A pesar de las reiteradas afirmaciones en sentido contrario, el presidente electo Donald Trump no tiene escrúpulos en llenar su gabinete con personas asociadas con el Proyecto 2025, la agenda de extrema derecha que describe cómo el próximo presidente podría desmantelar el sistema de derechos y libertades.
Trump avanza de la mano de los actores de la industria de la extrema derecha, dando forma a una agenda que negó durante toda la campaña. Hay que recordar que, en los primeros 3 meses de gobierno, el Proyecto 2025 busca socavar los derechos reproductivos, redoblar la apuesta por un sistema económico fallido que sólo sirve a multimillonarios y directores ejecutivos corporativos, al tiempo que recorta las inversiones para que los estadounidenses de clase media y trabajadora prosperen.
Antes de las elecciones, la campaña de Trump se esforzó por distanciarse del Proyecto 2025. Sin embargo, tras los comicios, el presidente electo está nominando a personas afiliadas al Proyecto 2025 para puestos en su administración.
Uno de los nombres asociados con ese documento ultraderechista, Stephen Miller, será designado como subdirector de personal para políticas. Fue el fundador y presidente de America First Legal (AFL), que fue uno de los primeros grupos en asociarse con el Proyecto 2025. Fue autor de los capítulos dedicados al Departamento de Justicia.
Otro de los nominados por Trump es Tom Homan, que fue colaborador del Proyecto 2025 y director interino de ICE durante el primer mandato de Trump, hasta que renunció cuando el Senado se negó a confirmarlo.
Es muy grave el nombre de John Ratcliffe, nominado para ser el próximo director de la CIA. Este hombre colaboró también con el Proyecto 2025. Durante un breve período fue director de Inteligencia Nacional (DNI) al final del primer mandato de Trump. El período de Ratcliffe como DNI se caracterizó por los esfuerzos para fomentar la desconfianza y la desinformación sobre las elecciones presidenciales de 2020.
El hombre designado por Trump para la Presidencia de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, fue el autor de los planes del Proyecto 2025 para esa institución. Sus recomendaciones políticas se alinean con los puntos de vista ultras sobre la censura por parte de las plataformas de redes sociales. Su participación ha sido criticada por miembros del Congreso como una posible violación de la Ley Hatch y otras normas éticas.
Kristi Noem, nominada para ser Secretaria de Seguridad Nacional , está conectada con el Proyecto 2025 a través de Mark Miller, un miembro del personal de su oficina que contribuyó al manifiesto del Proyecto.
Además de otorgarles los puestos más importantes a los autores del Proyecto 2025, las órdenes ejecutivas que Trump, según fuentes consultadas por Diario16+, estaría considerando también se alinean con las recomendaciones de políticas que se encuentran en el Proyecto 2025.
Por un lado, el Anexo F transformaría las funciones de alrededor de 50.000 funcionarios públicos para hacerlos más políticos y susceptibles de despido a voluntad, despojándolos de sus protecciones laborales.
El Proyecto 2025, tal y como se puede consultar en el documento que pueden descargar al final de este artículo, identifica el Anexo F específicamente para que la administración Trump lo adopte desde el mismo momento de la jura del cargo de presidente. «Identificar las necesidades programáticas de personal político con anticipación y desarrollar planes (por ejemplo, el Anexo F)».
La administración Trump también creará una especie de «Junta de Guerreros» de generales retirados y suboficiales que revisaría a los más altos oficiales del Ejército que actualmente se encuentra en servicio. Esto permitirá a Trump purgar el liderazgo del Departamento de Defensa.
El Proyecto 2025 recomienda que la nueva administración «reduzca el número de generales. El aumento gradual de rangos es generalizado. El número de oficiales de 0-6 a 0-9 está en su nivel más alto en todas las fuerzas armadas (por encima de los niveles de la Segunda Guerra Mundial), y la experiencia real en el campo de batalla de este cuerpo de oficiales está en su nivel más bajo. El próximo presidente debería limitar el continuo avance de muchos de los cuadros existentes, muchos de los cuales han sido ascendidos por administraciones anteriores por razones distintas a su destreza en la guerra».
Evidentemente, Estados Unidos se retirará nuevamente del Acuerdo de París sobre el clima. Para eso los magnates del petróleo han pagado cientos de millones de dólares en la campaña de Trump. El Proyecto 2025 lo reclama explícitamente. «La próxima administración conservadora debería retirar a Estados Unidos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y del Acuerdo de París».