Los transportistas húngaros se han sumado hoy a los bloqueos organizados por los polacos, y a los que ya se unieron los eslovacos como protesta contra los beneficios respecto a los productos procedentes de Ucrania que estaban afectando a sus productos.
Se suman así a las exigencias hacia Bruselas para que se introduzcan cuotas a los camiones de carga procedentes de Ucrania que entren en territorio de la UE, tal y como se les exige a ellos.
Según el canal de televisión M1, el puesto de control de Zahony-Csop permite el paso de vehículos particulares y de autobuses, pero respecto a los camiones, solamente se está permitiendo el paso de dos por hora en cada dirección. La policía húngara calcula que los camiones pueden necesitar unas 48 horas de media para salir del país.
Este punto es estratégico y conocido como "la ruta de los Cárpatos", a su paso por la frontera entre Hungría y Ucrania. La policía se ha visto obligada a desviar algunos camiones hacia Rumanía, donde se están comenzando a producir atascos en las carreteras.
Por el momento no se sabe cuánto tiempo está previsto que los camioneros húngaros mantengan su protesta, aunque algunos medios locales han señalado que la situación podría mantenerse hasta finales del mes de diciembre.