Trump prosigue con la organización y diseño de su nuevo Gobierno, un gabinete que promete dejar Estados Unidos hecho un solar. El presidente electo eligió este jueves al excandidato presidencial Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus teorías de la conspiración sobre las vacunas, como nuevo secretario de Salud, informa Efe. ¿Qué puede salir mal a partir de ahora? ¿Todo? Ya hemos visto en España cuáles son las consecuencias de colocar a un inepto al frente de tareas de gobierno: más de doscientos muertos evitables tras una riada histórica. Que se preparen los norteamericanos, porque con este negacionista convencido en el poder el retorno de plagas infecciosas y enfermedades hasta hoy erradicadas está más que asegurado. Así es el trumpismo: un retorno a la caverna.
Trump subrayó en su red social, Truth Social, que velar por la salud de los ciudadanos es el puesto más importante de la Administración y destacó que “durante demasiado tiempo los estadounidenses han sido aplastados por el sistema industrial alimenticio y las farmacéuticas que se han involucrado en engaños y desinformación en lo que respecta a la sanidad pública”.
El futuro presidente prometió que la Secretaría de Sanidad desempeñará un papel importante a la hora de garantizar que la población esté protegida “de productos químicos nocivos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud” en el país.
Kennedy Jr., en su opinión, se asegurará de que esas agencias vuelvan a cumplir con los mandatos de la ciencia “para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas y hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable”. En un mitin en Nueva York al final de la campaña electoral, Trump ya había avanzado que en caso de ganar el 5 de noviembre a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, iba a permitir que Kennedy Jr. “se volviera loco” con la sanidad.
El hijo del ex fiscal general de EE.UU. Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy, ambos asesinados en la década de los sesenta, es a juicio de Trump “un tipo fantástico” y con buen conocimiento sobre los pesticidas y el medio ambiente. Antes de dar su apoyo a Trump, Kennedy Jr. comenzó su fallida carrera a la presidencia en el bando demócrata.
En abril del año pasado se presentó como la alternativa al presidente, Joe Biden, y anunció sus aspiraciones a ser el candidato de ese partido, pero en octubre apuntó que dejaba esa formación para postularse como independiente, algo que finalmente acabó suspendiendo.
Gran parte del clan Kennedy le había dado la espalda por las teorías conspiratorias que comenzó a difundir durante la pandemia sobre las vacunas y la covid-19, como que ese virus tenía como objetivo atacar a los caucásicos y a los negros y que las personas más inmunes son los chinos y los judíos asquenazíes. Kennedy Jr. ha vinculado además los tiroteos masivos en las escuelas con antidepresivos como el Prozac, ha denunciado que los demócratas reciben mucho más dinero de las farmacéuticas que los republicanos y está convencido de que las vacunas provocan autismo.
Un negacionista al frente de la ciencia en la primera potencia del mundo. USA puede terminar muy mal. Lo dicho, yanquis, a disfrutar de lo votado.