Ayer domingo, el viceministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Polonia, Teofil Bartoszewski, planteó que Hungría podría abandonar la Unión Europea y la Alianza Atlántica (OTAN) "si no le gustan las políticas" de dichos bloques.
Orbán acusó a Polonia de establecer relaciones comerciales con Rusia
Previamente, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, había realizado unas declaraciones durante su visita a Rumanía, en las que acusó a Varsovia de seguidismo político, concretamente de "seguir la política más moralista e hipócrita de toda Europa", señalando que "están haciendo negocios sin darse cuenta, con los rusos" mientras "sermonean moralmente" a Budapest por hacer lo mismo.
La reacción por parte de Polonia no se hizo esperar: "Nosotros no hacemos negocios con Rusia, a diferencia del primer ministro Orbán, quien está al margen de la sociedad internacional, tanto en la UE como en la OTAN", replicó Bartoszewski. Y fue más allá: "No entiendo realmente por qué Hungría quiere seguir siendo miembro de organizaciones que no le gustan", dijo el viceministro de exteriores polaco. "Si no quieres ser miembro de un club, siempre puedes irte", sentenció.
Fertilizantes, fuera de las sanciones contra Rusia
No ha quedado clara la acusación de Orbán hacia Polonia, cuando hizo referencia a los "negocios que Polonia sigue haciendo con Rusia". Sin embargo, según recoge RT, la semana pasada, el diario financiero ruso Vedomosti, informó de que Polonia se ha convertido en uno de los principales compradores de fertilizantes rusos de urea. Los datos de Eurostat mostraban que, efectivamente, Varsovia ha aumentado las importaciones en un 25% entre enero y mayo de 2024, comparándolo con el mismo periodo de 2023, ante un aumento de las importaciones de fertilizantes rusos en todo el bloque. Y es que, las sanciones impuestas desde la UE contra Rusia excluyen los suministros de alimentos y también los fertilizantes.