Desde hace tres años, sobre el Estado de Sinaloa, en tierra de ejército mexicano, sobrevuelan aviones de la Fuerza Aérea Mexicana con el objetivo de "hacer que llueva en regiones que sufren de un creciente estrés hídrico". Así informa hoy BBC, explicando que a esta estrategia se le ha llamado coloquialmente "bombardeo" o "siembra de nubes", aunque técnicamente el término es el de "estimulación de lluvias".
Para estas labores se cuenta con la Fuerza Aérea Mexicana, los Gobierno estatales, Conagua, el Servicio Meteorológico Nacional, la Agencia Federal Aeronáutica Civil y Conaza.
El Gobierno de México anunció recientemente que esta técnica se comenzaría a llevar a cabo en Sonora, Baja California, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Zacatecas y Tamaulipas.
En Sinaloa las lluvias han descendido o llegan tarde, dejando los terrenos agrícolas perjudicados. En Monterrey la falta de agua está generando problemas serios de abastecimiento para abastecer a la población.
"Hemos venido afrontando un proceso de desertificación en el mundo, y en México no es excepción", recoge BBC del ingeniero Santiago Argüelles Campos, uno de los coordinadores de la estrategia de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
Desde 2020 hasta ahora, "una sola compañía suma más de 250 misiones aéreas para el bombardeo de nubes pagadas por el gobierno", recoge Wired, en referencia a la Startuop Ranissance.
Sembrado de nubes, estimulación de lluvias
Esta técnica de momento no ha demostrado tener evidencias contundentes de su eficacia.
Sin embargo, el ingeniero, apuesta por esta técnica, que se ha iniciado hace cuatro meses, afirmando que la técnica funciona. El gobierno afirma que en 2021, la estimulación de lluvias permitió obtener un aumento promedio de 45.1% de exceso de lluvia. A través de la estimulación de lluvias se logró mitigar los efectos de la sequía en 85.2% de los polígonos de estimulación que comprendieron más de 8.2 millones de hectáreas en los ocho estados, aseguran. Afirman que esta técnica también es positiva para evitar incendios, como en Monterrey.
Desde 2019 la Sader está poniendo en marcha esta "nueva estrategia de estimulación de lluvias con un método mexicano innovador", según explica Argüelles". "No buscamos ni pretendemos crear nubosidad, sino simplemente trabajar sobre los trayectos de la nubosidad que se presentan en condiciones meteorológicas normales", señala.
¿En qué consiste esta técnica del "sembrado de nubes"? Recoge BBC que para "bombardear las nubes, en México usan las aeronaves de la FAM (fuerza militar), así como de otras entidades, tanto públicas como privadas, a las que se instalan unos aspersores y tanques de presurización.
"Para la estimulación de lluvias se utilizan dos aviones King Air 350 que fueron modificados y tienen una capacidad de reacción inmediata para las condiciones de operación que se requieren", explica el Gobierno.
Sobre la sección del terreno seleccionada, y bajo condiciones de nubosidad, "se esparce una solución de yoduro de plata en acetona que estimula la formación de núcleos de condensación", explica el ingeniero. Según explican, "la presencia de este agente químico estimula la caída de lluvia que ya está en las lluvias presentes en la región elegida y, que debido a factores naturales, podría disiparse y no precipitarse." Subrayan que este método no busca crear nubes, sino influir en las que ya existen en la atmósfera.
Se asegura que este proceso de aspersión de partículas "no causa ningún impacto negativo ambiental, ni contaminación del agua, dado su composición de sal y minerales".
Según publicaba El País, "hay que andarse con mucho ojo, porque pasarse con el sembrado (de nubes) puede ocasionar efectos indeseables. Si hay demasiadas partículas que compiten por el vapor de agua, podrían crecer todas las gotas, pero muy poco cada una, y no precipitarían. Es lo que se llama la hipótesis de la competencia. Si en un manzano asoma una cosecha espectacular, habrá muchas manzanas, pero tan menudas que será inaceptables en el mercado".
Otro de los problemas que se reconocen en El País, es que "con el sembrado de las nubes (...) si los aviones rocían aquí, se quejan los agricultores de más allá, porque entienden que les están robando el agua de los cielos". Aclara que "puede que no sea exactamente así, pero a veces ocurre que una nube intervenida en un lugar pasa de largo y precipita en otro sitio", según Fernando García, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los agricultores de Puebla llevan manifestándose años para quejarse de la presencia de empresas privadas que bombardeaban con cañones desde el suelo, "en este caso para modificar la nube de tal forma que inhibiera la lluvia", señala El País. Y apunta a que en ese momento, estas protestas señalaban a "algunas firmas automovilísticas conjuraban de esta forma el granizo para que no dañara los miles de automóviles que acumulaban para su venta". Acusarson entonces a Audi, entre otras compañías privadas, de haber usado cañones antigranizo. La compañía automovilística, por su parte, negó las acusaciones.
Otra compañía, sin embargo, sí reconoció estar haciendo uso de cañones antigranizo en Puebla en 2018. Fue Volkswagen, y se comprometió "ante las presiones de campesinos que alegan daños a sus cultivos" a "acordar con el gobierno de Puebla suspender el uso de cañones automáticos, pero continuar con los bombardeos de manera natural cuando se detecte la caída de granizo".
Volkswagen tenía permiso estatal para usar tecnología anti-granizo. Concretamente, la Secretaría de Desarrollo Rural estatal emitió un permiso para que la empresa pudiera utilizar este tipo de técnicas "en un periodo menor a dos horas por año".
En aquel contexto, "Puebla modificó la legislación para prohibir la estimulación artificial mediante tecnologías de las nubes".
Protestas en Aragón por parte de los agricultores
Esta semana, "agricultores y alcaldes de la zona del Moncayo se movilizaban contra unos supuestos vuelos que las autoridades niegan", según informaba El País. Protestan por la presencia de aviones que estarían incidiendo en el clima, y por ende, en la agricultura. A las protestas se están uniendo los alcaldes de la zona, ante el silencio de la mayoría de los medios de comunicación.
El pasado mes de junio, medios como El Periódico de Aragón, titulaban que "el mito de las avionetas antilluvias vuelve a sobrevolar el Moncayo". Recogía la información que la plataforma Moncayo SOS reunió a cientos de personas para exigir una investigación urgente "sobre los vuelos incontrolados de aviones ligeros utilizados como una técnica de lucha contra el pedrisco". La información publicada apunta a que los expertos y fuentes gubernamentales rechazan que esto esté ocurriendo.
Sin embargo, representantes de agricultores de las Comunidades de Regantes de la Cuenca del Río Huecha, así como habitantes de las comarcas del Campo de Borja y de Tarazona y el Moncayo, se están sumando al manifiesto de la plataforma que ha sido enviado a las administraciones públicas. Se exige la apertura de un procedimiento urgente de investigación sobre todo tipo de técnicas, como avionetas, estufas y cohetes antigranizo que "pudieran estar interviniendo el clima" y en su caso, "una moratoria inmediata de esas prácticas".
La respuesta que recogía esta publicación por parte del Gobierno de Aragón apunta a que desde el mismo no se lleva a cabo financiación de ningún tipo de actividad de modificación atmosférica. Y se añade, por parte del gobierno aragonés, "que tampoco es competente en la investigación sobre la existencia de vuelos con el cometido de hacer desaparecer las nubes e impedir las precipitaciones, puesto que no tiene competencia alguna en aviación civil ni sobre la aplicación de la normativa vigente al respecto".
En Soria los agricultores también llevan años denunciando "la presencia de avionetas que disipan las nubes". Advertían de que "la utilización de este tipo de aerosoles" (por el yoduro de plata) en cuanto a su seguridad no está clara, al tratarse de un "elemento químico muy contaminante" y que su uso podía traer consecuencias graves.
En Huelva, hace un año, el Ayuntamiento de Minas de Riotinto denunciaban a una compañía que estaba alterando los ciclos naturales de la lluvia.
La información disponible es prácticamente inexistente. Se reconoce que se están llevando a cabo prácticas, que no tienen todavía una eficacia demostrada, pero de cuyos daños se evita informar. Es difícil encontrar información sobre las protestas, sobre su seguimiento y sobre las voces que alertan de los riesgos que este tipo de prácticas pueden tener para la salud, para la ganadería, la pesca y nuestros suelos.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha comprobado que “los iones y yoduro de plata disueltos son fungicidas, alguicidas y bactericidas que afectan la microbiota terrestre y acuática”. El meteorólog Alberto Hernández Unzón alertó, según infobae, sobre un punto que no es considerado por las autoridades: “si la técnica de siembra se aplica en un área específica de forma reiterada, el químico se acumula en el ecosistema y la contaminación afecta a las aguas superficiales”.