Anthony Albanese, primer ministro de Australia, ha afirmado que su gobierno se mantiene "firme" ante la exigencia a Washington sobre la retirada de los cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Así lo expresó el pasado martes, reiterando la postura que se ha mantenido desde el ejecutivo de Australia. Sin embargo, desde la Administración norteamericana, Antony Blinken ha rechazado las peticiones realizadas hasta la fecha.
"Esto ha durado demasiado. Ya es suficiente", ha dicho el primer ministro de Australia, Albanese, en una rueda de prensa. "Seguimos muy firmes en nuestra opinión y en nuestras representaciones ante al gobierno estadounidense y continuaremos haciéndolo".
El pasado mes de mayo, Albanese dijo a la cadena ABC de Australia que Assange necesitaba concluirse y que su gobierno "estaba trabajando a través de canales diplomáticos para resolver la situación con Washington". Una postura que no se comparte desde la Administración estadounidense, donde mantienen la causa abierta y considerando que las acciones de Assange suponían un riesgo muy grave para la seguridad nacional de Estados Unidos, beneficiando a sus adversarios y poniendo fuentes humanas en grave riesgo al haber sido nombradas.
Assange, ciudadano australiano, está actualmente en una prisión londinense mientras espera a ser enviado a Estados Unidos, donde sería juzgado y privado de libertad por haber publicado material clasificado que deja en evidencia la actuación de Estados Unidos en sus campañas internacionales, concretamente en Irak y Afganistán.
La extradición a Assange fue aprobada en 2020 por la ministra del Interior de Reino Unido, Priti Patel.