Al tiempo que la causa palestina ha sumado multitudinarias manifestaciones por todo el mundo a su favor y contra los ataques indiscriminados de la Franja de Gaza por parte de Israel, el Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu se ha impuesto también a toda costa que se apague por completo la realidad informativa que están generando sus bombardeos contra hospitales, mezquitas y otros edificios civiles, donde han muerto miles de ciudadanos. El periodismo y el derecho a la información son también un objetivo prioritario a batir por parte de Israel, como denuncia Reporteros Sin Fronteras (RSF), que asegura que “Israel lleva casi dos semanas reprimiendo constantemente la información en la Franja de Gaza”.
El panorama que señala RSF es desolador para los periodistas que se encuentran en la zona para informar de la guerra de Israel contra Hamás. A las decenas de periodistas muertos o heridos, y los medios locales destruidos se suman cortes en la conexión a Internet y la amenaza de censura de la cadena de televisión Al Jazeera.
“Los israelíes están al borde de crear un ‘apagón informativo’ en Gaza”, denuncia esta organización. “Medidas generales como el bloqueo al acceso, impuesto desde hace tiempo y reforzado recientemente, y el desplazamiento forzoso de civiles en los últimos días, están afectando a los periodistas locales y a sus familias. Al mismo tiempo, los medios de comunicación y los periodistas corren peligro de diversas maneras”, denuncia RSF.
En la denominada ‘semana sangrienta’ que siguió al ataque de Hamás contra civiles en Israel, un total de diez periodistas murieron por causas vinculadas a su trabajo, ocho de ellos en Gaza y la mayoría, si no todos, como consecuencia de bombardeos israelíes. La última víctima es Mohammad Baalouche, director del canal de televisión Palestina Hoy, asesinado el pasado 17 de octubre por un ataque selectivo contra su domicilio, según la información obtenida por RSF.
Reporteros Sin Fronteras denuncia que “Israel lleva casi dos semanas reprimiendo constantemente la información en la Franja de Gaza”
RSF asegura que, además de estos diez periodistas muertos mientras cubrían la guerra, otros nueve han perdido la vida en sus domicilios de Gaza como consecuencia de los bombardeos y ataques aéreos israelíes. Esta organización investiga si fueron atacados mientras trabajaban informando sobre la guerra.
“La represión del periodismo adopta también otras formas”, denuncia RSF en un comunicado. Desde el 7 de octubre que se produjo el ataque por sorpresa de Hamás, numerosos medios de comunicación han sido destruidos total o parcialmente en Gaza por los ataques aéreos israelíes. El Sindicato de Prensa Palestino ha confirmado que esta cifra alcanza los 50 medios de comunicación destruidos. La mayoría de las 24 emisoras de radio que emiten por aire o por Internet -que figuran entre las principales fuentes de noticias de la franja de Gaza- han sido silenciadas por los ataques aéreos y bombardeos o por el bloqueo israelí, que les impide abastecerse de combustible, informa RSF.
El 19 de octubre, un ataque cerca del hospital Nasser de Khan Younès destruyó una instalación provisional que albergaba a equipos de la BBC, Reuters, Al Jazeera, AFP y agencias de noticias locales, sin causar heridos.
A todo esto hay que sumar el crecimiento notable de los obstáculos para informar por parte de los periodistas desplazados a la zona. Arriesgando constantemente sus vidas, RSF estima que al menos 50 periodistas han tenido que abandonar precipitadamente sus hogares en la ciudad de Gaza en los últimos días, a consecuencia de las órdenes de evacuación israelíes. “En el curso de este desplazamiento forzoso tuvieron que abandonar equipos de grabación, documentos y equipos de protección”, informa la organización de defensa de los periodistas.
“Anoche dejé mi casa en la ciudad de Gaza”, comunicó a RSF su corresponsal, cuando al fin pudo hablar tras pasar más de seis horas sin conexión a la red el 14 de octubre, cuando se cumplía una semana del conflicto. “Tengo problemas para hablar contigo. Apenas tenemos Internet aquí y no podemos cargar nuestros teléfonos. Hago todo lo que puedo para reunir información. Vivimos con miedo, es insoportable. No es la primera guerra que cubro Gaza, pero nunca había visto nada igual”.
RSF denuncia que la presión sobre los periodistas que informan sobre la situación en la franja de Gaza, incluso sobre los que lo hacen desde fuera del enclave, ha aumentado desde el 7 de octubre. Al menos un periodista ha sido detenido por las fuerzas de ocupación israelíes en Cisjordania por su cobertura de la guerra. En Jerusalén, Ahmad Darwasha, corresponsal de Al Araby TV, fue amenazado e insultado por un agente de policía durante una emisión en directo, mientras que tres periodistas de la BBC fueron retenidos a punta de pistola por la policía israelí en Tel Aviv.
“Para que el mundo exterior pueda recibir una cobertura libre y fiable de la situación, los periodistas deben poder trabajar. Pero informar es cada día más peligroso. Desde hace casi dos semanas, las fuerzas armadas israelíes hacen todo lo posible para impedir la difusión de imágenes. Condenamos el bloqueo mediático que intenta imponer Israel. El periodismo es el antídoto contra la desinformación que se extiende con especial fuerza en esta región”, señala el secretario general de RSF, Christophe Deloire.