Un dron ataca a la flotilla solidaria en Túnez y desata la alarma internacional

El barco “Family”, con Greta Thunberg a bordo, sufrió un incendio en cubierta tras un presunto ataque, aunque las autoridades tunecinas lo atribuyen a un accidente

09 de Septiembre de 2025
Actualizado a las 9:04h
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Una de las embarcaciones de la Global Sumud Flotilla y algunos activistas saludando al salir del puerto de Barcelona.
Una de las embarcaciones de la Global Sumud Flotilla y algunos activistas saludando al salir del puerto de Barcelona.

En plena madrugada tunecina, un ataque con dron encendió todas las alarmas en el puerto de Túnez. El barco Family, uno de los principales de la Global Sumud Flotilla —también conocida como Flotilla de la Libertad—, sufrió un incendio en su cubierta que ha vuelto a poner en el foco internacional la misión solidaria que busca llevar ayuda humanitaria a Gaza y romper el bloqueo impuesto por Israel.

La embarcación, con bandera portuguesa y considerada el buque insignia de la expedición, transportaba al comité de dirección de la flotilla, entre ellos la activista sueca Greta Thunberg y el brasileño Thiago Ávila. Ninguno de los seis tripulantes que se encontraban a bordo resultó herido.

Según la organización, el fuego fue provocado por un proyectil lanzado desde un dron que sobrevoló la nave en la madrugada del martes. La versión oficial de las autoridades tunecinas, sin embargo, contradice este relato: en un comunicado afirmaron que el incendio pudo deberse a la explosión de un encendedor o una colilla sobre unos chalecos salvavidas.

Un ataque con múltiples interpretaciones

“Un dron ha atacado el barco Family esta noche. Ha soltado una bomba que explotó en cubierta”, escribió en redes sociales Yasmine Acar, activista y miembro del comité de dirección de la flotilla. Sus palabras reavivaron inmediatamente el recuerdo del precedente vivido en junio, cuando otro barco de la misma misión, el Madleen, fue interceptado en aguas internacionales por el ejército israelí. En aquella ocasión, los tripulantes, entre ellos Thunberg, fueron detenidos y deportados desde Tel Aviv.

El suceso en Túnez ha obligado a la flotilla a evacuar preventivamente todas las embarcaciones, mientras decenas de personas voluntarias locales se organizaban para proteger los barcos atracados. En el puerto, además, se desplegaron fuerzas policiales y autoridades portuarias, aunque sin confirmar la hipótesis del ataque aéreo.

La disparidad de versiones ha generado confusión, pero también indignación. Para el comité de dirección de la misión, lo ocurrido es un claro intento de intimidación: “Estos actos de agresión no disuadirán nuestra misión pacífica de romper el asedio a Gaza”, señalaron en un comunicado.

Una flotilla bajo presión constante

La Global Sumud Flotilla reúne a barcos procedentes de distintos países con un objetivo común: crear un corredor marítimo para llevar alimentos, medicinas y suministros a la población de Gaza, asfixiada por el bloqueo. En total, se estima que más de 40 embarcaciones partirán en los próximos días hacia Palestina, entre ellas una decena preparadas en Italia y Grecia.

La llegada a Túnez el pasado domingo fue un acontecimiento multitudinario. Centenares de personas recibieron a la flotilla con banderas palestinas y gritos de “Free Palestine”. Sin embargo, el clima festivo dio paso a la preocupación tras el ataque, que ha paralizado momentáneamente los planes de zarpe hacia Gaza.

Los obstáculos no son nuevos. Antes incluso de alcanzar el puerto tunecino, la flotilla sufrió retrasos por tormentas en el Mediterráneo y averías mecánicas en varias embarcaciones. El Marinette, por ejemplo, perdió el motor y quedó a la deriva hasta que consiguió atracar para reparaciones. Pese a ello, el ánimo de los más de 250 activistas de 44 países distintos se mantiene firme.

Condenas internaciones 

El ataque al Family no tardó en recibir condenas internacionales. Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos, denunció el hecho en redes sociales y pidió protección para las embarcaciones que aún están llegando al puerto de Túnez. Albanese participó en varios actos de apoyo junto a personalidades como la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también presente en la flotilla.

La propia Greta Thunberg volvió a insistir, nada más llegar a Túnez, en la importancia de centrar la atención en Gaza: “Se está cometiendo un genocidio que está siendo permitido y apoyado por gobiernos e instituciones que supuestamente nos representan. Que termine ya esta complicidad”, declaró la activista.

Sus palabras conectan con el sentimiento compartido entre los tripulantes, quienes, pese a los riesgos, aseguran que no podían “quedarse en casa mirando hacia otro lado”.

La fragilidad y la fuerza de una misión

Las dificultades técnicas, las tormentas y ahora el ataque con dron muestran lo vulnerable que es la misión. Los barcos varían en tamaño: algunos apenas superan los 12 metros de eslora, mientras que otros son pesqueros o embarcaciones recreativas de más de 20 metros capaces de albergar a una veintena de tripulantes. La diversidad de tamaños y capacidades hace más complejo navegar en bloque, pero también refleja la naturaleza heterogénea y solidaria de la expedición.

La determinación, sin embargo, parece mayor que los obstáculos. En palabras de un miembro de la flotilla: “Estamos en el lado correcto de la historia. No se trata solo de navegar, sino de mostrar al mundo que el bloqueo de Gaza es insostenible”.

El presunto ataque al barco Family ha vuelto a colocar en primera plana el frágil equilibrio entre la solidaridad internacional y la violencia que rodea al conflicto palestino. Aunque las versiones sobre lo ocurrido difieren, el episodio pone de manifiesto los riesgos que enfrentan quienes tratan de llevar ayuda humanitaria a una zona castigada por la guerra y el aislamiento.

La Flotilla de la Libertad asegura que seguirá adelante. El fuego en cubierta, sofocado en minutos, no ha logrado apagar la determinación de cientos de personas que, desde distintos rincones del mundo, han decidido poner rumbo al Mediterráneo oriental con un mensaje claro: romper el bloqueo y exigir justicia para Gaza.

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