Francia acogerá a los niños de los combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) en cautiverio o condenados en el territorio de Irak o Siria. Hace unos días France Info informó esto en relación con una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores francés. Las autoridades francesas han declarado dispuestas para que los niños de los ciudadanos del país, que lucharon en Siria e Irak en las filas del grupo terrorista EIIL, vuelvan. Sin embargo, los padres mismos no recibirán permiso para ingresar a Francia donde podrían ser condenados en aplicación de las leyes más liberales.París está lista para aceptar menores de edad con consentimiento de los padres. Se afirma que cada caso se examinará individualmente, lo que sin duda toma mucho tiempo. No se trata de todos los menores. Van a acoger a los niños en edad preescolar. Los adolescentes que participaron en las hostilidades y los crímenes de guerra no se les permita regresar a Francia. Sin embargo, resulta difícil estar seguro de esto. Al llegar a Francia los comités especiales tomarán el control de las vidas de los niños. Garantizan la asistencia sanitaria y psicológica. En cada caso hay que decidir si podrá regresar a la casa de sus padres o ser enviado a una familia de acogida si su comportamiento es muy temeroso para el niño. Sin lugar, esta iniciativa parece muy noble, merece respeto e imitación. La presencia de los niños en campos de prisioneros de guerra contraviene normas europeas de humanismo. La presencia de los niños junto con sus padres en las cárceles no deja una oportunidad de comenzar una nueva vida pacífica en Europa, obtener una educación y en futuro tener su familia y trabajar.Sin embargo, ¿no se convertirán estos niños en unas “bombas de tiempo” para Francia y sus países vecinos? ¿Pueden maestros franceses hacer saber a estos niños, criados y formados en las condiciones de guerra, los conceptos de paz y base de la sociedad europea libre y democrático? No olvidemos que la familia es uno de los valores fundamentales del mundo islámico. Eso significa la incapacidad de separar a los niños de los padres. Tarde o temprano penas terminen, y los niños crezcan. Y no intentamos prevenir que no quieren reunirse con sus familias.El principal problema será la adaptación de los niños a una vida pacífica. Así, el jefe de los "republicanos" (Les Républicains) en la Asamblea Nacional, Bruno Retailleau, dijo que la próxima repatriación era un gran problema: "estos niños fueron marcados a toda su vida por las escenas de violencia que presenciaron" y muchos de ellos fueron "criados como asesinos". Queda por esperar que los servicios sociales y los profesores en Francia conozcan bien su trabajo.
Lo + leído