fuera de nuestras aguas jurisdiccionales y que remen a sus países de origen».

El odio al musulmán que promueve Vox se nota en las respuestas en las que no se respeta lo marcado por la religión islámica en referencia a la alimentación: «Que sinvergüenzas, se les ha olvidado de ponerles panceta, bacon y jamón dulce». «Yo les daba lomo, jamón, panceta y todo lo bueno que produce el cerdo. Que se jodan», decía otro.

No podía faltar las referencias a que esos migrantes regresen a sus países: «Que se vayan a sus países a dar por culo, que aquí nadie las ha llamado y si quieren vivir con más lujo que trabajen». «Pues si no les gusta que se marchen a su país y que sigan comiendo mierda», escribía otro usuario.

Estas personas, incluso, llegan a atacar a la Iglesia, a Cáritas y haciendo llamadas al exterminio: «Vergonzoso que Cáritas se dedique a alimentar la invasión musulmana, el demonio está en la Iglesia. Muchos deberán ser purgados».

Y, evidentemente, no podía faltar la referencia a los españoles y el resto: «Los españoles en las colas del hambre habiendo trabajado y cotizado toda su vida. Estos sin papeles exigiendo becas de comedor. ¡Patada en el culo y vuelta a su tierra!».

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