Twitter y tv en la guerra contra Venezuela

24 de Mayo de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Cuando el pajarraco digital de color azul comenzóa sobrevolar la inmediatez de las redes electrónicas de la comunicación, la «neutralidad» tecnotrónica convirtió enaplausos su aparición como expresión de «revolución» en los medios.

Tuíter, esa herramienta que penetró el campo de la comunicación como unaespecie de «minutuario» queinformaba a través de la venta predominante de publicidad,  adquirió inmediatamente el perfil de un periódico, aparentemente para la «libertad» de información y opinión. EnVenezuela, con una inmensa cantidad de usuarios de ese órgano prestador deservicio con una conciencia politizada, el tuíter comenzó a ser un medio para el debate entre «la verdadvs. la mentira» o para confrontar «en pequeño» la información manejada desdelos centros corporativos transnacionales y la manejada desde la vanguardiainsurgente o contrahegemónica de lo alternativo.

Este perfil del «prestador de servicio» tuíter secomenzó a transformar entonces en una herramienta o «pertrecho de guerra» en manos de los amos del mundo que les podría resultar contraproducente o de unpeligroso efecto boomerang dentro delpoder mediático hegemónico. Eso explica la abundancia de «sanciones» o bloqueosa cuentas, colectivas o individuales, con altísima insistencia en la búsquedade comunicar las noticias  con criterios oportunos y veraces.

Pero tuíter es tan solo un escenario en lacompleja batalla hegemonía-contrahegemonía.En un ámbito más convencional, como lo es el de la televisión, acaba de estallar en Venezuela un nuevo conflictoque devela una de las tantas caras de la guerramultifactorial que el imperialismoyanqui-sionista tiene prendida por el mundo y que, en Nuestramérica haescogido como foco preferencial a Venezuelay a nuestra Revolución Bolivarianade orientación socialista.

La transnacional de la comunicación AT&T dejó en la calle, cesantes enplena cuarentena e irrespetando el decreto gubernamental venezolano de inamovilidad laboral, a todas lastrabajadoras y trabajadores de la marca prestadora de servicio satelital detelevisión Directv. La razón aparente tiene que ver con la orden imperial de cumplir con las «sanciones» impuestascontra el pueblo de Venezuela, en procura de un estallido social que agudice la guerra y facilitar una invasión armada contra nuestro país.

Nos referimos en este artículo de hoy a losescarceos planificados por la Casa Blanca para atacar desde el campo de la mediática así como del acceso y uso delos soportes técnicos que ella usa en su papel alienante sobre las grandes masas de usuarios.

A quienes se les bloquea su cuenta en tuíter, loprimero que se le pregunta para una eventual restitución de la misma es si«eres un robot», como en una especie de a priori de «disculpa» hacia elusuario. Cuando, en realidad, tuíter(Twitter), al igual que feisbug(Facebook), instagrán (Instagram),guasap (Whatsapp)  o cualquier otro soporte similar lo quepersigue es que el usuario, directo o indirecto, obedezca la voz de los amosdel mundo que, como dueños de los medios, son quienes ordenan, doblegan oexcluyen y sancionan a quienes no «cumplen» con las reglas. Las reglasunilaterales del hegemón que dominaen lo económico pero que también infunde ideologíao falsa conciencia.

Quiero entonces llamar la atención e invitar aque estemos alertas. La eliminacióndel servicio de Directv en Venezuela, afectaindiscriminadamente al pueblo que paga y usa un servicio de «información» y«entretenimiento». No tener acceso a los canales de televisión satelital allíofertados, pretende adosarse como «culpa» al presidente Nicolás Maduro y a laRevolución Bolivariana. Abandonar físicamente el territorio venezolano -porparte de AT&T- y mudar sus aparatos y servicios para prestarlos desde la vecina Colombia (¿gratuitos?) es otra accióndeliberada de guerra en la que seataca con información descaradamentefalsa y antivenezolana, invadiendo nuestro espectro de comunicación.

Los planes de golpe de Estado contra Venezuela, la dolarización progresiva del pensamiento del venezolano y de nuestraeconomía, los bloqueos de acceso alos alimentos y medicinas, las accionesterroristas contra nuestros servicios básicos de agua, electricidad,internet. Los intentos de invasiónparamilitar por nuestras costas marítimas y fronteras, los despliegues dela IV flota naval estadounidense muycerca de Venezuela, los planes de ejecución de falsos positivos bajo diferentes excusas, entre ellas la deuna  supuesta lucha contra  el «narcotráfico», son todas expresiones multifactoriales de una misma guerra encontra del pueblo venezolano y nuestra Revolución Bolivariana.

Debemos estar alertas, firmes y obedientes para seguir enfrentando esta guerra.Recordemos que durante el Golpe de Estado de 2002, contra el presidente HugoChávez, la mediática jugó un papel determinante en todas las incidencias. Unavez consolidado el Golpe, secuestrado y confinado el Comandante Chávez, latelevisión asumió el «black-out» informativo y las pantallas sólo mostrabandibujos animados o comiquitas. Hoy, el corsariovolador azul de tuíter y los movimientos de Directv, son expresiones deaquella misma vieja estrategia. La defensaintegral de la Patria nos obliga a tener definidos los escenarios debatallas, al tiempo que nos desplegamos ante la voz de mando que chavistamente asumimos en conciencia. Vencer esdeber de conciencia.

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