La investigación liderada por el Cosorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) han revelado cómo, desde hace más de 20 años, PwC, la segunda firma de contabilidad más grande del mundo y auditora de, entre otros, Banco Santander, ayudó a Alexei Mordashov a convertirse en el hombre más rico de Rusia, con un patrimonio neto que Forbes estimó en 29.000 millones de dólares.
PwC ha estado del lado del magnate del acero desde que ganó sus primeros 1.000 millones de dólares a principios de la década de 2000, un verdadero éxito entre las docenas de bufetes de abogados y facilitadores occidentales que han servido con entusiasmo a los oligarcas que florecieron durante la era de Putin.
Según ha publicado el ICIJ, PwC ayudó a un holding vinculado a Mordashov a establecer y administrar más de 65 empresas ficticias en las Islas Vírgenes Británicas y otras jurisdicciones secretas.
Los Papeles de Pandora y otros documentos filtrados analizados por el ICIJ muestran cómo Mordashov usó esta red de empresas offshore para invertir en sociedades europeas y, dentro de Rusia, expandirse más allá de la industria del acero y adquirir grandes participaciones en los sectores del carbón, de la madera y los medios de comunicación.
Los documentos hechos públicos por el ICIJ también muestran que estas empresas offshore participan en transacciones que mueven grandes sumas de dinero en todo el mundo de manera sospechosa. Aparecen, al menos, cuatro transacciones que involucran empresas vinculadas a uno de los socios más cercanos del presidente ruso, Vladimir Putin, acuerdos que plantean dudas sobre las afirmaciones de Mordashov de que no tiene vínculos profundos con Putin.
Los Papeles de Pandora describen cómo la filial chipriota de PwC ayudó a Mordashov a construir la infraestructura offshore de su imperio empresarial.
Los asesores también lo ayudaron a él y a su pareja, Marina Mordashova, a registrar empresas para poseer un yate de 65 metros de eslora y un jet de lujo Bombardier. Además, durante las oleadas de sanciones que las naciones occidentales impusieron a los oligarcas y empresas rusas desde 2014, PwC ayudó a la pareja a reestructurar la propiedad de sus empresas ficticias.
La mayoría de las empresas están afiliadas a Unifirm Ltd., el holding de Mordashov con sede en Chipre, uno de los centros offshore favoritos para los rusos ricos.
La principal empresa de Mordashov, Severstal, es uno de los mayores productores de acero de Rusia. Se enorgullece de fabricar acero para vehículos blindados y submarinos del ejército ruso. Sin embargo, Mordashov ha negado repetidamente estar cerca de Putin.
«Soy un empresario privado, no tengo nada que ver con el gobierno», llegó a afirmar en una entrevista de 2018 con Bloomberg TV.
El idilio ruso de PwC
PwC es una de las compañías globales de élite que desempeña un papel crucial para permitir que los ultra ricos y políticamente conectados multipliquen sus riquezas y eviten el escrutinio. La Rusia postsoviética ha sido durante mucho tiempo un mercado favorito para PwC.
En los años previos a la guerra en Ucrania, PwC informó que su filial en Rusia había trabajado con más de 2.000 empresas rusas, incluidas 124 cuyos ingresos totales representaban casi la mitad del PIB del país. Entre ellos, Gazprom, el gigante energético apodado como la «herramienta geopolítica» de Putin; Sberbank, el banco estatal más grande de Rusia; Sibur, un gigante petroquímico en parte propiedad de Kirill Shamalov, ex yerno de Putin.
En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, PwC anunció que la filial rusa de la empresa ya no formará parte de su red global y que sus filiales fuera de Rusia «abandonarán cualquier trabajo para entidades o personas rusas sujetas a sanciones».
Sin embargo, los Papeles de Pandora muestran que las filiales de PwC fuera de Rusia han hecho tanto como las de dentro de Rusia para ayudar a los oligarcas cercanos a Putin a administrar y proteger su riqueza.
La unidad de Singapur de PwC fue el auditor del fondo de inversión de Kirill Androsov, un exasesor de Putin, así como de una compañía petrolera con sede en Londres en la que había invertido el fondo de Androsov.
Por otro lado, PwC auditó parte del negocio inmobiliario del multimillonario Oleg Deripaska, un aliado de Putin investigado por presuntos delitos financieros en Bélgica, España, Grecia y Estados Unidos.
En 2017, meses antes de que Deripaska fuera sancionado por el país norteamericano, la filial chipriota de PwC lo ayudó a él y a dos sus hijos a conseguir la "visa dorada" para adquirir pasaportes chipriotas y derechos de ciudadanía de la UE, invirtiendo 3 millones de dólares en activos inmobiliarios del país, según un informe del gobierno de Chipre.
En 2021, un directivo de PwC le dijo a un comité del gobierno chipriota que, durante la última década, la empresa había ayudado a 217 extranjeros ricos a convertirse en ciudadanos europeos a través del esquema de visa dorada, pero negó que la empresa tuviera alguna relación con «figuras políticas».