Unas 100.000 personas han sido detenidas, secuestradas o han desaparecido en Siria desde 2011“Las familias de las personas desaparecidas en Siria están abandonadas a su suerte en la búsqueda de sus familiares y a menudo corren un gran riesgo personal. Ocho años después del comienzo de la crisis, el gobierno sirio, los grupos armados de oposición y los Estados que ejercen más influencia sobre ellos —Rusia, Turquía e Irán— han fallado a los familiares de las personas desaparecidas y en paradero desconocido, que llevan años luchando para saber si sus seres queridos están vivos o muertos”, ha afirmado Lynn Maalouf, directora de Investigación para Oriente Medio de Amnistía Internacional.“Les pedimos [a Rusia, Turquía e Irán] que utilicen su influencia en Siria para permitir, como mínimo indispensable, la creación de una Oficina de Información central encargada de buscar, investigar e identificar la suerte y el paradero de las personas desaparecidas en Siria.”Entre las personas sometidas a desaparición forzada figuran opositores pacíficos al gobierno, como manifestantes, activistas de derechos humanos, periodistas, profesionales médicos y personal de ayuda humanitaria.Familias traumatizadas*Sawsan, refugiada y madre de cuatro hijos que vive en Líbano, dijo a Amnistía Internacional que su esposo, de Daraya, en Damasco Rural, fue detenido arbitrariamente por las fuerzas de seguridad de inmigración y control de pasaportes en la frontera siria con Líbano por motivos desconocidos. Está desaparecido desde junio de 2014.Planeaban salir de Siria y entrar en Líbano tras la muerte de su hija a causa de una enfermedad hepática crónica. “Mi hija murió tres meses antes de que su padre fuera detenido. Estaba destrozado por ella. Ahora nosotros estamos destrozados por él”, dijo a Amnistía Internacional.“La ONU suspendió la ayuda para nosotros hace dos años, así sin más, la interrumpieron sin hacer preguntas. Saben que tengo tres hijos que necesitan medicamentos [para tratar la misma enfermedad de la que murió su hija]. [...] Quiero volver a Siria, donde las cosas son más baratas y puedo vivir con familiares, pero [el gobierno sirio] me quitará a mis hijos aunque estén enfermos y no sean aptos para el servicio militar. Pero eso no les importa.”*Fida, madres de tres hijos y una hija, originaria de la Guta Occidental, en Damasco Rural, dijo a Amnistía Internacional que su hijo y su esposo fueron detenidos en 2014 y están en paradero desconocido desde entonces, y su segundo hijo también está en paradero desconocido desde 2018.A principios de enero de 2014, el gobierno sirio anunció que se había reconciliado con los grupos armados en la Guta Occidental, que había estado sitiada hasta entonces, y que se permitiría a la población civil salir de la zona. Pero cuando intentaban salir, fuerzas de seguridad sirias detuvieron al esposo y el hijo de Fida en un puesto de control en Sayyeda Zaynab, al este de Damasco. No fueron los únicos. Cuando las familias evacuaban la zona, fuerzas gubernamentales detuvieron a todos los hombres y obligaron a las mujeres, niñas y niños a regresar a la zona sitiada.El segundo hijo de Fida permaneció en la zona, que el gobierno sirio mantuvo bajo asedio hasta que recuperó su control en mayo de 2018 tras un denominado acuerdo de “reconciliación” con los grupos armados de oposición. El joven obtuvo una acreditación de seguridad, pero pese a ello lo arrestaron y después desapareció.Fida y su familia buscaron a todos sus familiares en varios servicios de seguridad, pero todas negaron que estuvieran bajo su custodia. No ha visto a sus dos hijos y a su esposo ni ha tenido noticia de ellos desde su desaparición. Fida dijo a Amnistía Internacional que teme que si regresa de Líbano, donde se refugió en 2014, las autoridades sirias también se lleven a su [tercer] hijo.*Fatma, refugiada siria que vive en Turquía, dijo a Amnistía Internacional que su esposo, dentista en la ciudad de Alepo, fue detenido el 1 de diciembre de 2012 en un puesto de control a cargo del servicio de seguridad militar, según información facilitada por testigos que viajaban con su esposo en el taxi. Fatma lo buscó en el servicio de seguridad militar en la ciudad de Alepo, pero allí negaron que estuviera bajo su custodia. Su familia pagó una considerable suma de dinero a varios intermediarios, que resultaron ser fraudes, agregó.“Lo que más me duele es no saber nada de mi esposo. Si supiera que está muerto, sería mejor que el sufrimiento de no saber nada. Mis cuatro hijos también sufren. No dejan de preguntarme si su padre volverá algún día y yo no sé qué decirles. Soporto la carga de la guerra, la carga de la desaparición de mi esposo, y la carga de mis hijos, completamente sola.”*Los nombres de las mujeres se han modificado para proteger su seguridad.
Familias sirias buscan respuestas sobre familiares desaparecidos
02
de Septiembre
de
2019
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Las familias de decenas de miles de personas sometidas a desaparición forzada o secuestradas desde el comienzo de la crisis en Siria en 2011 sufren desde hace años la angustia que causan las negativas del gobierno y el apoyo insuficiente de la comunidad internacional, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Amnistía Internacional hace un llamamiento a una acción internacional unitaria en apoyo de las familias que llevan años abandonadas a su suerte en la búsqueda de sus seres queridos, a menudo corriendo un gran riesgo, además de hacer frente al impacto de la desaparición.De acuerdo con la ONU, unas 100.000 personas han sido detenidas, secuestradas o han desaparecido en Siria desde 2011. Se cree que al menos 90.000 de estas personas han sido detenidas arbitrariamente y sometidas a desaparición forzada a manos de fuerzas gubernamentales, según la Red Siria de Derechos Humanos.Amnistía Internacional ha hablado con 24 familiares de personas desaparecidas, que buscaron refugio en Líbano y Turquía o están desplazadas en el interior de Siria. Todas refirieron las profundas consecuencias emocionales y psicológicas derivadas de vivir en una incertidumbre permanente, que agrava el devastador impacto económico.
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