Enfermería denuncia amenazas y coacciones en Madrid para prolongar el material más de lo recomendable

17 de Abril de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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foto enfermera

El Sindicato de Enfermería de Madrid(SATSE) ha denunciado ante la inspección de Trabajo las amenazas y coaccionesque sufre el personal sanitario para alargar la vida del material de proteccióncontra le coronavirus.

Lafalta de Equipos de Protección Individual (EPIs) y la necesidad de dar unaaparente sensación de normalidad en los centros asistenciales y sociosanitariosestá provocando que aumentenlas órdenes verbales, hacia el personal sanitario para que alargue la vida útilde los elementos de prevención (monos, gafas,mascarillas, etc.), aún en contra de lo indicado por los fabricantes, segúndenuncia SATSE Madrid.

Enlos centros de salud se pide que se reutilicen los monos, rociándolos con unasolución con lejía, o que unmismo equipo de protección se reutilice en varios avisos domiciliarios, hecho ésteque pudiera incumplir, incluso, las propias recomendaciones de los fabricantes,explica el sindicato.

Lasenfermeras de los centros de salud que acuden a los avisos domiciliarios depacientes con Covid-19 hande reutilizar un mismo equipo de protección para varios domicilios, portándolosde un sitio a otro en una bolsa de auto cierre.“Debido a la escasez de EPIs tienen que reutilizar un mismo equipo de protecciónpara varios domicilios. También lo hacen con las mascarillas durante varios días;tienen que lavar, en dilución de agua y lejía, las gafas y pantallasprotectoras o pulverizar con esta dilución las batas o monos para poderllevarlo días y días e, incluso, para que lo reutilicen sus compañeras/osdebido a la escasez e incluso inexistencia en algunos casos de EPIs”.

Ifema

Lasituación en hospitales y hospitales de campaña (IFEMA) no es mejor, a tenor dela denuncia presentada por el Sindicato de Enfermería, donde “las batas impermeables también selavan y al usarlas tras el lavado siguen húmedas y muchas se rompen duranteeste proceso”.

Estehecho está provocando que, de forma verbal, desde los Servicios de MedicinaPreventiva y las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales, se ordene a los trabajadores elllevar una mascarilla no acorde al riesgo (quirúrgica), cuando debería ser autofiltrante (FFP2 o FFP3), excediendo el tiempode utilización marcado por el fabricante, e incluso reutilizándolas trasprocesos de desinfección, que pudieran ser no del todo fiables.

Tenemos constancia, denuncian desdeSATSE, “de presuntas amenazas o coacciones, hacia el personal sanitario, si noalarga la vida útil de dichos elementos,y/o si no sigue los canales de reutilización y/o desinfección de los mismos porlos Servicios de Esterilización Hospitalaria”.

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