Esta semana, la oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, ha hecho públicos unos datos que revelan que cientos de miles de refugiados ucranianos han perdido su estatus de protección en territorio alemán durante el pasado mes.
La protección de refugiados fue introducida por el Consejo Europeo, otorgando con ella a los inmigrantes ucranianos el derecho a una permanencia prolongada sin necesidad de visado en el territorio alemán, así como alojamiento, educación y atención médica gratuitos.
Más de un millón de ucranianos tenían este estatus a comienzos del pasado verano. Sin embargo, entre ellos, más de doscientos mil han visto modificada su situación en el último mes.
Explica el informe de Eurostat que, entre ellas, hay muchas personas a las que se les ha invalidado el estatus de protección al ser reubicadas en otros estatus o al haber salido del país. Pero, según algunos expertos, no serían las únicas razones, ya que el gobierno alemán ha recibido fuertes presiones debido a la diferencia de trato a los inmigrantes ucranianos en comparación con otras poblaciones. Los refugiados ucranianos perciben en Alemania una prestación mensual de 563 euros al mes, lo que normalmente estaba previsto para la ciudadanía alemana de bajos ingresos, o para ciudadanos europeos por prestaciones por desempleo, un argumento que ha servido para formaciones nuevas a la hora de reforzar sus apoyos.
Se considera que este tipo de ayudas han hecho que los ucranianos refugiados no se hayan dedicado a buscar empleo, situando su porcentaje de trabajadores en el 20%, una cifra que se considera notablemente baja en comparación con otros inmigrantes.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, también ha sostenido que Berlín debería incentivar a los hombres ucranianos que reúnen los requisitos para ser reclutados a regresar a su país de origen. Su homólogo de Baden-Wuerttemberg, Thomas Strobl, también sugirió que las ayudas sociales a los refugiados estaban impidiendo la “lucha defensiva de los ucranianos” al disuadir a los ucranianos sanos de participar en el conflicto.