El uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público será cosa del pasado, así lo ha anunciado este jueves el gobierno portugués, al término de una reunión del Consejo de Ministros. Según la ministra de Sanidad, Marta Temido, hay una “tendencia estable de casos” de Covid-19 y mejores condiciones para acabar con las mascarillas en autobuses, trenes, taxis, VTC y aviones. Tampoco será obligatorio el uso de mascarilla en las farmacias. No obstante, seguirá siendo imprescindible en hospitales, centros hospitalarios y residencias de mayores.
El adiós a las mascarillas en exteriores entrará en vigor después de la publicación en el Diário da República, el BOE portugués, aunque hasta el momento el decreto ley no cuenta con la firma del Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, necesaria para la puesta efectiva de la medida.
El comunicado difundido por el ejecutivo luso al término del Consejo de Ministros de ayer jueves explica que “con el fin de proteger a quienes se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad, se mantiene la obligatoriedad del uso de mascarillas o viseras en los centros sanitarios y de acogida como así también en las residencias de mayores o de atención a personas con discapacidad”.
El mismo comunicado añade que, teniendo en cuenta “la buena evolución de la situación epidemiológica, se considera oportuno avanzar en la eliminación de medidas más restrictivas, velando siempre por que estas sean proporcionales a las circunstancias de contagio que se produzcan en cada momento ”dejando abierta la puerta a una adaptación en meses posteriores “es decir, en función de la estacionalidad”.
Desde el Ministerio de Sanidad portugués justifican la decisión en la buena evolución de los datos: Portugalestá por debajo de los 10 fallecimientos por millón de habitantes en 14 días. El último informe de la Dirección General de Salud (DGS) portuguesa, apunta que la incidencia a siete días está en 148 casos por 100.000 habitantes, un 22 % menos que la semana previa.
Asimismo, el Consejo de Ministros también aprobó la prórroga de la declaración de situación de alerta en todo el Portugal continental, a causa de la pandemia, que permanecerá en vigor hasta las 23:59 horas del 30 de septiembre de 2022.
¿Y para cuándo en España?
Mucho más cautelosa se ha manifestado la ministra española de Sanidad, Carolina Darias, tras ser consultada en la rueda de prensa del pasado martes, dos días antes de su homóloga portuguesa, al afirmar que “Estamos en una etapa de final de pandemia, aunque con mucha prudencia". En este sentido, Darias ha subrayado que en su ministerio “Siempre hemos ido de la mano de los expertos y así va a seguir siendo. Si hay un cambio, será en base a lo que digan las personas expertas".
La ministra Darias ha insistido que la mascarilla "se seguirá usando en los entornos sanitarios y en las residencias, entre los trabajadores y las personas que visiten a familiares, así como en los transportes públicos" porque, aunque "estamos en una etapa de mucha luz, respecto la pandemia no hay que bajar la guardia”
En pocas palabras, a diferencia de la ministra portuguesa, Darias no ha despejado la posibilidad del fin inmediato de las mascarillas en el transporte público de nuestro país.
En esa misma línea, la cuenta oficial de Twitter de su ministerio recuerda la actual obligatoriedad de su uso al coger cualquier bus, tren o avión como así también en los centros sanitarios y hospitalarios.
Esto evidencia que en España habrá que esperar aún un poco más para quitarse la mascarilla de la boca en el transporte público.