El expresidente de Colombia Juan Manuel Santos denunció algunas de las trabas que está sufriendo el proceso de paz con la antigua guerrilla de las FARC, que ha tenido que esquivar desde su firma hace cinco años. Ente ellas, la actitud hostil del actual presidente Iván Duque, a quien le ha acusado “de intentar descarrilarlo”.
“No es un secreto para nadie que hemos estado en los últimos tres años y medio con un Gobierno hostil al proceso de paz, que se erigió contra el proceso de paz”, ha denunciado el expresidente Santos durante un acto celebrado en la Universidad Carlos III de Madrid con motivo del quinto aniversario del acuerdo de La Habana.
Zapatero como ejemplo de la construcción de la paz en todo el mundo
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de Podemos, Ione Belarra, comenzó las intervenciones elogiado al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero por su papel de América Latina, donde ha ejercicio como “mediador” en la crisis de Venezuela, reuniéndose con el régimen de Nicolás Maduro y la oposición, mucha de ella exiliada en España.
“Zapatero es sin duda, y creo que no me equivoco si hago una afirmación de este tipo, el dirigente político español que más está contribuyendo en los últimos años al diálogo y la construcción de la paz en todo el mundo”, ha afirmado Belarra sobre el exlíder socialista.
“Como ex presidente del Gobierno podría haber optado por un retiro dorado, bastante más cómodo, pero ha decidido seguir trabajando por la paz y la convivencia y eso sabemos que siempre implica ataques duros”, ha añadido Belarra.
Enrique Santiago
Enrique Santiago, secretario de Estado de Agenda 2030 y secretario general del PCE, fue una pieza clave en la firma de los acuerdos de Paz en Colombia, como asesor jurídico de las FARC y persona clave en el proceso de negociación de paz en La Habana.
Durante el acto en la Universidad Carlos III de Madrid, en el antiguo Mercado de Puerta de Toledo, muy cerca del rastro madrileño, Enrique Santiago ha sido aplaudido y elogiado por su labor durante aquellas duras negociaciones entre la Habana y Bogotá.
Belarra ha dado paso a las pláticas del ex presidente de Colombia José Manuel Santos Calderón, de Rodrigo Londoño, excomandante en jefe del Estado Mayor de las FARC, Josefina Etxebarri Álvarez, directora de la matriz de Acuerdos de Paz del Instituto Kroc de Estados Unidos por la Paz Internacional y del expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, Santos y Londoño firmaron los Acuerdos de Paz en el año 2016.
El tren de la paz no ha descarrilado
“Los acontecimientos han llevado al presidente a montarse en el tren de la paz. Primero lo quisieron descarrilar, luego lo quisieron detener y al ver que el tren continuaba, se montaron en el él”, ha criticado Santos, que a pesar de ello “da la bienvenida a este cambio de actitud porque alrededor de la paz, en la que debería estar reunida toda la sociedad colombiana”.
Ante la presencia del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y el antiguo líder de las FARC y actual secretario general de Comunes, Rodrigo Londoño, Santos ha reconocido que “hacer la paz es más difícil que hacer la guerra”, sobre todo por las piedras que se han puesto por el camino.
“Hacer la paz es más difícil que hacer la guerra”
Todos han reconocido que los acuerdos de paz firmando en 2016, han sido de los más cumplidos en todo el mundo.
“Me ha tocado hacer los dos y es más difícil persuadir a una persona que sufrió las consecuencias de la guerra que apoye un proceso donde hay algunos beneficios jurídicos para los victimarios y eso es muy difícil”, ha admitido.
“¿Cuánto de justicia está dispuesta a sacrificar una sociedad para lograr la paz?”, se preguntó el expresidente Santos, siendo consecuente que los detractores de uno y otro lado utilizaran todo lo que encuentren por el camino para atacarlo, “más por cuestiones políticas, que por convencimiento real”.
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)
Santos ha valorado positivamente los primeros cinco años de acuerdo. Va avanzado a un ritmo bastante aceptable, destacando algunos logros importantes para las instituciones que surgieron de aquellas negociaciones, como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), con más de 13.000 comparecientes y siete macro casos abiertos.
El expresidente colombiano, ha denunciado el asesinato de muchos guerrilleros desmovilizados que se acogieron a proceso de paz, “ya vamos en más de 300” y, también de líderes sociales.
Estos crímenes “tienen que ver con la implementación del proceso en el capítulo de las drogas, de las tierras y ambiental. El Estado tiene la obligación de hacer un esfuerzo para garantizar la seguridad de los excombatientes y líderes sociales que están siendo asesinados”, ha subrayado.
El expresidente Santos ha reconocido que “el Estado tiene una deuda con el pueblo desde hace 200 años, con respecto a una nueva reforma agraria. Colombia es el país del mundo con la peor distribución de la tierra y ahí está el origen de buena parte de los problemas”.
Un acuerdo de paz podría ser la llave para la participación política de los históricamente excluidos
El excomandante en jefe del Estado Mayor de las FARC, Rodrigo Londoño, ha señalado que fueron varios los motivos por las que la ya extinta guerrilla “mostró interés por alcanzar un acuerdo de paz, tras varias décadas intentándolo sin éxito”. “El conflicto se mostró como una razón más para la cerrazón política, para el estigma de las luchas populares y para la persecución de amplios sectores de la oposición”, ha destacó.
“Un acuerdo de paz podría ser la llave para la participación política de los históricamente excluidos y también podría ser el principio de solución de abandono del Estado con la población de extensos territorios, condenada a la pobreza, la miseria y la siembra de cultivos de uso ilícito para subsistir”, ha dicho Londoño.
“Habrá paz si ponemos acordamos fórmulas reales para poner fin a la causas que originaron y mantienen vivo este conflicto de más de medio siglo de existencia”, ha explicado Londoño, quien ha reconocido que “la difícil perspectiva de una victoria militar para ninguno de los dos bandos también sirvió de acicate para sentarse a negociar”.
Londoño lamentó cómo, “fuera de cualquier lógica civilizada, un sector político de posiciones extremas, vinculada tradicionalmente con los latifundistas y la corrupción, se declaró desde un primer momento en contra de los acuerdos de paz y se propuso a hacerlo trizas”. Acuerdos ratificados por Naciones Unidas
A pesar de que los acuerdos fueron ratificados por el Congreso colombiano y elevados a normas constitucionales, avalados por Naciones Unidas y el Tribunal Penal Internacional (TPI), sus detractores, “siguen desinformando en todos los escenarios sobre sus orígenes y contenidos”.
Londoño también ha criticado la actitud del Gobierno del presidente Iván Duque y su partido, Centro Democrático, “con el que ha sido necesario porfiar una y otra vez para sacar adelante estos acuerdos”.
“Dejamos las armas, nos conformamos con partido político legal, emprendimos con la mejor voluntad nuestra reincorporación social, política y cultural. Seguimos compareciendo ante el sistema integral de justicia, aportando verdad plena, pidiendo perdón y contribuyendo a la reparación”, ha recalcado Londoño.
Nuestra lucha hoy es que el Estado cumpla
Por último, ha responsabilizado “del continuo asesinato de líderes sociales y guerrilleros desmovilizados a la falta de implementación plena de los acuerdos en lo que respecta a la protección de quienes se acogieron a ellos, así como a las reformas agrarias pendientes para el reparto equitativo de tierras y de sustitución de cultivos ilícitos. “Nuestra lucha hoy es que el Estado cumpla”.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, pidió aprovechar estos 5 años del Tratado de Paz en Colombia para que “suponga una puesta en la agenda política, una apuesta en la conciencia colectiva sobre la paz”.