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El sofista ignoto

21 de Mayo de 2018
Actualizado el 02 de julio de 2024
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El líder del principal partido emergente (hoy parece ya consolidado) nacido en Catalunya es hijo de la meritocracia liberal cuya característica principal consiste en ser elocuente, al objeto de ganarse a la mayor cantidad de gente posible y para ello es necesario otro rasgo de la personalidad: puede mentir con convicción y sentirse poco culpable.Habla como si dijera algo indiscutible y por eso sacraliza las palabras y ya sabemos que las palabras sagradas no están ahí para ser comprendidas, sino obedecidas. Las palabras sagradas (nazi, independentista, supremacista, xenófobo entre otras) tienen buena prensa gratuitamente, pero no hay nada absolutamente unívoco, eso sería la suma tiranía. Las palabras tienen que ser profanas. Las palabras deben tener un agujero como decía Machado, el ventanal del fondo que da a la mar sombría.Poder pensar y poder decir significa precisamente poder someter nuestras opiniones al examen de una razón común, es decir, de una común capacidad de razonar sobre ellas.Platón en sus confesiones, en la carta VII admite que porque quiso el poder se vio obligado a los rodeos de la verdad. El campeón de la oratoria, de la retórica no es que rodee la verdad para conseguir el poder, se olvida de la verdad se olvida de la decencia más elemental. Es la actitud de quien busca ante todo el triunfo dialéctico sin cuidarse de si alcanzar semejante triunfo ha defendido o no una tesis que se supone verdadera y plausible.Darle un martillo a un sofista ignoto y encontrará que todo lo que le sale al paso necesita ser golpeado.El arte de los sofistas es el arte de los simulacros, el arte de crear fantasmagorías, pues su saber no es auténtico sino aparente, en definitiva son unos charlatanes que fabrican ellos mismos el saber que enseñan.Cada día molesta más esta forma de dogmatismo, el que dice: cada uno tiene su opinión. Confunde libertad con arbitrariedad. Que todo el mundo quiera saber y pueda hacerlo no significa que todas las opiniones valgan.La expresión “visión del mundo” indica el modo propio de estar en el mundo de un ser humano concreto y, a menudo también, de una colectividad. Nuestro estar en el mundo pone de manifiesto nuestra complejidad constitutiva, el desacuerdo de nosotros con nosotros mismos que habita en lo más profundo de nuestro ser.Se vive una sola vez y vale la pena no poner las cosas difíciles a los demás.
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