El orbe católico, siempre tan proclive a las figuras retóricas para explicar el dogma de su fe, tiene en las 24 horas últimas de la vida del papa Francisco una metáfora perfecta del mundo que toca vivir y que, probablemente, vivirá la humanidad al completo, y muy especialmente los fieles católicos, después de la próxima fumata blanca. J.D. Vance, el fiel católico más poderoso y ultra del planeta, a la par número dos de Donald Trump, se vio cara a cara con Francisco I menos de 24 horas antes de su fallecimiento este lunes de Pascua en su residencia de Roma. La imagen se explica por sí sola. Si no la entienden, véanla a modo de metáfora, alegoría, parábola o profecía. Elijan a placer.
Por sorpresa y sin estar anunciado previamente el encuentro, el papa recién fallecido tuvo su último acto oficial precisamente con el número dos del ejecutivo de Trump, un incontrolado propulsor de bulos a todos los niveles, demonizador de los migrantes, defensor de las tesis de Putin con la invasión de Ucrania y convertido al catolicismo a los 35 años. En definitiva, un enemigo acérrimo y confeso de la línea defensora del papado de Bergoglio con los más desfavorecidos, especialmente migrantes y víctimas de los conflictos armados.
Vance, un propalador de bulos y demonizador de los migrantes, se enorgullece de las políticas de exterminio de Israel en Gaza y de las tesis de Putin en Ucrania
No han sido poco los desencuentros entre ambos en los últimos meses. Sin ir más lejos, este mismo Domingo de Resurrección, el mismo día que ambos se vieron las caras poco antes de fallecer el Papa a primeras horas de este lunes de Pascua, Francisco lanzó un último mensaje al mundo católico en las antípodas de la política que están poniendo en práctica Trump y Vance. En el tradicional mensaje Urbi et Orbi, leído por monseñor Diego Ravelli, maestro de las Ceremonias Litúrgicas Pontificias, el papa fallecido reiteraba su plegaria para un alto el fuego en Gaza, y además pedía la liberación de los rehenes israelíes y el envío de ayuda humanitaria a la hambrienta población de Gaza, que sufre un genocidio por parte del Estado de Israel, defendido a capa y espada por los Estados Unidos de Vance. Además, Francisco defendió en sus últimas palabras a sus fieles que la paz nunca será posible sin un verdadero desarme.
“¡Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”, fueron las palabras de Francisco a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro de Roma. Un mensaje que choca frontalmente con las políticas que pone Estados Unidos en práctica a través de su católico más influyente en el planeta, número dos de Trump.
"Esta mañana, poco después de las 11:30, en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco mantuvo un breve encuentro privado con el Vicepresidente de los Estados Unidos de América, James David Vance". @HolySeePresshttps://t.co/WVLfn6X9Xj
— Vatican News (@vaticannews_es) April 20, 2025
El “breve” encuentro de Vance con Francisco se produjo menos de 24 horas antes del fallecimiento del papa a primera hora del lunes de Pascua. Precisamente, el papa acababa de pronunciar unas contundentes declaraciones en su mensaje de Urbi et Orbi, que parecían especialmente dirigidas a su inesperado visitante, hoy por hoy el católico más poderoso del planeta, con permiso de organizaciones católicas como el mismísimo Opus Dei.
Vance, veterano de la guerra de Irak, es católico desde hace apenas seis años y estaba pasando unos días de visita en Roma con su familia. Esta visita ha provocado el enfado de miles de turistas estos días después de que las autoridades cerraran, de manera imprevista y sin previo aviso, las visitas al Coliseo para facilitar el acceso de la familia de Vance a estos restos arqueológicos, con el argumento de motivos de seguridad.
Después de asistir el Viernes Santo en la Basílica de San Pedro al servicio religioso, el sábado se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y con el arzobispo Paul Gallagher, ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano. El encuentro con el papa no estaba previsto, ya que Francisco se encontraba convaleciente después de pasar cinco semanas ingresado en el hospital afectado por una fuerte neumonía.
I just learned of the passing of Pope Francis. My heart goes out to the millions of Christians all over the world who loved him.
— JD Vance (@JDVance) April 21, 2025
I was happy to see him yesterday, though he was obviously very ill. But I’ll always remember him for the below homily he gave in the very early days…
“Rezo por usted todos los días”, dijo Vance al papa en el breve encuentro que ambos mantuvieron apenas unas horas antes de su fallecimiento. El número dos de Trump también le dijo poco antes que se alegraba “de verle mejor de salud”. No escapa a nadie a estas alturas que los desencuentros de ambos han sido reiterados, notorios y públicos desde que Vance acaparó foco mediático al ganar Trump las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El orbe católico ya tiene así una nueva parábola alegórica que sumar a su incontable lista para expandir el misterio de la fe por el mundo. Que los fieles extraigan conclusiones.