El gobierno alemán está estudiando la posibilidad de nacionalizar la petrolera rusa Rosnef, justo en el momento en el que la incautación temporal de la compañía llega a su fin. Así lo ha comunicado la compañía mediante un comunicado oficial.
El pasado 6 de febrero, el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania informó a Rosneft sobre su intención de nacionalizar su filial alemana, Rosneft Deutschland, controlada desde 2022 por las autoridades alemanas.
El pasado mes de septiembre, el gobierno alemán prorrogó hasta el próximo 10 de marzo la administración fiduciaria por parte de la Agencia Federal de Redes de Rosneft Alemania, basándose en la ley de seguridad energética y con el fin de garantizar el suministro energético.
Semanas antes de que esta medida llegue a su fin, el gobierno considera que la prolongación de la gestión externa de la compañía no es una solución viable, por lo que está planteándose por parte del gobierno una intervención para su nacionalización.
Rosneftseñaló que la decisión de establecer el control externo de sus activos "no tiene fundamentos jurídicos", ya que la empresa cumplía todos sus compromisos comerciales independientemente de la situación política.
Respuesta de Rusia
Desde Moscú ya se ha señalado que defenderan "por todos los medios disponibles" los derechos de la filial alemana de la petrolera rusa.
"Esto no es más que una expropiación de bienes ajenos (...) El Estado siempre ha defendido los intereses de nuestras compañías, de nuestros ciudadanos, y continuará haciéndolo. No descartamos ninguna medida para proteger nuestros intereses y reaccionar ante pasos ilegales", han señalado desde el gobierno del Kremlin en una rueda de prensa.
Pasos como esta expropiación, recalcó Peskov, portavoz del gobierno ruso, "socavan las bases económicas y legales de los países europeos" y "restan valor al atractivo de inversión en estos países", lo cual "tendrá graves consecuencias, sin lugar a dudas", tanto jurídicas como de imagen y sobre todo, económicas.