Los nombres que ocuparán los principales puestos en la futura Administración Trump demuestran que mintió a los estadounidenses de clase media y trabajadora. Las únicas oportunidades de crecer serán para la minoría del 1% más rico. Los trabajadores recogerán sólo las migajas, si es que queda alguna, sobre todo teniendo en cuenta que la codicia es la principal cualidad de estos millonarios.
No hay más que hacer una revisión de los nombres seleccionados por Trump para dirigir las agencias clave del gobierno de los Estados Unidos para comprender cómo el magnate neoyorkino ha engañado a sus votantes.
Donald Trump habló mucho de los estadounidenses de clase trabajadora, pero, como presidente electo, actuó rápidamente para llenar su administración con multimillonarios que comparten su visión de una economía amañada que sólo funciona para gente como ellos.
Si el Senado, controlado por los republicanos, aprueba estas nominaciones, los jefes de departamento de Trump estarán entre los mayores beneficiarios de otra prometida exención fiscal para las grandes corporaciones y el 1% más rico, pagada con profundos recortes para las personas mayores, los veteranos y los trabajadores comunes. Mientras tanto, pocos en el círculo íntimo de Trump sentirán algo por su planificado impuesto nacional a las ventas que aumentará los costos en casi 4.000 dólares para la familia tipo cada año, pero los trabajadores a los que Trump prometió cuidar seguro que sí lo sentirán.
Los multimillonarios seleccionados para dirigir agencias y departamentos clave de la administración Trump incluyen, cómo no, al inefable Elon Musk quien fue seleccionado para dirigir un nuevo «Departamento de Gobierno y Eficiencia» que pretende poner a funcionar con trabajadores no remunerados y con jornadas de 80 horas semanales. El fundador de Tesla y SpaceX es actualmente la persona más rica del mundo, con un patrimonio neto estimado que se acerca a un tercio de billón de dólares.
Por otro lado, se encuentra Scott Bessent, un multimillonario a pesar de que no hace pública su riqueza personal. Trump lo eligió como secretario del Tesoro.
Cuando una persona es rica, Trump no mira si su origen es inmigrante o un americano de sangre limpia. Si tiene billetes, el resto da igual, aunque pudiera comerse a las mascotas. Es el caso de Vivek Ramaswamy, que cuenta con un patrimonio neto estimado de 1.100 millones de dólares, se incorporará a la dirección del Departamento de Gobierno y Eficiencia.
Entre los nominados por Trump también se encuentra el propietario mayoritario y director ejecutivo de Cantor Fitzgerald, Howard Lutnick, cuyo patrimonio neto se estima en, al menos, 1.500 millones de dólares. Este multimillonario fue seleccionado para servir como secretario de Comercio de Trump después de respaldar sus planes de aprobar aranceles y reducir aún más el impuesto mínimo corporativo.
Un caso aparte es Linda McMahon, ex administradora de pequeñas empresas y cuyo marido, Vince McMahon, tiene un patrimonio neto estimado de 2.500 millones de dólares. Trump la seleccionó para secretaria de Educación de Trump.
Estas no son las únicas. El gabinete que está diseñando Trump está plagado de personas de alto patrimonio, como Chris Wright, presidente y director ejecutivo de Liberty Energy. Casualmente, fue elegido por Trump para ocupar el cargo de secretario de Energía. En 2023, recibió una compensación total de 5,6 millones de dólares y, a 7 de noviembre de 2024, poseía aproximadamente 46,8 millones de dólares en acciones de Liberty.
Un multimillonario de cuna es el polémico Robert F. Kennedy Jr., un antivacunas que ha sido elegido por Trump para dirigir el Departamento de Salud. Se estima tiene un patrimonio neto de más de 15 millones de dólares.
El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, elegido como Secretario del Interior de Trump, tiene un patrimonio neto estimado de, al menos, 100 millones de dólares. Su riqueza está vinculada en gran medida a la venta de la empresa de software Great Plains a Microsoft por 1.100 millones.