El error de enviar a Felipe VI a la toma de posesión del "loco Milei"

09 de Diciembre de 2023
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Felipe VI ha decidido acudir a la toma de posesión del ultraderechista Milei, el loco Milei, en Argentina. Además, el monarca español lleva apuntada en su agenda de trabajo una reunión con el hombre de la motosierra, que releva en el poder al peronista Alberto Fernández. Y llegados a este punto, cabe plantearse: ¿qué pinta el rey de España en la investidura (casi unción como emperador) de un señor de extrema derecha que encarna los peores valores del género humano? ¿Acaso no hubiese sido mejor enviar a la bochornosa ceremonia de Buenos Aires a un funcionario de segunda categoría en el escalafón para cumplir con el trámite protocolario? Ya puestos, si se trataba de seguir manteniendo las relaciones diplomáticas con un país hermano de habla hispana, podría haber asistido el ministro Albares, y eso como mucho. Pero, ¿el rey Felipe VI? ¿El jefe del Estado y máxima autoridad del país? ¿En serio? Ni Milei, en sus mejores sueños, llegó a imaginar que llegaría tan alto ni nosotros los españoles que pudiésemos caer tan bajo.

El mundo vive momentos dramáticos con el ascenso al poder de líderes ultraderechistas en no pocos países en los cinco continentes. Israel consuma su genocidio televisado del pueblo palestino con total impunidad y sin que ninguna democracia occidental le pare los pies, retire a sus embajadores, vote a favor de duras sanciones o rompa todo tipo de trato político y comercial. Es hora de dar la cara, de denunciar y situarse de verdad al lado del Estado de derecho. Milei, el tipo que ha prometido acabar con el Estado de Bienestar porque lo considera una pérdida de dinero y de tiempo, para instaurar la ley de la jungla en Argentina, o sea, el sálvese quien pueda, el mercado ultraliberal salvaje con todo privatizado, no merece que el primero de los españoles acuda a su ceremonia de entronización. Hablamos de un iluminado que ha prometido sacar la motosierra para cerrar los ministerios de Educación y Sanidad, acabar con los subsidios estatales, prohibir el aborto, liberalizar la venta de órganos humanos, abolir las políticas de igualdad en favor de las mujeres y las minorías étnicas y sexuales (machismo, racismo y homofobia todo en uno), dolarizar la economía y enterrar la memoria histórica blanqueando la dictadura militar, entre otras barbaridades. Ningún gobernante de una democracia seria y real puede rendir honores a un descerebrado de ese tamaño. Pero por lo visto, de nuevo, y lamentablemente, la balanza comercial, los intereses económicos y financieros, han pesado más que la decencia y los derechos humanos.

Pero hay más ridículo en todo este viaje a ninguna parte. En las últimas horas se ha sabido que el presidente de Vox, Santiago Abascal, también asistirá a la toma de posesión de Milei, a quien felicitó por su “gran victoria” electoral al sentenciar que se “abre un camino de futuro y esperanza para los argentinos”. Un gran apoyo del dirigente neofranquista español al crecimiento y expansión de la gran internacional ultraderechista mundial. Cabe esperar que Felipe VI y el jefe de Vox no coincidan en el mismo avión, porque ya sería el colmo de la vergüenza. Si todo este despropósito ha sido decisión última de Zarzuela, grave error. Si ha sido el Gobierno de Sánchez el que lo ha sugerido, error todavía mayor. En esa línea, cabe destacar que la reina Letizia haya declinado amablemente la invitación. Al menos alguien ha sabido estar en su sitio, a la altura de las circunstancias, y quedando a salvo de la gran fiesta de un chiflado.

Una agenda apretada

El encuentro entre el monarca y Milei tuvo lugar a primera hora de la tarde en el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Exteriores argentino, y posteriormente se desplazó a la residencia presidencial de Los Olivos para mantener un encuentro con Fernández, han informado fuentes de la Casa del Rey.

Hoy domingo, Felipe VI asistirá a la ceremonia de traspaso de poder en el Congreso, donde Milei prestará juramento, a la que seguirá el acto de toma de posesión en la Casa Rosada, donde pronunciará su primer discurso como presidente. Felipe VI va a coincidir con otros mandatarios de la región, entre ellos, el presidente de Chile, Gabriel Boric, el de Uruguay, Luis Lacalle Pou, o el de Paraguay, Santiago Peña. Es la primera vez que el rey representa a España en una toma de posesión de un mandatario argentino desde que accedió al trono en junio de 2014.

En 2015, en la de Mauricio Macri, lo hizo su padre, Juan Carlos I, y cuatro años después, en la de Fernández, la entonces presidenta del Senado, Pilar Llop, puesto que coincidió con la ronda de consultas del jefe del Estado para la formación de gobierno.

El líder de La Libertad Avanza se impuso el pasado 19 de noviembre en la segunda vuelta de los comicios presidenciales a Sergio Massa, el candidato peronista al que había mostrado su apoyo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

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