Manuel Teigell de Soto

En el pueblo donde vivo

13 de Mayo de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Santiago-Abascal-Vox
En el pueblo donde vivo, en la provincia de Guadalajara, en las últimas elecciones celebradas el 28 de abril, sobre un censo de 8.525 personas, 1.294 han votado a VOX. Tan solo 13 lo habían hecho en las anteriores generales, así que han conseguido convencer a 1.281 electores.VOX ha sido la tercera fuerza política por detrás de PSOE y Ciudadanos y por delante de Unidas Podemos y del PP, que se ha hundido al quinto lugar.El pueblo donde vivo tiene emigrantes marroquíes, rumanos, latinoamericanos y africanos, pero no en un número muy alto, que algunas personas puedan pensar en “invasión” como dicen los seguidores de VOX. Y en los doce años que llevo viviendo no ha habido ni un problema de convivenciaSé que les han votado, además de  los consabidos ultraderechistas de toda la  vida,  personas que conozco: padres y madres de amigos y amigas de mi hijo, vecin@s, trabajador@s que han sido emigrantes en el extranjero y gente que  ha  llegado a este pueblo buscando zonas baratas para vivir, gente que ha estado mucho tiempo en el paro, que han tenido que aceptar sueldos de miseria , horarios abusivos, hasta emigrantes que consiguieron la nacionalidad española tras años de trabajar entre nosotros, pensionistas, gente del pueblo de toda la vida y jóvenes, muchos jóvenes aceptaron su discurso y les han dado el voto.Entonces, tal y como es el discurso de los líderes del partido ultraderechista, que tan hondo ha calado en una parte importante de la población del pueblo donde vivo, ¿yo para estas personas soy la anti España a la que hay que combatir? ¿Si fuera homosexual negarían mi matrimonio si estuviera casado con una pareja de mi mismo sexo y querrían someterme a terapias educativas? ¿Sería un enemigo a combatir si fuera musulmán, si fuera emigrante sin papeles que hubiera llegado de una guerra y una miseria que, por supuesto, no les importa porque solo vengo a aprovecharme y habría que deportarme inmediatamente? Si soy feminista y reivindico la igualdad total, ¿digo solo mentiras si afirmo que existe la violencia de género y que los asesinatos continuados de mujeres no son simples problemas familiares? ¿También si quiero una España laica, si quiero el derecho a una muerte digna a una ley del aborto que no haga esconderse y salir al extranjero a quien por necesidad tenga que realizarlo?¿Soy anti España porque no crea que el toreo sea un bien cultural a preservar y diga que es tortura y no arte o que me parezca una bestiada que tengamos que ir armados como decía el sr Abascal? ¿Soy anti España porque creo en una España plural y que no odie ni desprecie sus otras lenguas y no vea con resquemor al que utiliza un idioma que no es el castellano? ¿Para ellos, para esas 1.294 persona del pueblo donde vivo, soy el enemigo?Nunca me ha preocupado demasiado las ideologías de vecinos, amigos o familiares, no digo que algunas no me hayan fastidiado algo, como la mía fastidiará a otros. pero esto es distinto. VOX me recuerda tanto a los partidos fascistas de los años 20 y 30 que cultivaron el odio y llevaron a la gente a guerras y matanzas irracionales. No sé si en sus problemas cotidianos han visto en este partido la solución. Si es así, qué miedo.  No sé si han leído el programa o sólo les mueve el odio al diferente. Por eso, ¡qué miedo, qué pena y qué asco!
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