Los estudiantes universitarios turcos desafían las amenazas del presidente Recep Tayyip Erdogán y las violentas incursiones policiales, que se saldan con golpes y arrestos. Han decido ser creativos y dormir en los parques para protestar por la fuerte suba de alquileres.
Las protestas comenzaron el 19 de septiembre, al inicio del curso académico. Los jóvenes decidieron pasar la noche a la intemperie, durmiendo en los parques. La escena se repite en más de una docena de ciudades de todo el país, todos los días, ante la indiferencia de los medios europeos, que esporádicamente sacan la noticia a la luz.
Erdogán pierde los papeles
El mes pasado, Erdogán amenazó con mano dura contra los universitarios que protestasen. Los calificó como: “otra versión de los hechos de Gezi Park”, aludiendo a las manifestaciones de 2013, que congregaron a millones de personas. Pero sus palabras fueron aún más duras y descalificó a los jóvenes, de “mentirosos y presuntos estudiantes”.
Tras sus palabras, la policía llevó a cabo una serie de redadas en parques de Estambul y Esmirna, dispersando a los jóvenes por la fuerza y arrestando a decenas de personas. Algunas fuentes afirman que 80 estudiantes universitarios fueron detenidos.
Los universitarios desafían a la policía
Los jóvenes desafiaron a las autoridades y continuaron con las protestas pacíficas. Siguen durmiendo en los parques por la noche, envueltos en pancartas de protesta en las que piden que bajen los precios de los alquileres.
Turquía es un país de 83 millones de habitantes, hay cerca de ocho millones de universitarios que estudian lejos de su ciudad de origen. En el último año, la inflación y la crisis económica aumentaron exorbitante, provocando un incremento de los precios de los alquileres en todo el país, especialmente en las grandes ciudades.
Aumento de los alquileres
Los alquileres en Estambul aumentaron los alquileres más del 50% en agosto en comparación con el mismo mes de 2020. En Ankara, la capital, y en Esmirna, la tercera ciudad del país, los precios de los alquileres subieron más del 30%. La crisis de la vivienda afecta principalmente a los estudiantes que buscan alojamiento para poder retomar las clases presenciales, tras un año y medio de modalidad a distancia por la pandemia de Covid-19. El problema se agrava por los altos impuestos y la falta de habitaciones para los universitarios.
Inflación desbocada
Turquía experimenta una inflación anual de casi un 30% en el sector de alimentos, vinculada a la suba de precios de los productos básicos y a la devaluación de la lira. Los precios de los productos alimenticios no elaborados aumentaron alrededor de un 35% en el último año móvil. Los precios de las frutas y hortalizas frescas aumentaron un 40% en agosto en comparación con el mismo mes de 2020.