La “lotería del Bicho” (Jogo do Bicho en portugués) es un juego de azar ilegal en Brasil que ha tenido una larga historia de asociaciones con el crimen organizado, incluyendo su papel en la financiación de los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro. Originada a finales del siglo XIX, esta lotería se basa en un sistema en el que los jugadores apuestan a números asociados con animales. Con el tiempo, el Jogo do Bicho se convirtió en una vasta empresa criminal, generando enormes sumas de dinero ilegal.
Relación con la Mafia y el Carnaval
La mafia detrás del Jogo do Bicho ha jugado un papel crucial en la financiación de los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro. Durante muchas décadas, los banqueros del Bicho han sido patrocinadores importantes de las escuelas de samba, proporcionando los fondos necesarios para sus elaborados desfiles. Esta financiación ha sido esencial para el desarrollo y la opulencia de los eventos del Carnaval. Ha permitido a las escuelas de samba crear espectáculos cada vez más elaborados y técnicamente sofisticados, que han recibido apoyo económico. Estos patrocinios han sido fundamentales para que estas escuelas compitan en el más alto nivel. Y les ha asegurado que puedan permitirse su opulencia, con los mejores trajes, carrozas y artistas.
La influencia de la lotería del Bicho y su asociación con el crimen organizado en los desfiles del Carnaval de Río ha persistido durante gran parte del siglo XX. Y continúa hasta la actualidad, a pesar de los esfuerzos gubernamentales para erradicar el juego ilegal y su influencia en actividades culturales. La persistencia de esta relación se debe en parte a su profunda integración en la sociedad brasileña y su economía informal. Así como a la corrupción dentro de ciertos sectores de la administración pública y la policía.
Orígenes históricos
El Jogo do Bicho fue creado en 1892 por el barón João Batista Viana Drummond, propietario del zoológico en Río de Janeiro, como una estrategia para aumentar la asistencia. Los visitantes apostaban a qué animal se les mostraría al final del día. Aunque comenzó como un juego inocente, rápidamente fue adoptado por figuras del crimen organizado, evolucionando hasta convertirse en un vasto sistema de apuestas ilegales.
A lo largo del siglo XX, se arraigó en la sociedad brasileña, funcionando no solo como un juego de azar sino también como un sistema paralelo de economía sumergida. Con el paso del tiempo, los "banqueiros" (banqueros del Bicho) o capos de la mafia violenta ampliaron su influencia, invirtiendo en diversas actividades legales e ilegales, incluidos los desfiles de Carnaval.
Los ingresos del turismo
La relación entre el Jogo do Bicho y los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro tiene implicaciones sociales y económicas significativas. Por un lado, la financiación proporcionada por los banqueiros ha permitido que las escuelas de samba desarrollen espectáculos cada vez más elaborados, promoviendo la cultura local y atrayendo turismo internacional, lo que genera ingresos significativos para la ciudad.
Sin embargo, esta relación también ha perpetuado ciclos de dependencia y ha facilitado la legitimación de los capos del crimen organizado en la comunidad. Los banqueiros del Bicho a menudo son vistos como benefactores en sus comunidades, financiando no solo las escuelas de samba sino también proyectos comunitarios y eventos locales, lo que complica los esfuerzos por combatir su influencia.
¿Qué hace Lula Da Silva?
El gobierno brasileño de Lula Da Silva ha intentado en varias ocasiones regular o erradicar el Jogo do Bicho debido a sus vínculos con el crimen organizado y la corrupción. Sin embargo, estos esfuerzos han tenido un éxito limitado, en parte debido a la corrupción dentro de la policía y el sistema judicial, así como a la popularidad del juego entre la población. La legalización ha sido propuesta como una solución para controlar y tributar las apuestas, aunque esto plantea dilemas éticos y prácticos.
Los bicheiros (operadores de la lotería) han utilizado las ganancias para financiar actividades ilegales, incluyendo corrupción, extorsión, narcotráfico, y violencia. La relación entre la lotería del Bicho y el crimen organizado ha contribuido a la compleja trama de la criminalidad en Brasil. Han desafiado los esfuerzos de las autoridades por combatir la influencia del crimen organizado en la sociedad.
El patrocinador de la escuela de samba Unidos de Vila Isabel
El Capitão Guimarães, es una figura controvertida en la historia de Brasil. Conocida tanto por su papel en el régimen militar como por sus supuestas conexiones con el mundo del crimen organizado. Nacido en 1932, Guimarães comenzó su carrera en el Ejército Brasileño, donde alcanzó el rango de capitán. Durante el régimen militar que gobernó Brasil desde 1964 hasta 1985, se le acusó de participar en la represión política, incluida la tortura de presos políticos. Una práctica tristemente común en esa época para silenciar la oposición y consolidar el poder.
El Capitão Guimarães se involucró en el mundo de las escolas de samba, convirtiéndose en una figura prominente en este ámbito cultural brasileño. Sin embargo, su nombre pronto se asoció con actividades ilícitas, incluida la conexión con la mafia y el juego ilegal. En las décadas de 1990 y 2000, Guimarães fue señalado como uno de los líderes de la llamada "Mafia del Juego" en Río de Janeiro. Un grupo que controlaba gran parte del juego ilegal en la ciudad, incluidos los "juegos de bicho", una lotería ilegal muy popular en Brasil.
Operadores de la lotería ilegal
Guimarães ha sido acusado de ser uno de los principales operadores de la lotería ilegal. Tras su pasado militar, fue acusado de tortura. Para algunos, representa una figura oscura que simboliza los abusos del régimen militar. La corrupción que puede prevalecer en ciertos sectores de la sociedad brasileña. Para otros, especialmente en el mundo de las escolas de samba, ha sido visto como un benefactor y un líder carismático.
A lo largo de los años, el Capitão Guimarães ha enfrentado varias acusaciones legales relacionadas con sus actividades en el juego ilegal, aunque ha logrado evitar condenas significativas. Su vida y carrera encapsulan la complejidad de la historia reciente de Brasil, entrelazando el legado del autoritarismo militar con las dinámicas del poder y la ilegalidad en la sociedad civil.
La intrincada relación entre el Jogo do Bicho, el crimen organizado y los desfiles del Carnaval de Río de Janeiro es un reflejo de las complejidades sociales, económicas y culturales de Brasil.
Mientras el Jogo do Bicho continúe siendo una parte integral de la economía informal brasileña y un patrocinador clave de los desfiles de Carnaval, la lucha contra su influencia ilícita presentará desafíos significativos. El futuro de esta relación dependerá en gran medida de las políticas gubernamentales, las actitudes sociales hacia el juego y la capacidad de las comunidades para encontrar fuentes de financiación alternativas y sostenibles para sus celebraciones culturales.
La lotería del "Bicho" y el asesinato de la concejala Marielle Franco son dos temas distintos, pero ambos reflejan aspectos de la sociedad brasileña y sus desafíos en cuanto a la criminalidad y la justicia.