El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha reclamado que las protestas de agricultores polacos no bloqueen la frontera con Ucrania, al señalar que en un momento “crítico” en la agresión rusa resulta importante tener despejados los pasos fronterizos con el territorio ucraniano. “Ciertamente la frontera tiene que desbloquearse. Sea la razón que esgriman esto tiene que resolverse por otros medios. Desde un punto de vista militar tenemos que tener libre el tránsito entre Ucrania y la UE tanto para fines militares como civiles”, ha indicado el jefe de la diplomacia europea, informa Europa Press.
Hasta 70.000 agricultores polacos participan este miércoles en una protesta a nivel nacional contra la entrada de productos de Ucrania y la política climática de la UE. Los agricultores han bloqueado con sus tractores el tráfico en una importante autopista que cruza la frontera con Alemania. Desde el pasado mes de noviembre, los trabajadores del campo protestan contra la política agrícola común de la Unión Europea, PAC, y las importaciones libres de impuestos procedentes de Ucrania.
La manifestación en Świecko, cerca de la ciudad alemana de Fráncfort del Óder, obligó a las autoridades alemanas a desviar el tráfico de la vía, antes de la frontera. Una medida que obligó a miles de conductores que circulan a diario por la zona con sus camiones, a buscar rutas alternativas entre Berlín y Varsovia. A los agricultores ucranianos se les ha permitido importar su grano al territorio de la Unión Europea libre de impuestos desde 2022. Una concesión que los profesionales del campo consideran culpable de la caída de los precios registrada. Sus acciones se suman a protestas similares que han tenido lugar en toda Europa en los últimos meses.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado el desembolso a Ucrania de un primer tramo de 4.500 millones de euros procedente del paquete de apoyo de 50.000 millones en los próximos cuatro años acordados por la Unión Europea hace menos de un mes, una vez levantado el veto inicial de Hungría. “La financiación está fluyendo para cubrir las necesidades urgentes de Ucrania”, ha dicho Von der Leyen en una declaración junto al primer ministro de Ucrania, Denís Shmihal. Este dinero, ha abundado Von der Leyen, será “crucial para ayudar a Ucrania a mantener el funcionamiento del Estado” en plena agresión rusa.
A su vez, las autoridades polacas han defendido que Francia tiene potestad para “enviar sus propias tropas” a Ucrania en el marco de la invasión rusa “si así lo desea” y ha dicho “entender” la “estrategia” del presidente galo, Emmanuel Macron, que señaló a finales de febrero que no había que descartar la opción del despliegue militar para lograr la victoria frente a Moscú. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha expresado durante una entrevista que “Francia tiene derecho a desplegar tropas siguiendo su propia iniciativa si toma esta decisión” y que “todos los Estados cuentan con esta prerrogativa de forma independiente”.
Todo ello mientras Ucrania atacó esta madrugada la base aérea rusa de Engels-2, que está situada en el suroeste de la Federación Rusa y alberga bombarderos estratégicos, con drones kamikaze de fabricación propia, según una fuente anónima de la inteligencia militar ucraniana (GUR) a la publicación de Kyiv Ukrainska Pravda. ”Drones kamikaze de producción ucraniana ‘Liutí’ han demostrado funcionar muy bien. La desmilitarización y la descomunización de Engels continúa”, declaró la fuente en referencia a la localidad rusa donde está situado el aeródromo.
Por otra parte, las autoridades locales rusas informaron previamente de que su defensa antiaérea derribó anoche cuatro drones junto a la ciudad de Engels. “Los drones fueron abatidos oportuna y eficazmente”, escribió en su canal de Telegram Román Busarguin, el gobernador de la región de Sarátov, donde se encuentra la base aérea, que ya había sido atacada con anterioridad.