Leer comentarios de sucesos tristes en redes sociales, como si se tratara de un campo de batalla por ganar una inverosímil partida entre acérrimos rivales «oficialistas contra negacionistas», se ha convertido en habitual y eso es algo de cada vez más demoledor. Primero, porque tras ello tenemos trágicos sucesos a los que no se les presta la atención e investigación requerida, segundo por ver que a estas alturas persiste el esfuerzo de seguir negando algunas evidencias y tercero, porque esta guerra no debería darse entre la población. Como dicen: “Nos ponen unos contra los otros para que no vayamos todos contra ellos”. Razones suficientes por las que decidí no entrar en los comentarios de ciertas noticias y menos todavía del periódico local.
Son muchos meses resistiendo por dignidad y prioridad —entre otros motivos—, unas razones suficientes por las que hasta ahora no había materializado “el pecado”. Esta es la historia de un propósito incumplido.
Al ver todo tipo de barbaridades en redes, parece razonable querer exponer datos contrastados que se están obviando o negando por una población básicamente desinformada —o mal informada—, pero creer que obtendrás respuestas educadas, sensatas u objetivas, no es más que un espejismo. Resistir a la tentación de enseñar evidencias a quien no las quiere ver, es una forma de proceder que creía haber aceptado con resignación y con contundencia.
Aquí la desdicha. Ver tantos casos de “ahogamientos” o fallecimientos de personas jóvenes sin enfermedad conocida en una isla tan pequeña como Menorca en el último mes (junio 2023), los últimos casos de dos chicos ambos de 37 años y en días correlativos https://www.menorca.info/menorca/sucesos/2023/06/28/1966267/fallece-turista-anos-hotel-del-arenal-castell.html , https://www.menorca.info/menorca/sucesos/2023/06/29/1966727/fallece-turista-anos-ahogo-piscina-hotel-punta-prima.html y tras tener conocimiento de otra chica de 25 años en el mismo periodo, quise comprobar si ya había llegado el momento en el que la gente ve que algo extraño está sucediendo o si, en cambio, lo siguen observando como algo realmente muy común y sin importancia. Ahí el inicio de “el delito”: entrar a una red social a examinarlo.
Si bien es cierto que me reconforta ver que muchos han empezado a dudar en los últimos tiempos, otros siguen negando una triste realidad con la que nadie gana nada. ¿Qué realidad? Que existe una sobremortalidad desde el año 2021 con casos de muchos jóvenes y deportistas que antes no se daban como así lo denuncian muchos especialistas por todo el mundo. ¿Siempre ha habido casos como estos? De algunas causas sí, por supuesto, de otras está siendo realmente excepcional. ¿Han aumentado entonces los casos? Sin duda. Solo hay que acudir a la estadística contrastada para percatarse. ¿Todos los que opinan se han molestado por investigar más allá de lo que enseñan la mayoría de medios de comunicación vendidos al poder? El proceso no es nada fácil, pero al final reconforta entender lo que está sucediendo.
A lo que íbamos. Con intenciones de desprestigiar a una persona que comentaba que había más casos en los últimos tiempos, una usuaria de Facebook le pregunta con sarcasmo que de dónde saca la estadística. Aquí el “pecado”: una servidora, educada e irresistiblemente, le ofrece el enlace del Euromomo (www.euromomo.eu) para que pueda confirmar los datos de sobremortalidad sobre la mortalidad esperada. Aunque no se las ofrecí, estas gráficas están sacadas de la página y los datos son claros, avalan que desde 2021 están muriendo más, nadie puede esconderlo.
¿Su brillante respuesta?:
”, jajajajajaja, siiiiii, las vacunaaaaas, nos están eliminando.. jajajajajaja”.
Nadie hablaba de vacunas, solo de un aumento de mortalidad a partir de 2021 y no es para tomarlo a risa. Esta sería mi respuesta hacia “la erudita” para no entrar en mucho debate.
Y esta sería la respuesta de Don Facebook al comentario, ya que de “la erudita”, hasta el momento de escribir estas líneas, más no se supo:
Por si éramos pocos… ¿Qué teme Facebook? La censura, aunque no es nada nuevo y ya casi nos aburre, es real y debería dar mucho por pensar a los que se resisten a ver ciertas realidades. ¿Qué mal existe en mi comentario? Ofrezco un simple enlace del REGISTRO OFICIAL de mortalidad de la UE. ¿Por qué no quieren que se muestre? ¿Cuál es el delito?
Por si fuera poco, se une un usuario con esta magistral respuesta: “pasas una web donde te contradices a ti misma, las estadisticas van a la baja. Cada vez muere menos gente de infarto, es una realidad https://www.caib.es/…/5e52cfcf-0873…/es/def_71200.px”.
Primero, la web del EuroMomo no registra los casos de infartos en sí. Segundo, estos son los datos que aparecen en el enlace que manda “el señor erudito número dos”:
Si bien es cierto que desde 2016 habían disminuido, en 2021 aumentan los casos: de 496 Infartos de miocardio en las Islas Baleares en el año 2020 a 582 en el año 2021 que es hasta donde salen registros. Por lo que se contradice con sus propios datos y avala esta realidad.
Además, nadie hablaba concretamente de vacunas ni de infartos, sino de tristes noticias de gente joven muriendo. ¿Por qué sale una hablando de vacunas y el otro de infartos? Se delatan solos. La pregunta es: ¿Qué ganan con su intento por negar una sobremortalidad contrastada y avalada por los datos oficiales? ¿O es que realmente creen que esos datos no existen? Entiendo que las autoridades responden a unas órdenes e intereses, así como los medios. ¿Pero la gente “de a pie” qué gana con ello? Hablar de las causas sería otro tema distinto. Que coincida el aumento de muertes con el inicio de la vacunación puede ser una mera coincidencia o no, pero es una realidad objetiva.
En fin. Buscamos explicación a reacciones que normalmente se esconden bajo personas poco racionales, con baja capacidad crítica o muy desinformadas y con pocas ganas de remediarlo —por falta de capacidad o de interés—. Por eso, aunque la intención de querer informar sea buena, mi decisión de no entrar a comentar en estos lugares ni con gente que no está preparada para percatarse de la triste realidad. Al flaquear y caer en debates tan estériles me digo a mí misma: «Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir».
El sistema ha creado personas que no tienen la capacidad de pensar y estos son algunos de sus frutos.
Gracias a todos los que hacen algo por cambiarlo.
«El sistema ha creado personas que no tienen la capacidad de pensar y estos son algunos de sus frutos».
Uno sin capacidad de pensar lo ve así. Al parecer, las vacunas han contribuido de forma decisiva a poner bajo control la pandemia y por lo que parece han salvado millones de vidas. Como todo medicamento puede que tenga algún efecto secundario y podría ser que hoy se esté cobrando algunas vidas. Pero eso no cambia nada.
Quien no lo quiere ver, no lo verá, se llama sesgo. Solo la brutal censura ya debería ponernos en cautela ante los desmanes históricos de las clases dominantes. ¿Qué nos hace pensar que hoy es distinto, su propia propaganda ocultándolo, o la educación sesgada que hemos recibido? Nos quieren peleados y divididos para machacarnos, la lucha no está entre nosotros, sino entre nosotros contra ellos, como bien dice usted, con los datos oficiales en la mano, esos que no sacan en sus medios de propaganda. ¿Por qué?
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Ortiz, las mal llamadas vacunas Covid no han salvado ni una sola vida, si se informa un poquito mejor lo verá. «Las vacunas han salvado millones de vidas» es un mantra repetido (y falso) hasta la saciedad. Si lee «El libro negro de las vacunas», de Inmaculada Fernández, con los datos oficiales en la mano, esos que sospechosamente no quieren los dueños de las farmacéuticas y sus esbirros políticos que sepamos, verá que una cosa es el mantra y otra muy distinta la ciencia. La de verdad, esa que esconden las élites globalistas del Foro Económico Mundial, que nadie hemos votado.