Manuel Domínguez Moreno: «Luis Abinader está ejecutando una profunda revolución democrática»

05 de Marzo de 2023
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Manuel Domínguez Moreno

La semana que viene, Manuel Domínguez Moreno tendrá una agenda más completa de lo habitual. Presentará en distintas ciudades de España su nuevo libro, Luis Abinader, un nuevo estilo de gobernar.

El primer párrafo de la introducción ya es una declaración de intenciones de lo que los lectores nos vamos a encontrar. «Es el momento de ofrecer al mundo, desde la verdad, un proyecto de convivencia y de futuro para el futuro, en este caso, del Pueblo Dominicano. Es preciso despojarnos de lo terrible que desde lo humano no distingue de lo inhumano, de los trileros con corbata y gurús de los fracasos, de los que consideramos divinos son efímeros, perecederos, terrenales, normales y mortales».

El libro es un análisis político, sociológico y humanista de los años de gobierno de Luis Abinader en República Dominicana, donde se ha implementado un sistema de gobierno en el que la ciudadanía es el centro de atención, donde los intereses partidistas quedan en un segundo o tercer lugar para focalizar la gobernanza en los aspectos que más benefician al pueblo.

Carmen Calvo, exvicepresidenta del Gobierno y actual presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, definió a Manuel Domínguez Moreno como «un hombre que ha decidido, en esta parte sabia de su vida, poner su empeño para trabajar de manera incansable por la igualdad entre hombres y mujeres y por su particular lucha por la igualdad de verdad, la igualdad real. No la que puede estar un día, como en un recordatorio, y que no conduce a nada. Yo se lo agradezco mucho. Tenía que haber muchos más hombres como él, sobre todo en aquellos que detentan algún tipo de poder y de influencia. Hombres como Manuel Domínguez son los auténticos demócratas porque no hay manera de hablar de democracia si más de la mitad de la población no tiene las mismas oportunidades».

Podríamos hacer ahora un currículum con todos los premios que ha recibido o todos los libros que ha publicado. Sin embargo, lo mejor es escuchar sus palabras, la sabiduría de su vida vivida.

La salida de este libro ha sido, cuanto menos, sorprendente. ¿Por qué ahora, cuando ni siquiera en su editorial lo tenían previsto?

La respuesta a esa pregunta es sencilla y complicada a la vez. La verdad es que en República Dominicana, tras analizar y estudiar un poco cómo el presidente Luis Abinader estaba gestionando su gobierno, me encontré con un nuevo estilo de gobernar. Al presidente le conozco de hace muchos años, de cuando dirigí la campaña y el programa político de las elecciones de 2012, en las que él se presentaba como vicepresidente en la candidatura de Hipólito Mejía.

Me llamó mucho la atención como politólogo, periodista y sociólogo esa forma de gobernar orientada fundamentalmente al pueblo. Creo que Abinader va a conseguir lo que ningún otro gobernante de los últimos años ha logrado: hacer de República Dominicana un referente en Latinoamérica.

En el libro, incluso en el título, hace mucho hincapié en eso, en el «nuevo estilo de gobernar». ¿En qué consiste para que haya llamado tanto la atención de un hombre con su experiencia de análisis político?

Hay una frase que acuñé hace años que es que el buen gobernante tiene que priorizar las estructuras humanas frente a las estructuras económicas. En muchos aspectos eso es lo que está haciendo Luis Abinader en República Dominicana y en la actual situación mundial, donde la codicia corporativa se ha impuesto sobre, incluso, las democracias. Te voy a poner un ejemplo de ello. La inflación provocada por la crisis energética mundial, que ya venía arrastrándose desde antes de la guerra de Ucrania, en República Dominicana ha tenido mucho impacto. El presidente Abinader no dudó en que el pueblo no podía sufrir las consecuencias de algo de lo que República Dominicana no era responsable. Por eso puso un tope al precio de los combustibles y el Estado asumió la diferencia respecto al precio de mercado. En España, por ejemplo, se pusieron los famosos 30 céntimos pero eso ha sido temporal y las petroleras han retirado sus descuentos en cuanto el gobierno retiró la subvención. En República Dominicana ya se lleva más de un año con la medida de Abinader. Eso está teniendo un coste para el país de millones de dólares que el presidente ha asumido como un servicio al pueblo.

Según los datos del FMI la economía dominicana está teniendo un crecimiento espectacular a pesar de las crisis…

Ese es otro de los aspectos que se destacan en el libro del nuevo estilo de gobernar de Luis Abinader. Hay que recordar que el presidente ocupó su cargo en los momentos más duros de la pandemia, en agosto de 2020. A partir de ese momento la economía se recuperó gracias a, en primer lugar, la gestión que se hizo contra el Covid-19 y el plan de vacunación que ha sido puesto como modelo en todo el continente americano, Estados Unidos y Canadá incluidos. En segundo lugar, las estrategias para recuperar los sectores económicos más importantes, sobre todo el turismo, ofreciendo unas garantías de seguridad sanitaria que ni siquiera en las grandes potencias económicas se aplicaron.

Por otro lado, Abinader ha conseguido una estabilidad económica en un país que no es una potencia muy por encima de la Unión Europea o Estados Unidos. Eso está atrayendo importantes inversiones extranjeras al país. Grandes multinacionales se ponen en contacto con el gobierno para realizar tal o cual proyecto, no sólo en el turismo, sino a nivel industrial o en las telecomunicaciones. Abinader ha conseguido que sean los inversores los que llamen a la puerta sin necesidad, en muchos casos, de llamarlos. Decenas de miles de millones de dólares están comprometidos en proyectos que ya se están ejecutando, lo que, evidentemente, genera nuevos puestos de trabajo y mejores condiciones laborales y salariales para los trabajadores. Esa es una muestra del nuevo estilo de gobernar, que los beneficios de la macroeconomía tengan un impacto directo en el bienestar del pueblo. Es decir, lo contrario a lo que ocurrió en Europa o en Estados Unidos tras la crisis de 2008.

Desde el punto de vista de las políticas sociales, ¿cómo está repercutiendo ese nuevo estilo de gobernar?

Mira, hay muchos ejemplos que se exponen en el libro, pero hay dos que quiero ponderar por encima del resto. Lo que te comentaba antes de la proyección de los beneficios macroeconómicos en el bienestar de las familias dominicanas se puede observar en las políticas de vivienda pública implementadas por el gobierno de Luis Abinader. Desde que llegó al poder en agosto de 2020, se han construido miles de viviendas públicas que se han entregado a las familias con menos renta. Hay varios programas en marcha, por lo que todavía hay muchas familias que se van a beneficiar de estas políticas.

Por otro lado, el sentido humanista de la gestión de gobierno de Abinader ha hecho que se incrementen los presupuestos para los comedores sociales porque él no puede permitir que ni un solo ciudadano dominicano pase hambre.

¿Ese nuevo estilo de gobernar también se traslada al ámbito laboral?

Evidentemente y esta es una de las claves para entender el crecimiento económico del país. En contra de lo que en España se dice desde el poder económico cuando se aumenta el salario mínimo o las pensiones, Abinader tenía muy claro desde el principio que para que la economía crezca, los trabajadores tenían que tener el suficiente poder adquisitivo para dar lo mejor de sí mismos. Por eso no ha dudado en subir los salarios, en llegar a acuerdos con todas las patronales de todos los sectores productivos para elevar los sueldos de los trabajadores.

Pero la acción del gobierno de Abinader no se centra sólo en los salarios, también se han cerrado modificaciones importantes en los convenios colectivos que han mejorado sustancialmente las condiciones laborales de los trabajadores.

En el libro usted le da una importancia capital a la diáspora, ¿por qué?

La diáspora es una parte importante del pueblo dominicano y Luis Abinader siempre ha tenido una sensibilidad especial a estos ciudadanos que por diferentes razones tuvieron que emigrar de su país. Como te he comentado antes, en 2012 había un programa de gobierno en el que ya se le daba una importancia fundamental a acercar el estado dominicano a la diáspora, una serie de programas y proyectos en los que el gobierno de la nación se implicaba directamente, además de la labor de embajadas y consulados, en la resolución de los problemas o de las necesidades de esta parte importante del pueblo dominicano.

Tras perder esas elecciones, Luis Abinader apoyó la creación en España de la Asociación de Dominicanos de Ultramar, de la que yo fui presidente y fundador, gracias al apoyo del propio Abinader y del empresario y amigo Luis Mejía. No quiero olvidar tampoco el apoyo que tuvimos en esta iniciativa del Banco Popular y de su entonces presidente, Ángel Ron, quien, además, mostró su compromiso con República Dominicana implantando oficinas de representación, hecho del que, permíteme decirlo, yo tuve un papel muy importante, además del apoyo directo del entonces presidente, Hipólito Mejía.

En ADU se les ofrecieron servicios de muchos tipos a los dominicanos en España que mejoraron su situación. Luis Abinader sabía que, si alguna vez llegaba a ser presidente, no podía dejar solos a los dominicanos de la diáspora. En el programa de gobierno de 2012, en cuyo desarrollo tuve un importante papel, se hablaba, por ejemplo, de acercar los servicios financieros a los lugares donde hubiera emigrantes dominicanos. Durante los 8 años de gobierno de Danilo Medina no se hizo nada. Ha tenido que ser Luis Abinader quien acercara República Dominicana a los dominicanos del exterior y ya en Madrid está funcionando desde el pasado mes de enero una oficina de representación del Banco de Reservas, el banco público del país.

Evidentemente, se puede hacer más, pero ese más está en la agenda de Luis Abinader. En el libro dedico un apartado a hacer ver que la diáspora también es un importante activo político que no se puede desdeñar y que sólo con la atención directa del gobierno se puede conseguir una implicación de los dominicanos del exterior en lo que sucede en su país. Para que eso ocurra, el gobierno también tiene que implicarse con la diáspora empezando, en primer lugar, por escuchar sus demandas. Y, poco a poco, Abinader y su gobierno lo están haciendo.

Cuando Abinader llegó al poder, uno de los puntos que destacó en su discurso de investidura fue la lucha contra la corrupción. ¿Qué está haciendo el gobierno actual?

Este es un punto delicado en cualquier país del mundo. No existen los unicornios y, en política o en economía, tampoco. Las tentaciones son muchas y la condición humana es terrible. Es lo que yo he denominado como «lo terriblemente humano». Sin embargo, lo que ya ha conseguido Luis Abinader es que República Dominicana deje de ser un país corrupto. Durante los años de gobierno de Leonel Fernández y Danilo Medina prácticamente se institucionalizó la corrupción. Evidentemente, Abinader no ha acabado con la corrupción, pero lo que sí está consiguiendo es reducirla.

Distintos organismos internacionales han mostrado cómo República Dominicana está rebajando los niveles de corrupción. No son datos oficiales del gobierno de Abinader. Son índices creados fuera del país que dan una percepción de que se está controlando mucho más y se está luchando contra una lacra que les cuesta a los dominicanos millones de dólares cada año.

Pero, la corrupción tiene muchas ramificaciones, no está sólo la política, entonces ¿en qué se está incidiendo más para lograr esos resultados de los que usted habla?

Una de las iniciativas más importantes para terminar con la impunidad de los corruptos ha sido la creación de un órgano independiente, de una especie de Fiscalía Especial, con capacidad para iniciar investigaciones. Esto es importante, puesto que no hay intereses políticos o económicos que frenen instrucciones o que se dicten sentencias absolutorias en base a tal o cual interés espurio. El hecho de que exista este nuevo organismo también frena la corrupción judicial.

¿Abinader es el político perfecto?

Nadie, repito, nadie es perfecto en nada. Somos seres humanos y la imperfección está en nuestra naturaleza. El libro no es una hagiografía de Luis Abinader, hay partes importantes en las que se hace un análisis crítico de determinados asuntos.

Sin embargo, ese nuevo estilo de gobernar está demostrando que Luis Abinader está ejecutando una profunda revolución democrática basada en elementos como la ética, el humanismo y la aplicación del conocimiento en favor de la ciudadanía.

El presidente comete errores, claro, como todo el mundo, pero los resultados de su nuevo estilo de gobernar están ahí y se irán profundizando más en lo que le resta de legislatura. Él prometió un cambio y ese cambio se está implementando cada día.

Manuel Domínguez Moreno | Foto: Agustín Millán

En el libro usted dedica un espacio importante a la situación de Haití. ¿Cómo está la situación actual y qué está haciendo Abinader?

La situación de Haití es crítica, no sólo porque sea uno de los países más pobres del mundo, sino porque ahora mismo está controlado por bandas criminales que han llevado los niveles de violencia a un escenario en el que se desprecia absolutamente la vida humana. Nadie está seguro en Haití porque la vida tiene muy poco valor.

El presidente Abinader, desde que llegó al poder, no ha cejado en el esfuerzo de implicar a la comunidad internacional en buscar una solución en Haití. Estos llamamientos han sido recogidos por Naciones Unidas, pero los países parece que no tienen interés en solucionar esta problemática.

Sin embargo, no se dan cuenta de que esto también les afecta. El sábado se publicó en Diario16 un artículo sobre cómo el tráfico de armas y de drogas incrementaba la violencia en Haití. Esto significa que países como Estados Unidos están ya directamente afectados por la situación de estado fallido que vive Haití. El país es uno de los lugares de paso de la droga y las armas ilegales que, finalmente, terminan en las calles de las ciudades de Estados Unidos. Mientras las bandas sigan controlando Haití, la droga de los cárteles sudamericanos terminará en Florida, las armas llegarán a Texas, vía Miami, el oro sucio de Perú acabará en las refinerías para blanquear el dinero de los cárteles. Haití es un problema internacional, no un problema dominicano.

Eso es lo que está pretendiendo Luis Abinader con sus llamamientos constantes a la comunidad internacional. República Dominicana no puede hacerse cargo del problema en solitario. Necesita la ayuda del resto de países del mundo…

Pero en los últimos meses Emmanuel Macron o Anthony Blinken parece que sí están por la labor de actuar en Haití…

Palabras vacías, palmaditas en el hombro pero ningún hecho. En República Dominicana ya vive un 10% de la población total de Haití, que tienen los mismos derechos sociales que los dominicanos. Sin embargo, la crisis migratoria continúa. Se ha criticado a Abinader por su proyecto de construir un muro. En cambio, no se ha criticado a países como Finlandia que también lo han hecho.

¿Cómo es su relación con Luis Abinader?

Tengo la suerte de conocer a Luis Abinader desde hace más de 10 años, tanto a nivel político como a nivel personal. Evidentemente, tenemos nuestras diferencias y estamos de acuerdo en otras cuestiones. Lo que sí tengo claro es que tiene una capacidad de servicio a la ciudadanía que le ha llevado a, primero, ser presidente, y, en segundo lugar, a crear un nuevo estilo de gobernar por y para el pueblo. Luis Abinader, si hubiese sido egoísta o pragmático, se habría quedado en su trabajo en el sector privado, pero no lo ha hecho.

¿El trumpismo también ha llegado a República Dominicana?

Más que el trumpismo, es un populismo irresponsable que demuestra que la oposición no tiene más que un objetivo: recuperar el poder a costa de lo que haga falta. El hecho de que sea un expresidente quien lo esté aplicando en su modo de gestionar la labor de oposición es una muestra de ello. Buscan la anécdota para convertirla en un problema de nivel nacional. Intentan tapar los éxitos de Luis Abinader y de su gobierno con hechos muy concretos a los que dan un carácter de crisis de país. Han aprendido o les han enseñado bien a la manipulación en redes sociales y eso para generar un estado de opinión que difiere mucho de la realidad que está viviendo el país. Durante los gobiernos de Leonel Fernández jamás se llegó a los niveles de crecimiento sostenido ni a la estabilidad económica y social que está logrando Luis Abinader.

Algo más que añadir…

Bueno, más que añadir, agradecer a quienes me han ayudado en la aventura de este libro. A Andrés Domínguez, que me ayudó con la edición, a mi pareja, la profesora de la Universidad de Málaga, María José Berlanga, que me ha acompañado en este viaje desde el principio y tanto a Diario16, a su director y a los compañeros, como a Diario16 RD y a la compañera Manuela Medina. No me puedo olvidar de mi hijo Juan Carlos, por el estímulo que me da cada vez que estoy en República Dominicana.

También a quienes me van a acompañar en las presentaciones aquí en España, empezando por la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, con quien me une una amistad de varias décadas y con quien, desde la inteligencia, el respeto por la ideología y por la defensa del feminismo y la igualdad real he mantenido conversaciones de una enorme altura intelectual y política.

No puedo dejar de agradecer a Pepe Caballos, ex senador del PSOE y miembro del Comité del Partido Socialista de Andalucía, al empresario del sector de la salud deportiva, Benjamín Ruiz, a la profesora de la Universidad de Cádiz, Silvia González y Carmen Ferradans, al profesor de la misma universidad, David Almorza y al embajador de República Dominicana en España, Juan Bolívar, cuya presencia en la presentación de Madrid es muy importante, puesto que este libro, en una inmensa parte, está dedicado a la diáspora.

Para terminar te voy a expresar lo que dos compañeras me dijeron sobre el libro. Espero no traicionarlas, pero creo que es muy importante que los lectores sepan. Por un lado, Beatriz Talegón, directora de Opinión de Diario16 me dijo: «Este señor Abinader es un gran afortunado. Lo digo yo porque cuando pienso en ti, siento que has sido uno de los grandes "golpes de suerte" en mi vida. La persona que me cuida, que me respeta y que me garantiza la libertad. Y eso, en este mundo, es ya un tesoro. Pero en el periodismo y la política, es verdaderamente una joya. Así que dile al señor presidente de mi parte que contar con Manuel Domínguez es, sin duda, una grandísima suerte en este mundo lleno de sombras. Eres Manuel, ese candil que nos permite encender luz entre oscuridad».

Por otro lado, Karen Lockhart, que trabaja en República Dominicana, me dijo que «Tantas cosas me ha generado leer este magistral escrito que solo sale expresar ¡¡¡Waoooo!!! Cuánta sabiduría y luz divina pude sentir en sus expresiones. En verdad sentí que era uno de los padres de la Patria quien llamaba al pueblo dominicano a vivir la libertad con dignidad. Y lo grande es que se aplica al ámbito nación como al personal. Como ser humano. Uno adopta patrones que sin darse cuenta van reprimiendo y creando cierto modo de esclavitud que no nos vislumbra el momento exacto en que se empieza a perder esa libertad a la que todos estamos llamados. Más que un libro, es una guía de vida, de vida en libertad y con dignidad. Dios te bendiga eternamente mi entrañable y gran amigo. Éxitos y bendiciones en la presentación de tan magistral obra. Mis abrazos para ti y la bella María José. Los quiero».

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