El presidente de Rusia, Putin, ha explicado en una entrevista publicada hoy, con Dmitry Kiselyov, que Rusia está lista para entablar conversaciones de paz que pongan fin al conflicto en Ucrania. Pero es fundamental establecer garantías de seguridad y, que no se aprovechen las conversaciones para que Kiev se rearme.
Además, el presidente ruso enfatizó que las conversaciones deben llevarse a cabo sobre la base de los hechos, de la realidad, y no de las "ensoñaciones" o deseos de algunos. Concretamente, se refirió a los "deseos posteriores al uso de drogas psicotrópicas".
Considera el mandatario ruso que "sería ridículo negociar ahora solamente porque Ucrania se esté quedando sin municiones". Una referencia clara a la situación real en la que se encuentra Ucrania después del descenso de envío de ayuda, fundamentalmente por parte de su principal aliado, Estados Unidos.
No es nuevo que desde Rusia se anuncie estar dispuestos a negociar. De hecho, se intentó al comienzo del conflicto, con la intermediación de Turquía, y fue Reino Unido quien, según información conocida posteriormente, lo frustró. Aunque Johnson ha negado haber tenido nada que ver en la operación de frustración de las negociaciones, las revelaciones de David Arakhamia dejaron claro el lugar en el que había operado el mandatario británico.