El Brexit finalmente devoró a Theresa May. El descontento interno que generó su acuerdo con Bruselas para un Brexit negociado -rechazado hasta en tres ocasiones por el Parlamento- ha desembocado en el fin del mandato de la 'premier' británica, que ayer viernes hizo efectiva su dimisión como líder del Partido Conservador Británico.Un período en el que Theresa May ha cometido importantes fallos en su estrategia política que, a la postre, le han costado el puesto.May se marcha en silencio, sin ningún discurso político ni una declaración pública en la última jornada oficial de su mandato, lo que contrasta con el ruido y los sobresaltos que han marcado su etapa de tres años al frente del Ejecutivo británico.La soledad de May ha sido evidente en los últimos días, en los que ha adoptado un perfil bajo en actos importantes como la visita al Reino Unido del presidente de EE.UU, Donald Trump o las conmemoraciones con motivo del 75 aniversario de la batalla de Normandía, celebradas a ambos lados del canal de la Mancha y en las que su protagonismo se ha visto oscurecido por el del líder estadounidense y el del presidente francés Emmanuel Macron.
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