De los quince países que conforman el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, trece votaron a favor de un alto el fuego en el actual conflicto entre Israel y Palestina. La abstención de Reino Unido y el voto negativo de EEUU hicieron que la resolución no pudiera salir adelante y desplegar así sus efectos.
En esta ocasión, la excusa de Estados Unidos ha sido que "la resolución puede interferir en los esfuerzos diplomáticos para llegar a un alto el fuego con las condiciones impuestas desde Washington", según recoge El Salto
"A veces, la diplomacia dura requiere más tiempo del que cualquiera de nosotros quisiera", dijo la representante de EEUU ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
La resolución fue presentada ayer, martes 20 de febrero, por el embajador de Argelia. Un texto donde se tenía como objetivo que el Consejo de Seguridad pusiera fin al desplazamiento imposible de casi dos millones de personas que se encuentran ahora mismo en Rafah, y que no tienen opción de salir con vida del lugar antes de la anunciada incursión de Israel. Según ha denunciado la delegación argelina, no hay señales de cumplimiento de las pautas dadas por la Corte Internacional de Justicia para Irael.
Entre las posiciones más beligerantes con Estados Unidos durante la sesión celebrada ayer, se encuentra la del embajador de Rusia ante el Consejo de Seguridad, quien criticó que Washington está dando "licencia para matar" a Israel.
Desde China también señalaron con contundencia al veto norteamericano, señalando que es insostenible por parte de EEUU argumentar que el borrador "pone en peligro las conversaciones en curso y que la violencia está desestabilizando toda la región y el Consejo debe actuar rápidamente para detener la matanza".