El jueves pasado, Ismael "El Mayo" Zambada García, cofundador y presunto líder del infame Cártel de Sinaloa, y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, fueron arrestados en Texas por autoridades federales estadounidenses. Estos arrestos marcan un hito significativo en la lucha contra una de las organizaciones de narcotráfico más poderosas y violentas del mundo.
La operación y la captura
Según el Departamento de Justicia de EE. UU., Zambada García y Guzmán López enfrentan múltiples cargos relacionados con la dirección de las operaciones criminales del Cártel de Sinaloa, incluyendo la fabricación y el tráfico de fentanilo, una droga que ha causado estragos en Estados Unidos. "El Departamento de Justicia ha tomado bajo custodia a dos supuestos líderes del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo", declaró el fiscal general Merrick Garland.
La detención de Zambada García y Guzmán López tuvo lugar en El Paso, Texas, después de que aterrizaran en un avión privado. El director del FBI, Christopher Wray, señaló que la agencia y la Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) lograron arrestar a los dos líderes del cartel "que han eludido a las fuerzas del orden durante décadas". Wray añadió que estos individuos "ahora enfrentarán la justicia en Estados Unidos" tras supervisar "el tráfico de decenas de miles de libras de drogas hacia Estados Unidos, junto con la violencia relacionada".
La historia y operaciones del Cártel de Sinaloa
El Cártel de Sinaloa, cofundado por El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán, ha sido durante décadas una de las organizaciones de narcotráfico más influyentes y peligrosas del mundo. Desde la extradición de El Chapo a EE.UU. en 2017, donde cumple una sentencia de cadena perpetua, Zambada continuó operando el cartel desde México. La organización ha traficado fentanilo, metanfetamina, cocaína, marihuana y heroína, generando miles de millones de dólares en ganancias.
El cártel ha estado en el centro de la crisis de opioides en Estados Unidos, con el fentanilo como el principal responsable de un número alarmante de muertes por sobredosis. Según el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, "el Cártel de Sinaloa ha sido pionero en la fabricación de fentanilo y lo ha traficado a nuestro país durante años, matando a cientos de miles de estadounidenses y devastando innumerables comunidades".
Las detenciones de Zambada y Guzmán López son parte de una serie de arrestos de alto perfil de líderes y asociados del cártel. La captura de estos líderes representa un golpe significativo para la organización. Anne Milgram, directora en funciones de la DEA, describió la operación como "un golpe al corazón del cártel". Sin embargo, las autoridades mexicanas no han comentado sobre estas detenciones.
Estas acciones se enmarcan dentro de los esfuerzos de la administración de Joe Biden y Kamala Harris para combatir el tráfico de fentanilo. "El fentanilo es la droga más mortal que nuestro país ha enfrentado, y el Departamento de Justicia no descansará hasta que todos los capos, miembros y asociados de los cárteles paguen por envenenar nuestras comunidades", afirmó Garland.
Consecuencias para el Cártel y la Sociedad
El Cártel de Sinaloa no solo trafica drogas, sino que también extorsiona a otras redes criminales, incluyendo a los traficantes de personas. La DEA señaló en su evaluación de 2024 que los carteles de Sinaloa y Jalisco controlan casi todo el mercado de drogas en Estados Unidos, eliminando efectivamente la competencia y estableciendo una presencia en cada estado del país.
Las consecuencias de las operaciones del cártel son devastadoras. Las sobredosis de drogas son la principal causa de muerte para los estadounidenses entre 18 y 45 años. En 2022, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estimó que más de 110,000 personas murieron por sobredosis de drogas, con casi el 70% de estas muertes relacionadas con fentanilo y otros opioides sintéticos.
Futuro del Cártel de Sinaloa
El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López se unen a una lista creciente de líderes del Cártel de Sinaloa que enfrentan la justicia en Estados Unidos. La DEA ha centrado sus esfuerzos en Los Chapitos, la célula que heredó las operaciones del cártel tras la detención de El Chapo en 2016. Entre ellos se encuentran Ovidio Guzmán López, extraditado a Estados Unidos en septiembre pasado, y Néstor Isidro Pérez Salas, conocido como El Nini, considerado uno de los jefes de sicarios de la organización.
A pesar de su larga carrera criminal, El Mayo Zambada había evitado la cárcel hasta su reciente detención. Su vida como fugitivo ha sido materia de leyenda. En 2010, Zambada concedió una entrevista al periodista mexicano Julio Scherer, revelando detalles de su vida personal y sus temores. "Me da pánico de que me encierren", confesó Zambada.
La captura de Ismael "El Mayo" Zambada García y Joaquín Guzmán López representa un hito significativo en la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de fentanilo. Estas detenciones subrayan el compromiso de las autoridades estadounidenses de llevar a los líderes del Cártel de Sinaloa ante la justicia y reducir el impacto devastador del tráfico de drogas en Estados Unidos. Sin embargo, la batalla contra estas poderosas organizaciones criminales está lejos de terminar, y requerirá esfuerzos continuos y coordinados para asegurar un futuro más seguro y saludable para todos.