Golpe de Estado electoral en República Dominicana

20 de Junio de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Dominicana

William Shakespeare escribió en Hamlet, «Algo huele apodrido en Dinamarca». Esta frase se puede trasladar perfectamente a lasituación política que se está viviendo en República Dominicana en las semanasprevias a las elecciones presidenciales del ¿5 de julio?

Las encuestas no son nada favorables para el Partido de la LiberaciónDominicana (PLD), cuyo candidato, Gonzalo Castillo, podría perder los comiciosincluso en primera vuelta con Luis Abinader, el representante del PartidoRevolucionario Moderno (PRM).

Los escándalos de corrupción que asolan al PLD en los añosen los que ha ocupado el poder, primero Leonel Fernández y después Danilo Medina,sumado a las informaciones publicadas por Diario16 en referencia a losmovimientos empresariales de Castillo en los últimos 8 años, en los que ha ejercidocomo ministro de Obras Públicas, presentaban un panorama absolutamentedesolador para el PLD.

A todo lo anterior hay que sumar el escándalo que supusieronlas elecciones municipales donde los errores del sistema informático siempredaban la opción de voto para el PLD. Un movimiento desesperado para el que nisiquiera la Junta Central Electoral pudo dar una explicación plausible. A pesarde todas estas estrategias absolutamente antidemocráticas, el PRM se impuso consolvencia en los principales distritos y alcaldías del país. El prólogo de loque supondrá para República Dominicana el próximo ¿5 de julio?

Ante esta situación, el PLD parece estar moviendo todos losresortes a su alcance para evitar que los dominicanos puedan votar librementeen la fecha indicada. Para ello están utilizando la excusa del Covid19, ladeclaración de pandemia (3 meses después de que lo hiciera la OMS), y, de estemodo, intentar ganar tiempo con una nueva posposición electoral para queGonzalo Castillo pueda recuperar el terreno perdido…, algo que ya resultadifícil porque el pueblo dominicano está harto de palabras y quiere hechos quese traduzcan en la persecución real de la corrupción y que los responsablesdevuelvan el dinero a sus verdaderos propietarios: los hombres y mujeres de laRepública Dominicana.

La periodista Altagracia Salazar, colaboradora de estemedio, afirmó en sus redes sociales que «Están forzando la posposición delas elecciones y pueden hacerlo», un hecho al que se opone claramente unaciudadanía que clama por el cambio.

Por otro lado, ha surgido otro escándalo que muestra a laperfección la desesperación del PLD: un camión de la Junta Central Electoralentrando en un «comando» de la campaña de Gonzalo Castillo.

https://twitter.com/elantinoti/status/1273716764971544576

¿Se imaginan que vehículos de las autoridades electorales delos Estados Unidos entraran en la Torre Trump? Sería un escándalo del queninguna democracia podría recuperarse. Sin embargo, en República Dominicanaestá ocurriendo y, a pesar del desmentido de la Junta Central Electoral de queese camión no pertenece al organismo, la sospecha ya está ahí y es muy gravedesde un punto de vista democrático porque lo que se está comprobando es que elPLD no está dispuesto a abandonar el Palacio Nacional al precio que sea, comosea, caiga quien caiga. Eso es un golpe de Estado electoral, un verdadero golpede Estado que busca la permanencia en el poder a costa de la voz del pueblo.Eso, en una democracia, es inaceptable y sólo el dictador Trujillo se hubieraatrevido a hacer algo así.

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