La situación que están sufriendo decenas de personas, que han permanecido durante semanas en el interior de la fábrica metalúrgica de Azovstal en Mariupol, parece ver su final desde que esta semana se comenzase a evacuarlos.
La semana pasada, desde el Gobierno de Rusia se hacía un llamamiento para exigir que no se utilizase a personas civiles como rehenes, algo que confirman las personas que están saliendo del lugar y que en casos como el de Natalia Usmánova, trabajadora de la planta, puede verse en el siguiente vídeo.
La reunión que mantuvo Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas con los presidentes de Rusia y Ucrania abordó, precisamente esta cuestión entre otras. Era necesario garantizar la salida de las personas civiles que se encontraban en el interior de la fábrica de Azovstal, y tras la conversación con Putin, se organizó la presencia de cuerpos de Naciones Unidas y de Cruz Roja para garantizar la salida de las personas, de manera escalonada, que hasta el día de ayer se pudo producir.
Según señalan algunos testimonios que han conseguido abandonar Azovstal, habrían sido las tropas militares ucranianas posiblemente del batallón Azov quienes les habrían tenido retenidos contra su voluntad.
"Simplemente te meten en una jaula y no te dan la oportunidad de ser salvado. Ellos mismos vienen a meterte miedo diciendo que te van a enterrar aquí", ha afirmado Usmánova, una trabajadora de la fábrica.
En sus declaraciones explica el miedo de los civiles a los militares dentro del búnker.
Una realidad que es difícil poder ver en la mayoría de los medios de comunicación.
Fuente de la entrevista a la trabajadora de Azovstal: RT