Este es el 'top ten' de eslóganes más coreados por el nuevo fascismo posmoderno

16 de Noviembre de 2023
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Los ultras aprovechan el rechazo mayoritario a la amnistía para alentar la teoría de la conspiración del fraude electoral

Tal como se preveía, Santiago Abascal montó ayer uno de sus habituales numeritos en el Congreso de los Diputados. Tras expulsar su vómito verde contra Pedro Sánchez, a modo de endemoniado necesitado de exorcista, él y su cuadrilla de toreros hicieron el paseíllo del ofendido y se largaron del hemiciclo dando el plante a la democracia. Pues mejor, que se vayan, que cierren la puerta al salir y que no vuelvan más. Así se volvería a respirar un aire algo más puro en el Parlamento.

Esta extrema derecha selvática y trumpizada es un fenómeno extraño que los demócratas tenemos que saber lidiar con paciencia para no caer en provocaciones y ponernos a su altura. Son como seres inadaptados, cromañones incapaces de dialogar o debatir como personas civilizadas, monstruitos producto de un convulso siglo XXI marcado por las ideologías del odio, la violencia, la conspiranoia fanática y el sectarismo. Muchos de ellos estuvieron estos últimos días en el brutal asedio contra Ferraz. De no haber intervenido la Policía, que no nos quede ninguna duda de que algunos de ellos (los más cafeteros y descerebrados) ya hubiesen irrumpido en la sede socialista para prenderle fuego al edificio con sus militantes dentro. De hecho, en cada concentración se escuchan cosas como “¡hay que quemar Ferraz!”, tal es el grado de violencia con el que se manejan estos profesionales de la agitación y el matonismo.

Como por sus obras los conoceréis, tal como recoge la Biblia que ellos dicen profesar, aunque ni la entienden ni la cumplen, basta con analizar los eslóganes y consignas que sueltan en sus aquelarres nocturnos para saber lo que son. Este es el top ten de borricadas, barbaridades y dislates que conviene deconstruir semióticamente para acercarnos, siquiera levemente, a la mentalidad de quienes forman este subproducto de las decadentes democracias occidentales.

Sánchez a prisión

Un clásico de los más repetidos en las manifestaciones ultras que se completa con la variante “Puigdemont a prisión”. Estos angelitos sueñan con volver a meter en el campo de concentración a todo aquel que no piense como ellos en un claro tic franquista. Abascal ha llevado al extremo el delirio hasta el punto de presentar una querella contra el presidente en funciones que, con la lógica jurídica y la del sentido común en la mano, no debería prosperar. Aunque viendo el plan en el que están sus señorías de las togas, ya no nos extrañaría nada.

Que te vote Txapote

Este eslogan ayusista es una auténtica infamia. ETA mató tanto a socialistas como a populares que defendieron con bravura la libertad, de modo que el intento de apropiación de la memoria histórica resulta nauseabundo. Por cierto, la mayoría de la muchachada ultra que se agolpa sobre Ferraz ni siquiera había nacido cuando los años del plomo. ¿Qué habrían hecho ellos de haber vivido en Bilbao, Álava o Guipúzcoa mientras los terroristas mataban a inocentes? No los vemos nosotros saliendo a la calle a protestar con consignas como “vosotros, etarras, sois unos macarras”. Se hacen los gallitos cuando no hay peligro.

Marlaska maricón

Un eslogan homófobo intolerable que revela el grado de maldad que anida en el interior del engendro. Los homosexuales fueron los grandes reprimidos por el régimen franquista y los nostálgicos de la new wave fascista recuperan ahora esta idea putrefacta que bulle en sus cabezas. Habría que indagar en el factor psicológico y en el complejo freudiano para saber de dónde les viene la fobia y no tenemos ni tiempo ni ganas.

No es una sede, es un puticlub

Grave insulto a todos los socialistas, mientras exhiben un montón de muñecas hinchables para denigrar a las ministras. De esta manera, los escuadristas de la sinrazón tratan de comparar un partido político que lleva 144 años luchando por la justicia y la libertad con una casa de lenocinio. Nótese el punto de machirulismo ibérico que inspira la frase.

Los Borbones, a los tiburones

Una gran contradicción. En teoría deberían posicionarse como tradicionalistas monárquicos de la España imperial que hunde sus raíces en tiempos ancestrales de este país. Pero no. El odio los ciega y ya no tienen claro el manual. Siempre fue lo mismo a lo largo de la historia: usan como un kleenex al rey de turno y luego lo sustituyen por un militar. Que convoquen un gran congreso fascista, hombre, aunque solo sea por ir unificando criterios y saber a qué nos exponemos. Hasta la barbarie requiere una organización.

España cristiana y no musulmana

Grito racista donde los haya que tiene su versión más repugnante y asquerosa en la afirmación “moros no, que España no es un zoo”. Aquí no hay contradicción alguna. Como buenos hitlerianos siempre tienen un bidón de Zyklon B a mano para perfumar a las minorías étnicas.

Esas lecheras [furgones policiales] a la frontera

Más xenofobia, además de insultos a los agentes de la autoridad. Son muy de ponerse pins y gorras de la Policía y la Guardia Civil, pero cuando los funcionarios cumplen con su trabajo para garantizar el orden y la ley ya se convierten también en enemigos antipatriotas. Que se lo haga mirar JUPOL.

Puto rojo el que no bote

Más de lo mismo. Si pudieran fusilaban a 26 millones de comunistas hasta que España quedara limpia como en el 39, cuando el republicano que no terminaba en la cárcel estaba en el exilio. Feo, muy feo.  

Prensa española manipuladora

Les molesta la prensa libre que denuncia el horror del fascismo. Por eso son obsesos de la censura, como en los buenos tiempos del Tío Paco. Por cierto, la frase no es de ellos, es de los indepes que promovieron el 1-O, lo cual viene a demostrar que los polos opuestos se tocan y los radicalismos coinciden en métodos y prácticas revolucionarias.

¡Noviembre nacional!

Esta es la perla que resume todo el ideario. Algunos de Vox ya han colgado en sus cuentas de Twitter las dos enes gemelas que recuerdan demasiado a las SS de la Alemania nazi. Blanco y en botella, leche. Pero nos les llamen ustedes fascistas que luego se enfadan.

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