Documentación a la que ha tenido acceso Diario16+ revela que cerca de 7 millones de dólares han sido invertidos este año por fondos de capital privado y grupos de presión para preservar la denominada “laguna fiscal de los intereses devengados” o carried interest, una ventaja tributaria que beneficia de manera desproporcionada a los más ricos y reduce a la mitad la carga impositiva de los inversores en capital privado.
Según el documento, al menos diez asociaciones comerciales del sector lideraron una ofensiva de cabildeo contra cualquier intento de reforma que cierre esta brecha, a pesar de que el propio presidente Trump se ha manifestado en contra de la medida y de que su mantenimiento implica un costo estimado de hasta 18.000 millones de dólares anuales en ingresos que deja de percibir el fisco. Sorprendentemente, la laguna quedó incluida en el más reciente paquete fiscal aprobado en el Congreso por los fanáticos de MAGA, es decir, de Donald Trump.
El hecho de que los fanáticos trumpistas de la Cámara se pongan a la defensiva en favor de una donación de capital privado a los estadounidenses más ricos, mientras recortan miles de millones de dólares en atención médica, asistencia alimentaria y educación, es tan impopular políticamente como perjudicial para el bienestar económico de la mayoría de los ciudadanos.
La documentación, además, detalla que decenas de congresistas republicanos firmaron una carta dirigida al presidente del Comité de Recursos y Arbitrios de la Cámara, Jason Smith, instándolo a rechazar cualquier esfuerzo por eliminar la ventaja tributaria de los intereses devengados. Estos mismos legisladores han recibido a lo largo de sus carreras un total de 2,5 millones de dólares en aportaciones de los grupos corporativos que defienden la laguna fiscal.
Entre los firmantes figuran miembros de comités clave en materia de impuestos y finanzas. Esto demuestra para quién gobiernan tanto Trump como la corte de fanáticos MAGA porque mientras trabajan para recortar servicios sociales esenciales se protege un beneficio cuya principal consecuencia es transferir billones de dólares hacia las cuentas de fondos y socios de capital.
La laguna de los intereses devengados permite que los beneficios generados por la gestión de un fondo de capital privado (que en esencia son ingresos por servicios profesionales) se tributen al tipo de ganancia de capital (actualmente en torno al 20%), en lugar de como ingreso ordinario, que llega hasta el 37%. Ello implica un ahorro fiscal sustancial para los administradores y socios de firmas de private equity, venture capital y rentas financieras.
Economistas y expertos en políticas tributarias advierten que el carried interest no solo reduce recursos para programas públicos, sino que perpetúa un sistema de privilegios fiscales para las rentas más altas. Diversos estudios han demostrado que la mayor parte de las rentas sujetas a este tratamiento corresponde al 1 % más rico de contribuyentes.
Las trincheras en el Capitolio muestran una división creciente. Mientras los demócratas y los republicanos que aún no han sido abducidos por MAGA presionan por cerrar la laguna como parte de una estrategia más amplia de justicia fiscal y redistribución de la carga impositiva, la mayoría de MAGA en la Cámara insiste en que reformar el carried interest dañaría la inversión y el empleo.
Por su parte, Donald Trump, que en su reciente discurso en el Capital One Arena insistió en la necesidad de recortar impuestos para “mantener la competitividad” de Estados Unidos, se ha mostrado públicamente en contra de modificar esta ventaja para el capital privado. No obstante, su propia administración reconoce que el impacto presupuestario podría revertir parte de sus recortes fiscales anteriores.