"España ha dicho que iba a dejar de vender armas a Israel, pero no es verdad"

15 de Mayo de 2024
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Salwa Albasha Alfarra

Las universidades de varios países nos están recordando —de nuevo— que las revoluciones las lideran los estudiantes. Pero lo verdaderamente importante no es tanto quién las inicia, sino el alcance y la repercusión que acaban teniendo. De momento, la respuesta de los países occidentales ante el genocidio perpetrado por Israel en Gaza está siendo tibia. Basta comparar las movilizaciones actuales con aquella manifestación contra la guerra de Irak en 2003 que, tan solo en España, movilizó a más de ocho millones de personas. Pero, por suerte, ahí están los estudiantes que señalan las constantes violaciones de los derechos humanos que está perpetrando Israel. Además de las movilizaciones, existe también la respuesta personalizada: como es el caso de la diseñadora Salwa Albasha Alfarra, una joven de raíces palestinas y sirias, que ha sacado adelante una colección de moda dedicada al pueblo palestino. Esta artista, que estará presente con su marca Palmïra Almalïka en una de las movilizaciones organizadas en la Universidad Pompeu Fabra el dia 17 de mayo, explica a Diario16 su punto de vista sobre la necesidad de apoyo al pueblo palestino.

¿Cómo reaccionaste cuando el ejército israelí comenzó la ofensiva en Gaza?

Primero entré en conmoción, aunque no es algo que suceda por primera vez; y más tarde reaccioné y comencé a pensar en cómo podía ayudar.

¿Y cuál fue el resultado?

Pensé que podía hacer algo con la experiencia que tengo en ropa y en moda, así que decidí crear una colección inspirada en el conflicto para recaudar dinero.

¿Cómo crees que está siendo la reacción de occidente frente a la crisis humanitaria abierta en Palestina?

Nunca había visto a la gente reaccionar cómo lo está haciendo ahora, para mí esto es algo histórico. Está teniendo muchísimo impacto.

¿En qué tipo de apoyo a la causa palestina se traduce la compra de una de estas prendas?

El dinero se reparte del siguiente modo:

60% producción; 10% materiales; 10% logística; 9% marketing; 5% diseño; 5% contribución a Palestina y un 1% para gastos adicionales. Yo quería dar una cifra mayor, pero el asesor me dijo que por ahora no se podía aportar más porque si no el proyecto no saldría adelante.

¿A qué proyecto de ayuda se destinará el dinero?

Cuando tenga el dinero acumulado, haremos la primera aportación a la fundación CAPP.

¿Cuál es la aceptación que está teniendo esta campaña?

La gente lo compra con muchísimo gusto, ya sea por el diseño o por donde va destinado el dinero. Aunque el objetivo no era solamente el tema de Palestina, sino también quitarle el estigma a todo lo que es árabe o islámico.

¿Hay  mucho rechazo a lo árabe?

No vas a ver mucha ropa o camisetas escritas en este idioma. Hay que empezar a concienciar que una camiseta con letras árabes no tiene porque estar relacionada con algo malo.

¿Te has encontrado con personas que no entienden el mensaje?

Dos personas encargadas de asesorarme, desde un organismo de ayuda pública, me dijeron que ellas no lo comprarían.

¿El motivo?

Me dijeron que tenía que poner los mensajes que aparecen en las prendas en un idioma europeo legible, ya que al estar escritas en árabe podían dar lugar a interpretaciones erróneas o malignas.

¿Qué les respondiste?

Les dije que estaba casi segura de que en sus armarios tenían camisetas en inglés y que no sabían lo que ponía. Lo cierto es que me hizo dudar al principio, pero también me di cuenta de que hago esto para evitar este pensamiento tóxico en las nuevas generaciones.

Antes trabajaste para marcas muy famosas como Inditex

Si, y de vez en cuando me pedían hacer dos o tres prendas para países especiales.

¿Países especiales?

Si, me hacía gracia esto de países especiales. Se referían a países de Latinoamérica o de Oriente Medio

¿Las mujeres de estos países tienen gustos diferentes?

La mayoría de las mujeres árabes no quieren un Zara de Oriente Medio. No quieren que les hagan prendas especiales, quieren que las incluyan no quedarse aparte como si fueran otra cosa.

Una de las prendas de la colección de Salwa Albasha Alfarra

¿Hace falta una mayor inclusión?

Si. Poder comprar un velo que haga conjunto con la prenda que se han comprado es una manera de hacerla sentir bien y de demostrarles que hay aquí un lugar para ellas.

¿De ahí la necesidad de una marca como la tuya?

 Por supuesto. La idea de la marca Palmïra Almalïka es eso, incluirlas a todas.

¿Has sufrido la pérdida de algún familiar?

Si. Y algunos de ellos niños pequeños.

¿Qué os comentan los que siguen allí?

Lo que más se preguntan es por qué no está haciendo nada la gente que realmente puede hacer algo de forma más inmediata.

Están desesperados

Claro. Pero los palestinos tienen un alma muy luchadora, siempre han sido así.

El mundo también parece aterrorizado

Esto va a sonar un poco raro pero pienso que hay una parte positiva porque se le ha caído la careta a Israel. La gente está viendo de lo que son capaces.

¿Qué opinas de las movilizaciones universitarias?

Estuve en una universidad el otro día y son todos muy jóvenes. Están ahí, al pie del cañón, durmiendo en tiendas de campaña y se lo están tomando muy en serio. Me inspira muchísimo estas nuevas generaciones que no se quedan callados mirando.

¿Cuáles son los canales de información que seguís?

Sobre todo sintonizamos  Al Jazeera. En esa televisión todo es muy crudo. No te ponen nada pixelado. Te enseñan las cosas tal y como son.

¿Cual es el sentimiento palestino hacia Hamás?

Yo no digo que Hamás esté bien, pero no salió de la nada. No puedes provocar una tormenta y luego preguntar porque llueve.

¿Hay quienes le ven como un salvador?

Algunos lo ven como alguien que por lo menos está intentando hacer algo, pero bueno, también hay quien dice que Hamás, al final, es una herramienta que ha usado Israel para hacerse con toda Palestina.

¿Qué opinas del apoyo a Israel por parte de algunos países árabes?

Israel tiene un poder increíble, hay quien dice que es dueña del mundo. Hay países árabes que evidentemente están con ellos, al final se trata de un negocio. Por suerte, el pueblo árabe no piensa igual que sus gobernantes.

¿Por ejemplo?

Hace muy poco estuve en Egipto y  conocí a un chico que es taxista. Me contó que se acercó a la frontera para poder ayudar y poder meter de contrabando comida y  productos de primera necesidad; el coche en el que iba fue atacado con una bomba y él resultó herido. A pesar de lo sucedido, me contaba que en cuanto pudiese coger el coche volvería para allá.

¿Qué opinión te merecen los gobiernos occidentales?

Me despiertan poca credibilidad. Por ejemplo, España había dicho que iba a dejar de vender armas a Israel, pero no es verdad.

¿Y la búsqueda de apoyos del presidente Sánchez para reconocer el Estado palestino?

Me pareció una iniciativa genial, y estoy segura que el pueblo palestino lo agradece

¿Alguna experiencia negativa?

un hombre empezó a mirar la ropa y me dijo «Los mensajes que aparecen en las prendas son muy potentes. Supongo que lo dirás por Hamás, por las violaciones y por los asesinatos a niños». Le respondí: «No, se trata de una protesta por la ocupación israelí». Pero resulta complicado discutir, algunos israelíes están con un lavado de cerebro increíble.

En estos días vas a acudir a una universidad a presentar el proyecto

Del 14 al 17 de mayo, en el Campus de la Ciudadela perteneciente a la Universidad Pompeu Fabra, se va a celebrar un evento de apoyo a la causa Palestina; y me han propuesto participar allí el día 17 y vender productos sobre Palestina.

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