Un excomandante del grupo mercenario ruso Wagner que lucha en Ucrania asegura haber huido a Noruega, donde ha pedido asilo al temer por su vida tras presenciar supuestos crímenes de guerra en Ucrania, así como el asesinato y maltrato de prisioneros rusos desertores llevados a la línea del frente. Andrei Medvedev, de 26 años, se unió al batallón (la guardia pretoriana de Vladímir Putin) el 6 de julio de 2022 con un contrato de cuatro meses, según explica en un vídeo publicado por el grupo de derechos Gulagu.net. Al parecer el soldado pasado al otro bando ha cruzado la frontera con Noruega antes de ser detenido por la policía del país escandinavo, según la agencia de noticias Reuters.
Medvedev, un huérfano que se alistó en el Ejército ruso y cumplió condena en prisión antes de unirse al Grupo Wagner, añade que logró escapar de la unidad militar rusa tras presenciar el asesinato de desertores capturados de Wagner. El grupo ruso de derechos humanos Gulagu cree que se trata de la primera deserción a Occidente de uno de los mercenarios del grupo paramilitar. El fundador de Gulagu, Vladimir Osechkin, ha contado que Medvedev fue soldado del Ejército ruso y estuvo en la cárcel entre 2017 y 2018 antes de unirse al batallón, algo que hizo el pasado mes de julio. Fue destinado a cargo de una división en Ucrania y cada semana le proporcionaban entre 30 y 40 soldados.
“Tengo miedo de morir en agonía”, dijo Medvedev a Osechkin, que afirmó haber ayudado a Medvedev a salir de Rusia después de que se dirigiera al grupo temiendo por su vida. Medvedev mantiene que cruzó la frontera trepando por alambradas de espino, eludiendo a una patrulla fronteriza con perros, y que oyó a los guardias disparar mientras corría por un bosque y por hielo fino y quebradizo hacia Noruega.
La policía noruega informó de que un ciudadano extranjero había sido detenido en la noche del jueves al viernes tras cruzar ilegalmente la frontera rusa en el Ártico y que solicitaba asilo. Su abogado noruego informó de que Medvedev se encontraba a salvo en la “zona de Oslo”, pero no facilitó más detalles.
“Lo importante para él (Medvédev) es que las autoridades de inmigración aclaren su situación lo antes posible”, dijo el abogado Brynjulf Risnes. Medvédev aún no había hablado con la policía de seguridad noruega y no se había llegado a ningún acuerdo para una entrevista, dijo Risnes. “Estoy seguro de que será una pregunta en algún momento”, dijo Risnes, que declinó decir dónde estaba luchando Medvedev en Ucrania. “Dice que ha participado en combates, que, según él, eran claras situaciones de combate (...) y que no ha estado en contacto con civiles”, explicó el letrado.
Yevgeny Prigozhin, fundador de Wagner, comentó que Medvedev había trabajado en una unidad noruega de Wagner, pero que había “maltratado a prisioneros”. “Tened cuidado, es muy peligroso”, agregó Prigozhin en un comunicado difundido por su portavoz. Prigozhin no se refirió a las denuncias de asesinatos o malos tratos a prisioneros.