Los mercados internacionales, muy pendientes de República Dominicana

02 de Febrero de 2024
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Abinader Mercados Internacionales

Desde agosto de 2020 se ha ejecutado un cambio en República Dominicana que ha llevado al país a ser el referente político, económico y social en Latinoamérica, algo que ha sido reconocido por los líderes internacionales de todos los continentes.

El Rey de España, Felipe VI, afirmó que «en años recientes la República Dominicana ha demostrado un desempeño económico inmejorable con elevadas tasas de crecimientos superiores al 5%, fruto del impulso de la actividad del sector privado y de la aplicación de políticas macroeconómicas que han permitido una gran estabilidad en el país. Esto ha sido fruto del impulso de la actividad del sector privado y de la aplicación de políticas macroeconómicas por parte del presidente Luis Abinader que han permitido una gran estabilidad en el país».

Sin embargo, quienes están más pendientes de la situación política de República Dominicana son los mercados internacionales de inversión, que igual que llegan se pueden ir si el escenario sociopolítico no les es favorable.

La continuidad de Luis Abinader en la Presidencia es clave para mantener las inversiones de varias decenas de miles de millones de dólares que generarán un escenario de mayor bienestar para el pueblo dominicano a través de la creación de empleo formal.

El dinero es cobarde y los organismos económicos internacionales están muy preocupados con la posibilidad de que se produzca un cambio de gobierno. Abinader ha creado una estabilidad económica que beneficia la llegada de inversiones. Lo que pueda ofrecer Leonel Fernández es una incógnita y los grandes inversores sólo actuarán si tienen seguridades.

El discurso populista del líder de Fuerza del Pueblo, haciendo públicas unas realidades que sólo existen en su cabeza, está atemorizando a los inversores y poniendo en peligro la llegada de esas decenas de miles de millones que sólo serán ejecutados en múltiples proyectos si se mantiene el clima de seguridad económica y jurídica que ha implantado Luis Abinader.

Según la OCDE, «la República Dominicana ha experimentado importantes avances socioeconómicos. El país ha sido una de las principales economías de América Latina y el Caribe en términos de crecimiento económico». El Banco Mundial señaló que «la República Dominicana ha sido una de las economías de más rápido crecimiento de la región. Esto se debió a una combinación de reformas estructurales orientadas al mercado y condiciones externas favorables que apoyaron el crecimiento económico. Además, una política monetaria y fiscal prudente contribuyeron a la estabilidad macroeconómica».

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha afirmado que «República Dominicana ha realizado notables progresos en términos de convergencia de ingresos. La convergencia de la renta se mide típicamente comparando la renta per cápita de un país con la de una nación más próspera, a menudo Estados Unidos.  Para la República Dominicana, esta ratio alcanzó el 32% en 2022, lo que indica que el nivel de vida del país es aproximadamente un tercio del de Estados Unidos. Esto contrasta con América Latina en su conjunto, donde el nivel de vida medio es aproximadamente un cuarto del de Estados Unidos.  Con las políticas adecuadas, el país tiene potencial para convertirse en una economía avanzada».

Fuente Datos: FMI

En la última Feria Internacional de Turismo (FITUR) los altos ejecutivos de las grandes cadenas hoteleras y de las principales aerolíneas, además de los representantes de los principales organismos internacionales del sector volvieron a recalcar el clima favorable para la inversión que ha creado Luis Abinader. Por ejemplo, Julia Simpson, presidenta de la WTTF, destacó el hecho de que el desarrollo espectacular que ha tenido el turismo dominicano tras la pandemia es consecuencia de la visión, la estrategia y la acción. Este hecho se traduce en las importantes alianzas entre el sector público y el privado. Es decir, miles de millones de dólares en inversiones.

El presidente Abinader es un hombre conocedor y estudioso del mundo en el que vive y ha planteado durante sus años de gobierno una política basada en la generación de un escenario de estabilidad y crecimiento económico que atraiga a República Dominicana inversiones extranjeras en múltiples sectores de actividad que generen puestos de trabajo con un incremento de la prosperidad de las clases medias y trabajadoras.

Las políticas económicas de Abinader han supuesto un verdadero espaldarazo para el país caribeño. República Dominicana jamás había tenido unos resultados como los obtenidos en los últimos tres años, resultados logrados, además, en una situación internacional adversa por la pandemia y los conflictos bélicos.

Los datos del Fondo Monetario Internacional muestran que República Dominicana está creciendo por encima de grandes potencias como Estados Unidos, Japón o los países de la Unión Europea. Eso no es casualidad.

La multinacional Standard and Poor’s (S&P) ha mantenido la calificación de riesgo de República Dominicana y ha valorado positivamente el fortalecimiento que se ha logrado de las instituciones gubernamentales. Esto se refleja en la capacidad de mantener altas tasas de crecimiento económico, mejora en la planificación fiscal y en la gestión de la deuda pública. Además, S&P recalcó que lo logrado hasta ahora no es algo casual, sino que la estabilidad económica continuará si se mantienen las políticas aplicadas por el actual gobierno.

Mientras el mundo económico y político mundial avala la gestión de Abinader, Leonel Fernández hace todo lo posible por presentar una imagen que se parece más a cómo dejó él República Dominicana que a la realidad actual. Eso pone en peligro, en primer lugar, la credibilidad del país y, en segundo término, pone en riesgo la llegada de nuevas inversiones.

Leonel Fernández, al igual que todos los líderes populistas y demagógicos del mundo, está utilizando una visión proteccionista del funcionamiento del país. Eso es un suicidio, teniendo en cuenta que vivimos en un mundo global en el que todo está interconectado. El aislacionismo que propone Leonel no es más que la antesala a que República Dominicana vuelva a donde él dejó al país: al subdesarrollo.

Las declaraciones rimbombantes y populistas de Leonel asustan a los inversores y a los mercados internacionales. Afirmar, como hizo hace unos días, que el país «está lleno de enojo y de ira» afecta directamente a la credibilidad porque da una sensación de inseguridad que no existe.

Por otro lado, sacar de la chistera sondeos que nadie conoce y de los que no cita fuentes ni autores de dichos estudios demoscópicos pone en tela de juicio la seriedad del país.

Pero a Leonel eso le da igual. Mientras el presidente Abinader trabaja para encontrar escenarios en los que la inversión internacional sirva para la creación de decenas de miles de nuevos puestos de trabajo formales, Leonel quiere retornar al abismo en que convirtió el país durante sus 12 años de mandato. Mientras Abinader ha conseguido crear la seguridad jurídica y económica que atrae inversores de todos los sectores, Leonel pretende retornar a crear un clima en el que las inversiones huirán.

Thomas Macaulay afirmó que «los más viles ejemplares de la naturaleza humana se encuentran, en todas las épocas, entre los demagogos» y el pueblo dominicano puede dar fe de ello.

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