JP Morgan movió más de 500.000 millones de dinero negro mientras Emilio Saracho ocupaba cargos de alta dirección

13 de Marzo de 2021
Actualizado el 02 de julio de 2024
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jpmorgan chase

La presentación de una denuncia anónima ante la Fiscalía Anticorrupción, que no fue admitida por el juez Calama Teixeira, volvió a poner en la actualidad las relaciones de Emilio Saracho, el expresidente que llevó al Banco Popular a la resolución, y JP Morgan, el gigante financiero norteamericano. Uno de los aspectos en que se centraba dicha denuncia era el conflicto de intereses existente y que no fue obstáculo para que el Popular contratara a JP Morgan para encabezar la operación de venta privada de la entidad.

JP Morgan, junto a Goldman Sachs, es uno de los grandes bancos de inversión del mundo. Emilio Saracho se incorporó a la entidad en 1998, un año antes del periodo estudiado por la investigación de los Papeles FinCEN, como presidente en la Península Ibérica (España y Portugal), además de miembro del Consejo de Administración en Europa. Entre 2006 y 2008 fue director ejecutivo de JP Morgan para Europa, Oriente Medio y África (EMEA). Hasta 2015 dirigió Corporate & Investment Bank de JPMorgan en las mismas áreas. Fue en ese año cuando fue nombrado vicepresidente mundial hasta su salida para presidir el Banco Popular.

Hay que recordar que una investigación publicada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) ha revelado que 5 de los grandes bancos sistémicos globales (JP Morgan, Bank Of New York Mellon, Standard Chartered, Deutsche Bank y HSBC) movieron 2 billones de dólares en dinero sucio procedente del narcotráfico, la corrupción o el tráfico de armas entre los años 1999 a 2017.

Las fechas de las operaciones analizadas por la investigación de ICIJ coinciden prácticamente con todo el periodo de relación laboral entre Saracho y JP Morgan. En total, la investigación de ICIJ ha detectado más de medio billón de dólares de dinero sucio movido por JP Morgan.

En esos años, el banco de inversión movió dinero de personas y empresas vinculadas, por ejemplo, con el expolio de Malasia, Venezuela o Ucrania, según indican los documentos que ha publicado el Consorcio Internacional. Respecto al primer país, JP Morgan movió más de 1.000 millones de dólares para Jho Low, el financiero que estaba detrás del escándalo 1MDB, el caso de cleptocracia más importante de la historia.

JP Morgan, según lo registros analizados por ICIJ, movió y procesó dinero del que fuera gerente de la campaña de Donald Trump en 2016, Paul Manafort. Durante 14 meses el banco de inversión transfirió casi 7 millones de dólares, en medio de la polémica surgida en torno a Manafort en la que se incluyeron acusaciones por blanqueo de capitales y corrupción durante la época en la que trabajó para un partido prorruso en Ucrania.

Además, durante el periodo 2011/14, JP Morgan aumentó las transacciones de dinero sucio a pesar de haber prometido al Gobierno de los Estados Unidos que potenciaría y mejoraría sus controles para el blanqueo de capitales.

Tal y como indicábamos en Diario16, los bancos siguen haciendo este tipo de operaciones porque les es muy rentable. JP Morgan, por ejemplo, cobró 500 millones en comisiones con Bernard Madoff, según consta en el sumario judicial de la estafa piramidal.

Se llega a dar el caso, incluso, de que el banco ni siquiera conozca el origen del dinero ni la identidad de las personas o empresas a las que presta este tipo de servicios irregularidades. Esto, desde la más estricta lógica, es una irresponsabilidad, sobre todo si hay sospechas previas de que se van a realizar operaciones con dinero sucio. La empresa pantalla ABSI recibió más de 1.000 millones de dólares de JP Morgan desde 2010 hasta 2015, según los documentos hechos públicos por el Consorcio Internacional de Periodistas. Se realizaron operaciones por medio de una cuenta directa hasta 2013 y por medio de la banca corresponsal, es decir, acuerdos entre JP Morgan con otras entidades extranjeras, por las que se permite realizar transacciones en dólares estadounidenses a través de las cuentas del banco de inversión.

Detrás de ABSI se encontraba Semion Mogilevich, el jefe más importante de los grupos mafiosos rusos, y a quien el FBI tenía incluido en su lista de «los 10 más buscados» por su relación con el tráfico de armas y drogas, extorsión y asesinatos por contrato, incluso, a través de la colocación de coches bomba. JP Morgan estaba obligada a examinar quién estaba detrás de ABSI y, sin embargo, no lo hizo. ¿Por qué? Era rentable.

¿Fue Emilio Saracho responsable de todos estos movimientos y operaciones con dinero sucio? No se puede afirmar ni negar, en base a los documentos publicados por ICIJ, pero lo que es irrebatible es que en esos años Saracho trabajaba en JP Morgan ocupando cargos de alta dirección.  

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