CETA no es un buen tratado para la ciudadanía europeaSin embargo, CETA no es un buen tratado para la ciudadanía europea. En primer lugar, las negociaciones han sido totalmente opacas tras excluirse de las mismas a los representantes de los parlamentos nacionales. Por otro lado, aunque éstos tengan que ratificarlo, la parte del tratado que corresponde en exclusiva a la UE entrará en vigor de manera inmediata lo que excluye de manera significativa a los representantes de los ciudadanos de la decisión.Estudios independientes insisten en que CETA destruirá más de 300.000 puestosde trabajo y los propios trabajos de sostenibilidad de la UE establecen que el crecimiento del PIB no superará el 0,05%. La Comisión Europea afirma que el tratado comercial con Canadá ayudará al crecimiento de las PYME sin tener en cuenta que sólo un 1% de las pequeñas empresas exportan más allá del Atlántico y que corren el riesgo de descenso de actividad por la competencia de las multinacionales canadienses. En este tratado la UE y Canadá no se comprometen con el respeto mínimo de los derechos sociales ni de los laborales, además de no reforzarse las normas sanitarias.
CETA es un acuerdo que va en contra de las verdaderas necesidades de los ciudadanos al promover la liberalización en vez de la protección de las personas y de las instituciones. Por otro lado, se debilita la capacidad de los Estados para poner en marcha las políticas públicas. El mejor ejemplo de ello lo tenemos en la agricultura o en la ganadería donde el acuerdo abre una vía de impuestos 0 a la importación, distribución y comercialización de productos agropecuarios canadienses.En resumen, CETA es un acuerdo peligroso para nuestra democracia, para nuestra economía, para nuestros derechos sociales y para nuestro medio ambiente y hoy ha sido ratificado por el Parlamento Europeo gracias a los votos del Partido Popular Europeo, del Grupo Liberal y de una parte del socialista, PSOE incluido.sólo un 1% de las pequeñas empresas exportan más allá del Atlántico