Las víctimas más vulnerables del terremoto sufrido en Haití el pasado 14 de agosto son los niños. Más de medio millón se encuentran en serio riesgo de supervivencia si la ayuda internacional no logra abastecer las necesidades básicas a una población empobrecida a la que un desastre natural de estas características condena a la hambruna.
Hambre y sed
Los supervivientes del seísmo carecen de los recursos básicos necesarios y para los que han perdido sus hogares el único techo que tienen ahora es el que brindan los campamentos de refugiados. Las familias lo han perdido todo y se quejan de que sus hijos lloran porque están hambrientos y sedientos.
Falta de medicamentos
La población, que aún tiene que superar el drama de haber perdido más de 2.200 vidas en el seísmo, debe enfrentarse a un presente incierto y a un futuro en el que ven peligrar el desarrollo e incluso la supervivencia de los niños, ya que, además de la escasez de alimentos, la falta de medicamentos puede suponer, también, un serio problema de supervivencia.
Además, una tormenta
Se calcula que más de 30.000 personas quedaron sin hogar después del terremoto que azotó al país caribeño y ,tan solo días después, la población tuvo que enfrentarse a otro desastre natural, la tormenta tropical Grace. Cuyas intensas lluvias dificultaron más aún las labores de rescate entre los escombros de las víctimas del seísmo de escala 7.2.