República Dominicana ha logrado una posición internacional única en su historia y de ello el único responsable es su presidente, Luis Abinader.
El último gran reconocimiento global lo ha obtenido en la ciudad francesa de Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo ha asumido y avalado todas y cada una de las tesis y reivindicaciones que Abinader lleva haciendo desde el primer minuto de su mandato sobre la implicación de la comunidad para solucionar la problemática de Haití.
En una sesión plenaria, el Europarlamento debatió sobre el apoyo de la UE a la misión internacional aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que está considerado como el mayor éxito de la diplomacia dominicana a lo largo de toda su historia.
La comisaria de Transportes, Adina-Ioana Vălean, afirmó en su intervención inicial que «las bandas Armadas disponen de enormes cantidades de armas y de munición. Los raptos, la violencia sexual, los asesinatos se producen y la comunidad internacional tiene actuar para acabar con la proliferación de armas de fuego y munición en Haití. La Unión Europea está dispuesta a seguir dando su apoyo a Haití y a otros países del Caribe que se enfrentan a situaciones similares. Aquí son los ciudadanos los que pagan el precio más alto». Es decir, que utilizó los mismos argumentos que Luis Abinader ha venido usando para reclamar la intervención de la comunidad internacional en Haití.
«La crisis socioeconómica y política exacerbada por las catástrofes naturales ha llevado a esta crisis humanitaria. Más el 40% de los habitantes de Haití sufre inseguridad alimentaria aguda. Los brotes de cólera siguen cobrándose a muchísimas víctimas y no podemos dejar solo al país en su lucha contra esta policrisis y contra las bandas armadas», señaló Vălean.
La comisaria destacó que la misión internacional de la ONU, propiciada por los constantes y contundentes llamamientos del presidente Abinader, es un avance porque en la misma resolución se incluye la creación de mecanismos de rendición de cuentas que sean eficaces para proteger los derechos humanos y evitar que se repitan los errores cometidos en el pasado.
Vălean insistió en que «nosotros seguiremos apoyando la estabilidad de Haití, su desarrollo, su mejor integración en la región del Caribe. Nuestra colaboración y nuestra dotación presupuestaria es la más nutrida de todos los países de América. La Unión Europea sigue empeñada en cumplir con la parte que le toca en el contexto de todos los actores internacionales y seguiremos apoyando los objetivos de esta misión plurinacional una vez que se despliegue sobre el terreno recuperar la estabilidad, apoyar la gobernanza mediante nuestros instrumentos de cooperación […] Lamentamos que los partidos políticos de Haití no se hayan puesto de acuerdo para dar una solución razonable al actual bloqueo institucional. Los haitianos se merecen algo mejor, por eso instamos a todos los actores políticos a que redoblen sus esfuerzos para llegar a un consenso que permita que el país pueda organizar elecciones creíbles una vez que así lo permita la situación de seguridad».
El representante del Partido Popular Europeo, Jiří Pospíšil, se colocó a favor de la implicación directa de la UE en la resolución de la situación de Haití. «Nosotros no tenemos que quedarnos al margen porque en el contexto actual tenemos que activarnos más como Unión Europea a apoyar esta misión internacional, ofrecer más fondos, más ayuda humanitaria. La situación es tremenda. Más de la mitad de la población se encuentra en situación de emergencia sanitaria y alimentaria, carece de comida y necesita toda la ayuda humanitaria que podamos darles. Considero que estas ayudas sólo se harán realidad cuando las autoridades internacionales permitan que todas esas ayudas se repartan y lleguen a todos los que las necesitan. El riesgo ahora mismo es que, si seguimos dando ayuda humanitaria, esos fondos, esos bienes, pueden acabar en manos de estas bandas organizadas y armadas que producen pobreza y violencia».
Por su parte, Carlos Zorrinho, portavoz del grupo socialdemócrata, también se ha unido a la argumentación de la comisaria pero introduciendo el elemento de los intereses externos que se benefician de que Haití se mantenga como está, en manos de las bandas. «Haití es solo un ejemplo más de un país que tiene todas las condiciones para que se llame Estado fallido. Hay demasiados intereses e interesados en sembrar por todo el planeta Estados fallidos que están marcados por la impunidad, pero también están marcados por el sufrimiento de sus pueblos. Los europeos, miembros de una sociedad de paz y de respeto por los derechos de las personas no podemos ser indiferentes ante esto. En esta resolución se centran más en los pilares de hacer que una plataforma política pueda recuperar el control institucional y aplicar el marco constitucional en vigor. Hay que penalizar a los responsables».
El representante del Grupo Renew, formado por partidos de centro reformista, Max Orville, fue muy contundente en su intervención, en la que se sumó a la necesidad de intervenir en Haití, tal y como venía reclamando Abinader desde agosto de 2020. «Hoy Haití está muriendo. Las bandas armadas controlan casi todo el país. El último informe de la ONU habla de 2.600 víctimas civiles en 2023. Casi tantas como murieron el 11 de septiembre. La policía y el Gobierno están totalmente desbordados en términos de seguridad y la situación migratoria también es dramática. El clima de terror obliga a los habitantes a escaparse. Ya va siendo hora de dotar de los medios necesarios a esa misión de la ONU. Hay que restablecer la paz. Permitir que haya un saneamiento de la infraestructura de agua potable para acabar con las epidemias. Tenemos que evitar que se repitan errores cometidos en el pasado, los conflictos y la corrupción no benefician a nadie. Hace falta volver a la democracia».
Los partidos de la izquierda alternativa, conformados en el Grupo Los Verdes/ALE, hicieron hincapié en otro de los elementos en los que República Dominicana también ha incidido mucho, que la solución para Haití también debe pasar por una intervención política de la comunidad internacional. Caroline Roose afirmó que «la crisis de Haití no solo es una crisis de seguridad, es una crisis política. Un Estado que se derrumba, una corrupción generalizada, un Gobierno ilegítimo, por lo menos desde la perspectiva de los ciudadanos. La respuesta de la comunidad internacional no puede ser únicamente en términos de seguridad, porque los ciudadanos quieren poder tomar sus propias decisiones sobre su futuro. Por eso, la Unión Europea y la comunidad internacional tienen que apoyar un diálogo político en Haití que desemboque en la formación de un gobierno de transición que sea auténticamente representativo y cuente con un amplio apoyo en la sociedad. Hay que atajar de raíz las causas profundas de la crisis de Haití, solo así podrá reconstruirse sobre bases sólidas. Sin los ciudadanos no podremos resolver los problemas del país».
El grupo en el que están coaligados las formaciones populistas de extrema derecha, además de hacer un discurso sobre las consecuencias de la situación de Haití como causa de la inmigración ilegal, también se mostró favorable a la misión internacional de la ONU porque «es la única manera de acabar con la espiral de violencia, garantizar un control del país y restablecer el orden público. Es importante que los Estados miembros de la UE y las instituciones aporten la ayuda logística, financiera y de personal necesaria para esta misión internacional de estabilización. Estoy seguro de que los representantes de Haití apoyarán estas acciones», afirmó Tomasz Piotr Poręba.
En resumen, la Unión Europea ha asimilado totalmente todos los argumentos y reivindicaciones que Luis Abinader lleva haciendo desde que alcanzó el poder sobre Haití. Ha reconocido que la situación del país no es un problema sólo de la República Dominicana sino que sin la comunidad internacional Haití jamás podrá ser un país donde reine la seguridad, la democracia y el respeto a los derechos humanos, un posicionamiento que ha sido posible por el trabajo conjunto de varios años entre Abinader, la Asesoría Internacional de Presidencia, DIECOM-Internacional, el Ministerio de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores, además de ser un elemento incluido en el Plan Integral de Comunicación Inteligente, todo ello, evidentemente, con un elemento clave: la tolerancia del pueblo dominicano.